JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 5, 33-39
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús:
"¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oración, igual que los discípulos de los fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?"
Jesús les contestó:
"¿Acaso pueden ustedes obligar a los invitados a una boda a que ayunen, mientras el esposo está con ellos? Vendrá un día en que les quiten al esposo; entonces sí ayunarán".
Les dijo también esta parábola:
"Nadie rompe un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no le queda el remiendo del nuevo.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan a perder. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos y así se conservan el vino y los odres.
Y nadie, acabando de beber un vino añejo, acepta uno nuevo; pues dice: "El añejo es mejor"".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
vie 22a. Ordinario año impar
Antífona de Entrada
Tengo los ojos puestos en el Señor, porque él me libra de todo peligro. Mírame, Dios mío, y ten piedad de mí, que estoy solo y afligido.
Oración Colecta
Oremos:
Nos acogemos, Señor, a tu providencia que nunca se equivoca, y te pedimos humildemente que apartes de nosotros todo mal y nos concedas aquello que pueda contribuir a nuestro bien.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Todo fue creado por medio de Cristo y para Cristo
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Colosenses 1, 15-20
Cristo es la imagen de Dios invisible, el primogénito de toda la creación, porque en él tienen su fundamento todas las cosas creadas, del cielo y de la tierra, las visibles y las invisibles, sin excluir a los tronos y dominaciones, a los principados y potestades. Todo fue creado por medio de él y para él.
Cristo existe antes que todas las cosas y todas tienen su consistencia en él. El es también la cabeza del cuerpo, que es la Iglesia. El es el principio, el primogénito de entre los muertos, para que sea el primero en todo.
Porque Dios quiso que en Cristo habitara toda plenitud, y por él quiso reconciliar consigo todas las cosas, del cielo y de la tierra, y darles la paz por medio de su sangre derramada en la cruz.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 99
Bendigamos al Señor, porque él es bueno.
Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Señor con alegría, y con júbilo entremos en su templo.
Bendigamos al Señor, porque él es bueno.
Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño.
Bendigamos al Señor, porque él es bueno.
Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos, alabando al Señor y bendiciéndolo.
Bendigamos al Señor, porque él es bueno.
Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba.
Bendigamos al Señor, porque él es bueno.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida.
Aleluya.
Evangelio
Vendrá un día en que les quiten al esposo y entonces sí ayunarán
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 5, 33-39
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, los fariseos y los escribas preguntaron a Jesús:
"¿Por qué los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oración, igual que los discípulos de los fariseos, y los tuyos, en cambio, comen y beben?"
Jesús les contestó:
"¿Acaso pueden ustedes obligar a los invitados a una boda a que ayunen, mientras el esposo está con ellos? Vendrá un día en que les quiten al esposo; entonces sí ayunarán".
Les dijo también esta parábola:
"Nadie rompe un vestido nuevo para remendar uno viejo, porque echa a perder el nuevo, y al vestido viejo no le queda el remiendo del nuevo.
Nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo revienta los odres y entonces el vino se tira y los odres se echan a perder. El vino nuevo hay que echarlo en odres nuevos y así se conservan el vino y los odres.
Y nadie, acabando de beber un vino añejo, acepta uno nuevo; pues dice: "El añejo es mejor"".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Confiados en tu misericordia, Señor, venimos a tu altar con nuestros dones, a fin de que te dignes purificarnos por este memorial que estamos celebrando.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La salvación por Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Pues por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia, por Cristo,Señor nuestro.
Por él, los ángeles y arcángeles, y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces, cantando humildemente tu alabanza:
Antífona de la Comunión
Yo te invoco, porque tú me respondes, Dios mío; inclina el oído y escucha mis palabras.
Oración después de la comunión
Oremos:
Padre Santo, tú que nos has alimentado con el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, guíanos por medio de tu Espíritu a fin de que, no sólo con palabras, sino con toda nuestra vida podamos demostrarte nuestro amor y así merezcamos entrar al Reino de los cielos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
22ª semana. Viernes
LOS AMIGOS DEL ESPOSO
— El Señor nos cuenta entre sus íntimos.
— De Jesús aprendemos a tener muchos amigos. El cristiano está siempre abierto a los demás.
— La caridad mejora y fortalece la amistad.
I. Después del banquete que ofreció Mateo al Señor y a sus amigos con motivo de su llamamiento, algunos judíos se acercaron a Jesús y le preguntaron por qué sus discípulos no ayunaban como lo hacían los fariseos y los discípulos de Juan. Y Jesús les contestó: ¿Podéis acaso hacer ayunar a los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos? Y haciendo mención expresa de la muerte que Él había de padecer, les dice que cuando les sea arrebatado el esposo, entonces ayunarán1.
El esposo, entre los hebreos, iba acompañado por otros jóvenes de su edad, sus íntimos, como una escolta de honor. Se llamaban los amigos del esposo2, y su misión era honrar al que iba a contraer nupcias, alegrarse con sus alegrías, participar de un modo muy particular en los festejos que se organizaban con motivo de la boda. La imagen nupcial aparece frecuentemente en la Sagrada Escritura para expresar las relaciones de Dios con su pueblo3. También la Nueva Alianza del Mesías con su nuevo pueblo, la Iglesia, se describe bajo esta imagen. Ya el Bautista había llamado a Cristo, esposo, y a sí mismo amigo del esposo4.
Jesús llama amigos íntimos –los amigos del esposo– a quienes le siguen, a nosotros; hemos sido invitados a participar más entrañablemente de sus alegrías, al banquete nupcial, figura de los bienes sin fin del Reino de los Cielos. En diversas ocasiones el Señor distinguió a los suyos con el honroso título de amigos. Un día el Maestro, extendiendo sobre sus discípulos su mano, pronunció estas consoladoras palabras: He aquí a mi madre y a mis hermanos...5. Y nos enseñó que quienes creen y le siguen con obras –los que cumplen la voluntad de mi Padre– ocupan en su corazón un lugar de predilección y le están unidos con lazos más estrechos que los de la sangre. En el discurso de la Última Cena les dirá, con sencillez y sinceridad conmovedoras: Como el Padre me ha amado, así también Yo os he amado... Os he llamado amigos, porque os he dado a conocer todas las cosas que he oído a mi Padre6.
El Señor quiso ser ejemplo de amistad verdadera y estuvo abierto a todos, a quienes atraía con particular ternura y afecto. «Dejaba escapar entonces –comenta bellamente San Bernardo– toda la suavidad de su corazón; se abría su alma por entero y de ella se esparcía como vapor invisible el más delicado perfume, el perfume de un alma hermosa, de un corazón generoso y noble»7. Y se convertía en amigo fiel y abnegado de todos. De su ser provenía aquel poder de atracción que San Jerónimo comparó a un imán extraordinario8.
Jesús nos llama amigos. Y nos enseña a acoger a todos, a ampliar y desarrollar constantemente nuestra capacidad de amistad. Y solo aprenderemos si le tratamos en la intimidad de una oración confiada: «Para que este mundo nuestro vaya por un cauce cristiano –el único que merece la pena–, hemos de vivir una leal amistad con los hombres, basada en una previa leal amistad con Dios»9.
II. Jesús tuvo amigos en todas las clases sociales y en todas las profesiones: eran de edad y de condición bien diversas. Desde personas de gran prestigio social, como Nicodemo o José de Arimatea, hasta mendigos como Bartimeo. En la mayor parte de las ciudades y aldeas encontraba gentes que le querían y que se sentían correspondidas por el Maestro, amigos que no siempre el Evangelio menciona por sus nombres, pero cuya existencia se deja entrever. En Betania, las hermanas de Lázaro, con el mensaje confiado y doloroso a un tiempo que le hacen llegar a Jesús, dejan bien claro el lazo que unía aquella familia con el Maestro: Señor, mira, el que amas está enfermo10. Jesús amaba a Marta y María y a Lázaro. Cuando llegó el Maestro a Betania, Lázaro había muerto. Y, ante la sorpresa de todos,Jesús comenzó a llorar. Decían entonces los judíos: Mirad cómo le amaba11. ¡Jesús llora por un amigo!, no permanece impasible ante el dolor de quienes más aprecia, ni ante la experiencia del hombre frente a la muerte; la muerte de una persona particularmente amada. Jesús llora en silencio lágrimas de hombre; los que estaban allí quedaron asombrados.
Nunca debemos cansarnos de considerar lo que el Señor nos quiere. «Jesús es tu amigo. —El Amigo. —Con corazón de carne, como el tuyo. —Con ojos, de mirar amabilísimo, que lloraron por Lázaro...
»—Y tanto como a Lázaro, te quiere a ti»12.
A Jesús le gustaba conversar con las personas que acudían a Él o con las que encontraba en el camino. Aprovechaba esas conversaciones, que en ocasiones se iniciaban sobre temas intrascendentes, para llegar al fondo de sus almas y llenarlas de amor. Todas las circunstancias fueron buenas para hacer amigos y llevarles el mensaje divino que había traído a la tierra. Nosotros no debemos olvidar que «amistad y caridad forman una sola cosa: luz divina que da calor»13.
De Cristo aprendemos a tener muchos amigos, aprovechando las relaciones de vecindad, de trabajo, de estudio, encuentros fortuitos y otros buscados. El cristiano está siempre abierto a los demás. Con el amigo se comparte lo mejor que se posee; nosotros no tenemos nada que valga tanto como la amistad con Jesucristo, afianzada a lo largo de los años, después de tantos ratos de oración –cuántas cosas le hemos dicho– y de tantos momentos junto al Sagrario. El afán apostólico y las virtudes humanas de la convivencia nos ayudarán a encontrar los puntos de unión y de entendimiento con los compañeros, con los clientes, con las demás personas, y sabremos prescindir y olvidar lo que desune, cediendo con elegancia en nuestros puntos de vista cuando se trate de asuntos de poca importancia que separan y van creando distancias que hacen difícil la confianza y el mutuo entendimiento.
Si nos sabemos amigos de Jesús, sus amigos íntimos, ¿no es lógico que aprendamos lo que es la amistad verdadera y que sepamos, como Él, llegar al fondo de las almas? ¿Sabemos comunicar el amor a Cristo que llevamos en el corazón?
III. Un amigo fiel es poderoso protector; el que lo encuentra halla un tesoro. Nada vale tanto como un amigo fiel; su precio es incalculable14. Así nos habla la Sagrada Escritura del valor de la amistad, y a la vez nos enseña que es necesario buscarla, poner los medios para encontrarla. Y, una vez hallada, es necesario cultivarla por encima del tiempo, de las distancias, de todo aquello que tienda a separar: la diversidad de gustos, de opiniones, de intereses...
La amistad requiere que ayudemos al amigo. «Si descubres algún defecto en el amigo corrígele en secreto (...). Las correcciones hacen bien y son de más provecho que una amistad muda»15, que calla mientras ve que el amigo se hunde. La amistad ha de ser perseverante: «No cambiemos de amigos como hacen los niños, que se dejan llevar por la ola fácil de los sentimientos»16. No te avergüences de defender al amigo17. «No le abandones en el momento de la necesidad, no le olvides, no le niegues tu afecto, porque la amistad es el soporte de la vida. Llevemos los unos las cargas de los otros, como nos enseñó el Apóstol... Si la prosperidad de uno aprovecha a todos sus amigos, ¿por qué en la adversidad no va a encontrar la ayuda de todos sus amigos? Ayudémosle con nuestros consejos, unamos nuestros esfuerzos a los suyos, participemos de sus aflicciones.
»Cuando sea necesario, soportemos incluso grandes sacrificios por lealtad hacia el amigo. Quizá haya que afrontar enemistades para defender la causa del amigo inocente, y muy a menudo recibir insultos cuando trates de responder y rebatir a aquellos que le atacan y le acusan (...). En la adversidad se prueban los amigos verdaderos, pues en la prosperidad todos parecen fieles»18.
La caridad sobrenatural fortalece y enriquece la amistad. El amor a Cristo nos vuelve más humanos, con más capacidad de comprensión, más abiertos a todos. Si Cristo es el mejor amigo, aprenderemos a fortalecer una relación que quizá se estaba rompiendo, a quitar un obstáculo, a superar el egoísmo y la comodidad de quedarnos en nosotros mismos. Junto al Señor sabremos hacer mejores, llevar a la santidad, a quienes tenemos más cerca, porque les transmitiremos la fe en Él. A lo largo de los siglos, ¡cuántos han transitado por la senda de la amistad hacia el Señor!
Mira a Cristo. Bien sabes que te considera entre sus íntimos. Somoslos amigos del Esposo, pues nos llama a participar de su predilección y de sus bienes. Referidas a Cristo, tienen su plenitud aquellas palabras del Libro del Eclesiástico: El amigo fiel no hay con qué pagarlo19. Mostró su fidelidad hasta dar su vida por cada uno de nosotros. Aprendamos de Él a ser amigos de nuestros amigos, y no dejemos de dar a estos lo mejor que tenemos: el amor a Jesús.
1 Lc 5, 33-39. — 2 1 Mac 9, 39. — 3 Cfr. Ex 34, 16; Is 54, 5; Jer 2, 2; Os 2, 18 ss. —4 Jn 3, 29. — 5 Cfr. Mt 12, 49-50. — 6 Jn 15, 9, 15. — 7 San Bernardo, Comentario al Cantar de los Cantares, 31, 7. — 8 Cfr. San Jerónimo, Comentario al Evangelio de San Mateo, 9, 9. — 9 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 943. — 10 Jn 11, 3. — 11 Jn11, 35-36. — 12 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 422. — 13 Cfr. ídem, Forja, n. 565. — 14 Eclo 6, 14-17. — 15 San Ambrosio, Sobre el oficio de los ministros, III, 125. —16 Ibídem. — 17 Eclo 22, 31. — 18 San Ambrosio, o. c., III, 126-127. — 19 Eclo 6, 14.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Santos Cleto y Donaciano
("Ilustre", en griego, el primero; "Regalado", en latín, el segundo)
Vivieron en el siglo V. Ambos fueron obispos. Cleto fue quemado vivo. Donaciano murió en el desierto, deportado por el Rey Hunerico, en torno al año 484.
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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Eleuterio, Santo Abad, 6 de septiembre
Abad Fue un santo abad del monasterio de San Marcos Evangelista en Espoleto. Debió ser un hombre de grandes y probadas virtudes por los relatos que se conocen de su vida a través del gran Papa Gregorio Magno que fue contemporáneo, conocido personal, amigo y hasta una de las personas que salió beneficiada del trato con el santo abad. De hecho, cuenta San Gregorio de su amigo que, un buen día y con una sola bendición, el abad Eleuterio consiguió curarlo de un vehemente deseo de ingerir alimentos que él sufría. Además, refiere el mismo Papa, su santidad era tan grande que hasta llegó a resucitar un muerto. |
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Fuente: Mercaba.org
Bertrán de Garrigue, Santo Presbítero Dominico, 6 de septiembre
Presbítero Martirologio Romano: En el monasterio cisterciense de Boschette (o Vauluisant), cerca de Orange, en la Provenza en Francia, memoria del beato Bertrán (Bertrando) de Garrigues, presbítero, uno de los primeros discípulos de santo Domingo y siempre fiel a sus consignas (1230). Tiempos de crisis y de profunda transformación social. El refinamiento y la frivolidad de costumbres penetraron en Occidente con el botín y las novedades importadas por los cruzados. Por otra parte, se apreció una sensible disminución del espíritu de sumisión y obediencia al Pontífice, como consecuencia natural de los ataques de los emperadores. Estas contiendas y, sobre todo, las Cruzadas agotaron los recursos de la Iglesia, que, sin embargo, sentía las necesidades de una Europa a oscuras, impotente para soportar la avalancha de las diversas invasiones de los pueblos bárbaros y paganos. |
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Onesiforo y Porfirio, Santos Mártires, 6 de septiembre
Mártires Martirologio Romano: Conmemoración también de san Onesíforo, que sirvió muchas veces a san Pablo en Efeso y, sin sentir vergüenza por sus cadenas, llegado a Roma, se interesó solícitamente por su suerte (s. I). Estos dos mártires, murieron en el año 80. El primero fue un fiel discípulo y colaborador de san Pablo. |
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Zacarías, Santo Profeta, 6 de septiembre
Profeta del Antiguo Testamento Martirologio Romano: Conmemoración de san Zacarías, profeta, vaticinador de la vuelta del pueblo desterrado a la tierra de promisión, anunciando al mismo tiempo que un rey pacífico, Cristo el Señor, entraría triunfante en la Ciudad Santa de Jerusalén, lo que se llevó a cumplimiento. Zacarías es uno de los profetas menores, a quien se atribuye el libro que lleva su nombre. Su nombre significa Yaveh Ha Recordado. Zacarías se llama a sí mismo hijo de Berekías hijo de Idó (Zac 1:1,7) pero en otros pasajes se omite el nombre de Berekías. Probablemente nació en algún lugar de Babilonia, puesto que su actividad profética empezó tan solo diecisiete años después del regreso del exilio, y es razonable pensar que para entonces tenía más de diecisiete años, aunque todavía se le consideraba joven. |
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Magno de Füssen, Santo Abad, 6 de septiembre
Abad Martirologio Romano: En el monasterio de Füssen, en Baviera (Alemania), san Magno, abad (s. VIII). SAN MAGNO DE FÜSSEN nació cerca de St. Gallen, en la actual Suiza, aunque son pocos los datos biográficos que se conocen de este santo. |
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Fuente: Santopedia.com
María de los Apóstoles (Teresa von Wüllenweber), Beata Cofundadora, Septiembre 5
Cofundadora de la Congregación de las Heemanas del Divino Salvador Martirologio Romano: En Roma, beata María de los Apóstoles (María Teresa) von Wüllenweber, virgen, alemana de origen, que, inflamada por el ardor misionero, fundó el Instituto de las Hermanas del Divino Salvador, en Tívoli, del Lacio (1907) |
Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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