miércoles, 2 de febrero de 2011

[uniendo letras:44175] Churchill y Marx sobre el Islam

Aprovechando las manifestaciones en el Cairo y el temor que Los Hermanos Musulmanes logren conquistar el poder y encaminar
a Egipto en la senda del fanatismo religioso, proceso que comenzo con la caida del Sha de Persia (1979), pasando por los cambios en Turquia
debido al dominio del partido musulman, fui a buscar un poco de informacion en el Internet
 

Si los izquierdistas pro-islamistas de Occidente que solemos encontrar en las manifestaciones contrarias a Israel y Estados Unidos se molestaran en leer más cuidadosamente a Karl Marx, podrían llevarse una ingrata sorpresa.
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En tiempos de la Guerra de Crimea (1853-1856), el pensador alemán abordó en sus escritos la "cuestión oriental" con una franqueza tal que provocaría escozor a los políticamente correctos progresistas actuales. Veamos un primer pasaje:

dijo:

El Corán y la legislación islámica que emana de él reducen la geografía y la etnografía de los pueblos a la distinción, convenientemente simple, de (...) Fiel e Infiel. El Infiel es harby, es decir, el enemigo. El islamismo proscribe (...) a los Infieles [y postula] un estado de hostilidad permanente entre el musulmán y el no creyente.


Esta completamente acertada observación marxista acerca de la religión mahometana sería a su vez confirmada a principios del siglo XX por el tártaro Hanafi Muzzafar, que pronosticó:

dijo:

El pueblo musulmán se unirá al comunismo porque, como el comunismo, el Islam rechaza el nacionalismo estrecho.



Este repudio del nacionalismo se sostenía en una premisa sencilla. "El Islam es internacional y sólo reconoce la hermandad y unidad de todas las naciones bajo su bandera", decía el musulmán Hanafi, que, bueno es saberlo, era socialista, no un fundamentalista religioso.

Tan convencido estaba Marx de que el Islam tenía un componente xenófobo, que llegó incluso a escribir apologéticamente respecto del colonialismo occidental:

dijo:

En tanto que el Corán trata a todos los foráneos como enemigos, nadie se atreverá a presentarse en un país islámico sin haber tomado precauciones. Los primeros mercaderes europeos (...) que se arriesgaron [a comerciar] con semejante gente se esforzaron en asegurarse un tratamiento excepcional y unos privilegios que en un primer momento fueron personales pero que acabaron extendiéndose a todos sus connacionales. He aquí el origen de las capitulaciones.



Marx entendía que el laicismo debía imperar para que la revolución tuviera alguna posibilidad en esas tierras lejanas:

dijo:

Si se pudiese abolir su sometimiento al Corán por medio de la emancipación civil, se cancelaría, al mismo tiempo, su sometimiento al clero y se produciría una revolución en las relaciones sociales, políticas y religiosas...



Al mismo tiempo, no tenía demasiadas esperanzas puestas en el espíritu proletario de las masas musulmanas:

dijo:

Ciertamente, tarde o temprano se planteará la necesidad absoluta de liberar a una de las mejores partes de este continente del gobierno de la turba, ante la cual el populacho de la Roma imperial parecería una reunión de sabios y héroes.



Por su parte, Friedrich Engels no parecía tener mayor respeto por las instituciones públicas de los musulmanes. En una carta enviada a Marx escribió:

dijo:

El gobierno en el Este siempre ha tenido solamente tres departamentos: Finanzas (es decir, robar a las gentes del país), Guerra (es decir, robar a las gentes del país y de otros lugares) y Obras Públicas (preocupación por la reproducción).



Claramente, el sentimiento comunista encendió el interés de un sector de la intelectualidad islámica. Mir Said Sultán Galiev, titular de la sección musulmana del Partido Comunista ruso y protegido de Stalin en el Comisariado de las Nacionalidades, opinó en 1918:

dijo:

Todos los pueblos islámicos colonizados son pueblos proletarios, y como casi todas las clases en la sociedad islámica han sido oprimidas por los colonialistas, todas tienen derecho a ser llamadas "proletarias".



Sultán Galiev murió cinco años después, víctima de una purga estalinista.

dijo:

Pero a diferencia de lo que ocurrió en Europa, las masas musulmanas del Medio Oriente permanecieron en general indiferentes ante el llamado de los comunistas. El eminente historiador Walter Laqueur (de quien he tomado las citas de Marx y Engels) ha trazado un panorama de la situación en su tratado Communism and Nationalism in the Middle East. Durante los años 50, en plena Guerra Fría, Austria podía preciarse de tener más comunistas que los que había en todo el Medio Oriente. En Holanda había veinte veces más comunistas que en Sudán, quince veces más que en Jordania y diez veces más que en Turquía. Los partidos comunistas de Egipto, Siria, el Líbano e Irak, juntos, apenas lograban igualar o levemente superar el número de comunistas que había en Bélgica. Estos datos son especialmente elocuentes, sobre todo si tenemos en cuenta que dejamos fuera de la comparación a Francia y a Italia, donde el movimiento comunista mostró su mayor fortaleza.



Los izquierdistas radicales que hoy adornan las manifestaciones musulmanas en las capitales de Occidente podrán estar siguiendo el lema de Molotov: "Todos los caminos conducen al comunismo"; pero sus camaradas ocasionales en la lucha contra el orden establecido tienen otras metas en mente. Ellos no luchan por un mundo más igualitario, sino por un mundo más islámico. Por extraño que esto parezca a los pseudo-progresistas modernos, para el fundador del comunismo ésta era una verdad evidente.

JULIÁN SCHVINDLERMAN, analista político argentino.
Fuente
 

Winston Churchill y el Islam.

http://blogs.periodistadigital.com/totalitarismo.php/2007/11/26/p128717

26.11.07 | 17:46. Archivado en terrorismo islámico
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La Petite Bibliothèque Verte Hallal y Augusto de Nueva Europa-Nueva Eurabia han publicado sobre los comentarios de Winston Churchill sobre el Islam.

Winston Churchill (1874-1965), The River War. 1899.

Sin contar el frenesí fanático, que es mas peligroso para el hombre que la hidrofobia (rabia) en el perro, hay cierta tendencia a una apatía fatalista. Sus efectos son visibles en muchos de esos países cuando observamos el descuido en la agricultura, los métodos primitivos de comercio o la inseguridad del patrimonio privado que existen allí donde las hordas del Profeta reinan y viven. El hecho de que de acuerdo a la ley musulmana, cada mujer ha de pertenecer al hombre como su propiedad absoluta, sea hija, esposa o concubina, es una tendencia a retrasar la extinción de la esclavitud, hasta que el Islam haya cesado de ser una potencia entre los hombres.

Los musulmanes como individuos pueden mostrar cualidades esplendidas, pero su Religión paraliza el desarrollo social de quienes la siguen. No hay en el mundo ninguna fuerza retrograda mas fuerte. Lejos de estar moribundo el Islam se muestra como una fe ,militante que impone el proselitismo. Ya se ha expandido a África Central con la aparición de guerreros carentes de miedo, y si el cristianismo no estuviera protegido por los fuertes brazos de la ciencia a la cual por otra parte enfrentó vanamente, la Civilización de la Europa Moderna, podría desaparecer, como desapareció la ROMA ANTIGUA"

En el siglo XX los regimenes fascistas europeos colaboraron con Hitler gustosamente.

Winston Churchill plantó cara a la bestia nazi, mientras el resto de las democracias europeas, gobernadas por pusilánimes y cobardes que buscaban una Alianza entre el Nazismo y las Democracias.

El premier británico Neville Chamberlain fue un defensor del "Appeasement" (apaciguamiento), versión primitiva de la Alianza de Civilizaciones que pretendía contemporizar con la política expansionista de Adolf Hitler cediendo a la mayor parte de sus exigencias. De ese modo Chamberlain pretendía salvaguardar la paz mundial. La culminación de esta política fue la Conferencia de Múnich de 1938, que permitió a la Alemania nazi anexionarse los Sudetes. Así mismo mantuvo la neutralidad del Reino Unido en la Guerra Civil Española y reconoció al gobierno fascista el 26 de febrero de 1939, recibiendo duras críticas del diputado laborista Clement Adlee.

Augusto de Nueva Europa-Nueva Eurabia dice al respecto: "Winston Churchill, como siempre un profeta en el desierto:
Profetizó la guerra fría por las falsas alianzas entre los aliados y Stalin.
Pronosticó la caída de Europa en el comunismo si USA retrasaba la invasión de Berlín dejándole media Europa oriental a las fuerzas soviéticas.
No fue escuchado en su momento y sucedió.
Tampoco nadie le escuchó cuando profetizó el derrumbe de la Europa cristiana en manos del Islam y es justamente por la abdicación del cristianismo que este derrumbe se está haciendo mas notorio"

Europa tiene miedo, miedo de ser brutal como lo ha sido durante siglos, este miedo le confunde y no es capaz de distinguir ni diferenciar entre el agresor y el agredido.

En lugar de avanzar hacia la claridad y rechazar el totalitarismo, se acurruca y se deja sodomizar y violar.

¡ Pobre Europa ! La Europa que tuvo una gran civilización se ve abocada a su desaparición.


 
Sin duda, material para pensar y ampliar. Los textos no son nuevos, las ideas tampoco, los personajes ya no existe. No asumo responsabilidad por las ideas de los
analistas autores pero estimo que utilizan las ideas de Marx y Churchill tal cual. Interesante volver a ver la historia de la guerra de Crimea.
 
 
Yossi May  02-02-2011
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