| La puedes encontrar completa en: http://www.ocholeguas.com/2010/12/07/espana/1291722483.html ---------- ---------- ---------- ---------- ---------- ---------- El alma de Crdoba Si algo no despierta una visita a la Mezquita, Catedral de Cordoba, es el deseo de entrar en polemica en torno a la lucha entre religiones. Hay pocos monumentos en el mundo que inviten tanto a la conciliacin y a la avenencia. Lo menos importante es el nombre. Lo que en realidad importa es sentir lo que el monumento es capaz de transmitirnos, descifrar aquello que contiene y acabar aceptando que visitamos uno de los lugares del mundo que encierra algunas de las ms elevadas enseanzas del arte. No es extrao, por eso, que este lugar sea conocido como 'el alma de Cordoba'. La Mezquita o la Catedral ha sido visitada hasta hace poco tiempo slo en horario de maana y tarde. Desde hace unas semanas el alma de Crdoba tambin es visitable por las noches. La iluminacin que invade el templo convierte la visita en una experiencia distinta y nica. A la luz de la noche, bajo las veladuras, las sombras, la msica y las explicaciones de una audiogua el visitante cree haber penetrado en un tnel del tiempo y ser protagonista de la construccin de una de las obras ms elevadas de la arquitectura mundial y el ms vivo ejemplo del arte islmico en Occidente. Gobierno omeyaEdificado entre los siglos VIII y X bajo la tutela del gobierno omeya, la Mezquita escribi en el libro de las artes un conjunto de innovaciones tcnicas y estticas que abrieron nuevas corrientes constructivas a lo largo de los tiempos. El emir Abd al-Rahman I mand erigir su templo de oracin junto a una baslica de origen visigodo, a orillas del ro Guadalquivir. Los emires que gobernaron Crdoba durante el siglo IX la enriquecieron y agrandaron. Pero fue durante los aos del califato cuando la Mezquita cobr su grandeza y esplendor. Tras la conquista de la ciudad en 1236, el templo fue consagrado a la cristiandad. Dos siglos despus, los jerarcas de la iglesia mandaron incrustar una catedral en el corazn del oratorio islmico. Pocas veces en la historia una decisin gener tanta polmica. Hoy en da, cinco siglos ms tarde, nadie pone en duda que la construccin de la Catedral protegi el templo islmico y evit su destruccin como la mayor parte de las veces ocurri en el resto de ciudades del antiguo al-Andalus. Por la noche, bajo una iluminacin estudiada hasta el mnimo detalle, la Mezquita muestra una imagen indita. Los visitantes reciben una primera leccin de historia en uno de los laterales del patio de los Naranjos, en una sala habilitada con una gran pantalla donde se da cuenta de las diferentes pocas constructivas del monumento. Una vez terminada la pelcula, el visitante es invitado a recorrer el empedrado del patio y a situarse frente a la torre campanario que encierra los restos del viejo alminar rabe. El interior del templo El visitante encamina sus pasos pocos minutos despus al interior del templo por la puerta de las Palmas. Es all donde se hace la luz y las dobles arcadas del viejo oratorio musulmn, el juego de los ladrillos blancos y las dovelas rojas, el inmenso bosque de columnas que escritores romnticos como Tefilo Gautier narraron en sus escritos parece infinito por el sutil juego de las luces y las sombras. La primitiva mezquita construida sobre la baslica visigoda, de la que quedan rastros al igual que de un pavimento de origen romano abierto ahora a un lado del suelo del oratorio, concita la atencin de los visitante por la diversidad de las basas, de los fustes y los capitales. La primera y segunda ampliacin, la construccin del mihrab y la maqsura, el eje de Villaviciosa, y la ltima y ms extensa ampliacin ordenada por el caudillo Almanzor, pocos aos antes de las guerras civiles que pusieron fin al gobierno de la dinasta omeya, son una invitacin a recorrer y entender las diferentes edades de la Mezquita. Luego el visitante penetra por uno de los lados del crucero a la Catedral, erigida en el centro del templo omeya, e imbuida por la mezcla de estilos, por los alientos de los artistas ms importantes del momento, por las traceras que comenzaron siendo tardogticas para ser luego renacentistas y por ltimo barrocas. La visita termina y las luces se apagan. Pero hay un momento final en el que los visitantes fijan su vista en una de las calles del oratorio desde donde se advierten los pies de la catedral, los arcos polilobulados erigidos en tiempos del califa al-Hakam II y al fondo el mihrab, construido bajo los postulados bizantinos y convertido en la metfora ms acertada de cuanto encierra este espacio nico, irrepetible, construido por los aos y los estilos, los alientos, las civilizaciones y las culturas que en vista de lo andado no parecen tan antagnicas como la historia nos ha hecho creer. |
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