JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 1-8
Gloria a ti, Señor.
Un hombre llamado Nicodemo, miembro del grupo de los fariseos y personaje importante entre los judíos, se presentó a Jesús de noche y le dijo:
"Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos; nadie, en efecto, puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él".
Jesús le contestó:
"Yo te aseguro que el que no nazca de lo alto no puede ver el reino de Dios".
Nicodemo repuso:
"¿Cómo es posible que un hombre vuelva a nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar de nuevo en el seno materno para nacer?"
Le respondió Jesús:
"Yo te aseguro que nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu. Lo que nace del hombre es humano; lo engendrado por el Espíritu, es espiritual. Que no te cause, pues, tanta sorpresa lo que te he dicho: "Tienen que nacer de lo alto". El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
lun 2a. Sem Pascua
Antífona de Entrada
Cristo resucitado ya no puede morir; la muerte ya no tiene dominio sobre él. Aleluya
Oración Colecta
Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, a quien confiadamente podemos llamar ya Padre nuestro, haz crecer en nuestros corazones el espíritu de hijos adoptivos tuyos, para que merezcamos gozar un día de la herencia que nos has prometido.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Se pusieron a orar y quedaron llenos del Espíritu Santo y anunciaron la palabra de Dios con valentía
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 4, 23-31
En aquellos días, tan pronto como Pedro y Juan quedaron en libertad, volvieron con los suyos y les contaron todo lo que les habían dicho los sumos sacerdotes y los ancianos. Al oír el relato, todos juntos invocaron a Dios, diciendo:
"Señor nuestro, tú has creado el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos; tú dijiste, mediante el Espíritu Santo por boca de nuestro antepasado David, tu siervo:
¿Por qué se alborotan las naciones y los pueblos maquinan vanos proyectos? Los reyes de la tierra conspiran y los príncipes se alían contra el Señor y contra su Mesías.
En esta ciudad, en efecto, se han reunido Herodes y Poncio Pilato, junto con extranjeros y gentes de Israel, contra tu santo siervo Jesús, al que ungiste, para hacer lo que tu poder y tu voluntad habían decidido de antemano que sucediera. Y ahora, Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos anunciar tu palabra con toda libertad. Manifiesta tu poder para que se realicen curaciones, señales y prodigios en el nombre de tu santo siervo Jesús".
Al terminar su oración, el lugar en que estaban reunidos tembló; todos quedaron llenos del Espíritu Santo y se pusieron a anunciar la palabra de Dios con toda valentía.
Palabra de Dios.
Salmo Responsorial
Sal 2, 1-3.4-6.7-9
Dichosos los que esperan en el Señor.
¿Por qué se amotinan las naciones y los pueblos hacen planes torpes? Se sublevan los reyes de la tierra y los príncipes se alían contra el Señor y contra su Mesías: "Rompamos sus cadenas, librémonos de su yugo".
Dichosos los que esperan en el Señor.
El que vive en el cielo se sonríe, mi Señor se ríe de ellos. Después les habla con ira, los espanta con su cólera: "Yo mismo he constituido a mi rey en Sión, mi monte santo".
Dichosos los que esperan en el Señor.
Voy a proclamar el decreto del Señor; él me ha dicho: "Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. Pídemelo, y te daré las naciones en herencia, en propiedad todos los países del mundo. Los romperás con cetro de hierro, los quebrarás como jarro de barro".
Dichosos los que esperan en el Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Si han resucitado con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios.
Aleluya.
Evangelio
El que no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 1-8
Gloria a ti, Señor.
Un hombre llamado Nicodemo, miembro del grupo de los fariseos y personaje importante entre los judíos, se presentó a Jesús de noche y le dijo:
"Maestro, sabemos que Dios te ha enviado para enseñarnos; nadie, en efecto, puede realizar los signos que tú haces, si Dios no está con él".
Jesús le contestó:
"Yo te aseguro que el que no nazca de lo alto no puede ver el reino de Dios".
Nicodemo repuso:
"¿Cómo es posible que un hombre vuelva a nacer siendo viejo? ¿Acaso puede entrar de nuevo en el seno materno para nacer?"
Le respondió Jesús:
"Yo te aseguro que nadie puede entrar en el reino de Dios si no nace del agua y del Espíritu. Lo que nace del hombre es humano; lo engendrado por el Espíritu, es espiritual. Que no te cause, pues, tanta sorpresa lo que te he dicho: "Tienen que nacer de lo alto". El viento sopla donde quiere; oyes su rumor, pero no sabes ni de dónde viene ni a dónde va. Lo mismo sucede con el que nace del Espíritu".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Señor, las ofrendas de tu Iglesia exultante de gozo; y ya que en la resurrección de tu Hijo nos diste motivo de tanta alegría, concédenos participar también del gozo eterno.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
El misterio pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte, y resucitando restauró la vida.
Por eso,
con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Antífona de la Comunión
Jesús se presentó en medio de sus discípulos y les dijo: "La paz sea con ustedes". Aleluya
Oración después de la Comunión
Oremos:
Mira, Señor, con bondad a estos hijos tuyos que has renovado por medio de los sacramentos, y condúcelos al gozo eterno de la resurrección.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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Dia 28/04 San Pedro Chanel (presbítero y mártir, rojo)
Antífona de Entrada
Estos son los hombres santos amigos de Dios, insignes predicadores del Evangelio.
Oración Colecta
Oremos:
Señor y Dios nuestro, tú que concediste a los pueblos infieles salir de las tinieblas a la luz de la verdad mediante la predicación de san Pedro Chanel concédenos, por su intercesión, permanecer firmes en la fe y constantes en la esperanza evangélica que él anunció.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Quiso Dios salvar a los creyentes mediante la predicación de la locura del Evangelio
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios
1, 17-25
Hermanos: No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y eso, no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. En efecto, la predicación de la cruz es una locura para los que van por el camino de la perdición; en cambio, para los que van por el camino de la salvación, para nosotros, es fuerza de Dios. Por eso dice la Escritura: "Anularé la sabiduría de los sabios e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes".
¿Acaso hay entre ustedes algún sabio, algún erudito, algún filósofo? ¿Acaso no ha demostrado Dios que tiene por locura la sabiduría de este mundo? En efecto, puesto que mediante su propia sabiduría, el mundo no reconoció a Dios en las obras de su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la predicación de la locura del Evangelio.
Por su parte, los judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres.
Palabra de Dios.
Tea alabamos Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 116
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Que alaben al Señor todos los pueblos, que todas las naciones lo festejen.
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre.
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor , y haré de ustedes pescadores de hombres.
Aleluya.
Evangelio
Los haré pescadores de hombres
Ý Lectura del santo Evangelio según san Marcos
1, 14-20
Gloria a ti, Señor.
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía:
"Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio".
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús le dijo:
"Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor todopoderoso, el sacrificio que vamos a ofrecerte en honor de san Pedro Chanel y a cuantos celebramos los misterios de la pasión de tu Hijo, concédenos imitarlo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de San Pedro Chanel, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
Yo mismo apacentaré mis ovejas, dice el Señor; yo les buscaré un lugar para su descanso
Oración después de la Comunión
Oremos:
Por la gracia de este sacramento, confirma, Señor, a tus hijos en la verdad de la fe, para que den testimonio de ella con las palabras y las obras, a ejemplo de san Pedro Chanel, que consagró su vida a propagarla.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
Pascua. 2ª semana. Lunes
LA IMAGINACIÓN
— Necesidad de la mortificación interior para tener vida sobrenatural.
— Mortificación de la imaginación.
— El buen uso de la imaginación en la oración.
I. El Evangelio de la Misa1 nos relata el diálogo entrañable de aquella noche entre Jesús y Nicodemo. Este hombre se siente removido por la predicación y por los milagros del Maestro y experimenta la necesidad de saber más. Muestra con Jesús gran delicadeza: Rabbí, Maestro mío, le llama.
Nicodemo le pregunta por su misión, quizá todavía con la duda de si es un profeta más o si es el Mesías: sabemos –le dice– que has venido de parte de Dios como Maestro, pues nadie puede hacer los prodigios que tú haces si Dios no está con él. Y el Señor le responde de una manera insospechada; Nicodemo le pregunta por su misión, y Jesús le revela una verdad asombrosa: es preciso nacer de nuevo. Se trata de un nacimiento espiritual por el agua y el Espíritu Santo: es un mundo completamente nuevo el que se abre ante los ojos de Nicodemo.
Las palabras del Señor constituyen también un horizonte sin límites para el adelantamiento espiritual de cualquier cristiano que se deje llevar dócilmente por las inspiraciones y mociones del Espíritu Santo. Porque la vida interior no consiste solo en adquirir una serie de virtudes naturales o en guardar determinadas formas de piedad. Es una transformación completa y un nacer de nuevo, lo que el Señor nos pide: Tenéis que despojaros del hombre viejo según el cual habéis vivido en vuestra vida pasada2, anunciaba San Pablo a los fieles de Éfeso.
Esta transformación interior es ante todo obra de la gracia en el alma, pero requiere también nuestra colaboración a través de una mortificación de la inteligencia, de los recuerdos, de la imaginación..., cuyo fruto es la purificación de nuestras potencias, necesaria para que la vida de Cristo se desarrolle plenamente en nosotros. Muchos cristianos no avanzan en su trato con Dios, en la oración, por haber descuidado esta mortificación interior, sin la cual la mortificación externa pierde su apoyo.
La imaginación es indudablemente una facultad muy útil, porque el alma, que está unida al cuerpo, no puede pensar sin imágenes. El Señor hablaba a la gente por medio de parábolas, expresando en imágenes las verdades más profundas, y hemos visto que también sigue este camino en la conversación con Nicodemo. Del mismo modo, la imaginación puede ser una gran ayuda en la vida interior, para la contemplación de la vida del Señor, de los misterios del Rosario... "Pero para que sea provechosa y útil, la imaginación ha de ir dirigida por la recta razón esclarecida por la fe. De lo contrario, podría convertirse, como se la ha llamado, en "la loca de la casa"; nos separa de la consideración de las cosas divinas y nos arrastra hacia las cosas vanas, insustanciales, fantásticas y aun prohibidas. En el mejor de los casos nos lleva al ensueño, de donde nace el sentimentalismo tan opuesto a la verdadera piedad"3.
Dada nuestra condición después del pecado original, el sometimiento de la imaginación a la razón solo puede conseguirse habitualmente con mortificación, "haciendo que así deje de ser la loca de la casa y se concrete a su fin propio, que es servir a la inteligencia iluminada por la fe"4.
II. Dejar suelta la imaginación supone, en primer lugar, perder el tiempo, que es un don de Dios y parte del patrimonio que el Señor nos ha dado. "Aleja de ti esos pensamientos inútiles que, por lo menos, te hacen perder el tiempo"5, nos aconseja el autor de Camino. Además, la imaginación perdida así en sueños fantásticos y estériles, es un campo abonado para que en él aparezcan un buen número de tentaciones voluntarias, que convierten los pensamientos inútiles en verdadera ocasión de pecado6.
Cuando no hay esa mortificación interior, los sueños de la imaginación giran frecuentemente alrededor de los propios talentos, de lo bien que se ha quedado en una determinada actuación, en la admiración –quizá también irreal– que se despierta ante unas determinadas personas o en el propio ambiente... Y así, lo que comenzó siendo un pensamiento inútil deriva hasta llegar a perder la rectitud de intención que se había mantenido hasta entonces, y la soberbia, siempre al acecho, toma cuerpo de lo que en un principio parecía algo inocente. Luego, la soberbia, si no se le pone freno, tiende a destruir lo que de bien encuentra a su paso. De modo particular destruye una buena parte de la atención que merecen los demás impidiéndonos caer en la cuenta de sus necesidades y ejercer la caridad. "El horizonte del orgullo es terriblemente limitado: se agota en él mismo. El orgulloso no logra mirar más allá de su persona, de sus cualidades, de sus virtudes, de su talento. El suyo es un horizonte sin Dios. Y en este panorama tan mezquino ni siquiera aparecen los demás: no hay sitio para ellos"7.
Otras veces, cuando la imaginación se entretiene juzgando el modo de actuar de otros, se emiten fácilmente juicios negativos y poco objetivos, porque cuando no se ve a los demás con comprensión, con deseos de ayudarles, se tiene de ellos una visión injustamente parcial. Cuando se examina a alguien sin la caridad de la comprensión, se juzga con frialdad su conducta, sin tener en cuenta los motivos que haya podido tener esa persona para actuar, o se le atribuye gratuitamente, sin fundamento, lo malo o lo menos bueno. Solo Dios penetra en las cosas ocultas, lee la verdad de los corazones, da el verdadero valor a todas las circunstancias. Por ligereza culpable, estos pensamientos inútiles llevan al juicio temerario, que nace de un corazón poco recto, en el que falta la presencia de Dios. La mortificación interior en los pensamientos inútiles hubiera evitado esta falta interna de caridad, que aleja de Dios y de los demás. "La causa de tantos juicios temerarios es el considerarlos como cosa de poca importancia; y, no obstante, si se trata de materia grave, se pueden cometer pecados graves"8.
Frecuentemente, si no estamos atentos para cortar con los pensamientos inútiles y ofrecer al Señor esa mortificación, la imaginación rodará alrededor de uno mismo, creando situaciones ficticias, poco o nada compatibles con la vocación cristiana de un hijo de Dios, que ha de tener su corazón puesto en Él. Estos pensamientos enfrían el corazón, alejan de Dios, y luego se hace más costoso ese clima de diálogo con el Señor en medio de nuestras ocupaciones.
Examinemos hoy en nuestra oración cómo llevamos esa mortificación interior que tanto ayuda a mantener la presencia del Señor en nuestra vida, y que evita tantos inconvenientes, tentaciones y pecados. Vale la pena que lo meditemos seriamente, con hondura y deseos de sacar propósitos eficaces.
III. La mortificación de la imaginación trae innumerables bienes al alma; no es tarea puramente negativa, no está en la frontera del pecado, sino en el terreno de la presencia de Dios, del Amor. En primer lugar, purifica el alma y la dispone para vivir mejor la presencia de Dios, hace que aprovechemos bien el tiempo dedicado a la oración, pues es la imaginación con sus fantasías la que impide con frecuencia el diálogo con el Señor, la que distrae cuando más atentos deberíamos estar, como es en la Santa Misa y en la Comunión... La mortificación de la imaginación nos permite aprovechar mejor el tiempo en el trabajo, haciéndolo a conciencia, santificándolo...; en el terreno de la caridad, nos facilita estar pendientes de los demás en lugar de estar ensimismados, metidos en ensueños.
Por otra parte, la imaginación purificada mediante una constante mortificación, desechando a tiempo los pensamientos inútiles, debe ocupar un lugar importante en la vida interior, en el trato con Dios: nos ayuda a meditar las escenas del Evangelio, acompañando a Jesús en sus años de Nazaret junto a José y a María, en su vida pública, seguido de los Apóstoles. De modo particular, nos prestará una gran ayuda para contemplar frecuentemente la Pasión de Nuestro Señor y los misterios del santo Rosario.
"Mezclaos con frecuencia entre los personajes del Nuevo Testamento –aconsejaba San Josemaría Escrivá–. Saboread aquellas escenas conmovedoras en las que el Maestro actúa con gestos divinos y humanos, o relata con giros humanos y divinos la historia sublime del perdón, la de su Amor ininterrumpido por sus hijos. Esos trasuntos del Cielo se renuevan también ahora, en la perennidad actual del Evangelio"9.
"Si en ocasiones no os sentís con fuerza para seguir las huellas de Jesucristo, cambiad palabras de amistad con los que le conocieron de cerca mientras permaneció en esta tierra nuestra. Con María, en primer lugar, que lo trajo para nosotros. Con los Apóstoles. Varios gentiles se llegaron a Felipe, natural de Betsaida, en Galilea, y le hicieron esta súplica: deseamos ver a Jesús. Felipe fue y lo dijo a Andrés, y Andrés y Felipe juntos se lo dijeron a Jesús (Jn 12, 20-22). ¿No es cierto que esto nos anima? Aquellos extranjeros no se atreven a presentarse al Maestro, y buscan un buen intercesor (...).
"Yo te aconsejo que, en tu oración, intervengas en los pasajes del Evangelio, como un personaje más. Primero te imaginas la escena o el misterio, que te servirá para recogerte y meditar. Después aplicas el entendimiento, para considerar aquel rasgo de la vida del Maestro: su Corazón enternecido, su humildad, su pureza, su cumplimiento de la Voluntad del Padre. Luego cuéntale lo que a ti en estas cosas te suele suceder, lo que te pasa, lo que te está ocurriendo. Permanece atento, porque quizá Él querrá indicarte algo: y surgirán esas mociones interiores, ese caer en la cuenta, esas reconvenciones"10.
Así imitaremos a la Santísima Virgen, que guardaba todas estas cosas –los sucesos de la vida del Señor– y las meditaba en su corazón11.
1 Jn 3, 1-8. — 2 Ef 4, 22. — 3 R. Garrigou-Lagrange, Las tres edades de la vida interior, Palabra, Madrid 1975, vol. I, p. 398. — 4 Ibídem, p. 399. — 5 San Josemaría Escrivá. Camino, n. 13. — 6 Cfr. ídem, Surco, n. 135. — 7 S. Canals, Ascética meditada, p. 87. — 8 Santo Cura de Ars, Sermón sobre el juicio temerario. — 9 San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios, 216. — 10 Ibídem, 252-253. — 11 Lc 2, 19.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Luis María
Grignon de Montfort
Fundador
(1716)
"A quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace muy
devoto de la Virgen María".
- San Luis de Montfort
El libro de San Luis, Tratado de la verdadera devoción a la Virgen María, se ha propagado por todo el mundo con enorme provecho para sus lectores. El Papa Juan Pablo II tomó como lema una frase que repetía mucho este gran santo:
"Soy todo tuyo Oh María, y todo cuanto tengo, tuyo es".
SU VIDA
Es el fundador de los padres Montfortianos y de las Hermanas de la Sabiduría. Nació en Montfort, Francia, en 1673. Era el mayor de una familia de ocho hijosDesde muy joven fue un gran devoto de la Santísima Virgen. A los 12 años ya la gente lo veía pasar largos ratos arrodillado ante la estatua de la Madre de Dios. Antes de ir al colegio por la mañana y al salir de clase por la tarde, iba a arrodillarse ante la imagen de Nuestra Señora y allí se quedaba como extasiado. Cuando salía del templo después de haber estado rezando a la Reina Celestial, sus ojos le brillaban con un fulgor especial.
Luis no se contentaba con rezar. Su caridad era muy práctica. Un día al ver que uno de sus compañeros asistía a clase con unos harapos muy humillantes, hizo una colecta entre sus compañeros para conseguirle un vestido y se fue donde el sastre y le dijo: "Mire, señor: los alumnos hemos reunido un dinero para comprarle un vestido de paño a nuestro compañero, pero no nos alcanza para el costo total. ¿Quiere usted completar lo que falta?". El sastre aceptó y le hizo un hermoso traje al joven pobre.
El papá de Luis María era sumamente colérico, un hombre muy violento. Los psicólogos dicen que si Montfort no hubiera sido tan extraordinariamente devoto de la Virgen María, habría sido un hombre colérico, déspota y arrogante porque era el temperamento que había heredado de su propio padre. Pero nada suaviza tanto la aspereza masculina como la bondad y la amabilidad de una mujer santa. Y esto fue lo que salvó el temperamento de Luis. Cuando su padre estallaba en arrebatos de mal humor, el joven se refugiaba en sitios solitarios y allí rezaba a la Virgen amable, a la Madre del Señor. Y esto lo hará durante toda su vida. En sus 43 años de vida, cuando sea incomprendido, perseguido, insultado con el mayor desprecio, encontrará siempre la paz orando a la Reina Celestial, confiando en su auxilio poderoso y desahogando en su corazón de Madre, las penas que invaden su corazón de hijo.
Con grandes sacrificios logró conseguir con qué ir a estudiar al más famoso seminario de Francia, el seminario de San Suplicio en París. Allí sobresalió como un seminarista totalmente mariano. Sentía enorme gozo en mantener siempre adornado de flores el altar de la Santísima Virgen.
Luis Grignon de Montfort será un gran peregrino durante su vida de sacerdote. Pero cuando él era seminarista concedían un viaje especial a un Santuario de la Virgen a los que sobresalieran en piedad y estudio. Y Luis se ganó ese premio. Se fue en peregrinación al Santuario de la Virgen en Chartres. Y al llegar allí permaneció ocho horas seguidas rezando de rodillas, sin moverse. ¿Cómo podía pasar tanto tiempo rezando así de inmóvil? Es que él no iba como algunos de nosotros a rezar como un mendigo que pide que se le atienda rapidito para poder alejarse. El iba a charlas con sus dos grandes amigos, Jesús y María. Y con ellos las horas parecen minutos.
Su primera Misa quiso celebrarla en un altar de la Virgen, y durante muchos años la Catedral de Nuestra Señora de París fue su templo preferido y su refugio.
Montfort dedicó todas sus grandes cualidades de predicador y de conductor de multitudes a predicar misiones para convertir pecadores. Grandes multitudes lo seguían de un pueblo a otro, después de cada misión, rezando y cantando. Se daba cuenta de que el canto echa fuera muchos malos humores y enciende el fervor. Decía que una misión sin canto era como un cuerpo sin alma. El mismo componía la letra de muchas canciones a Nuestro Señor y a la Virgen María y hacía cantar a las multitudes. Llegaba a los sitios más impensados y preguntaba a las gentes: "¿Aman a Nuestro Señor? ¿Y por qué no lo aman más? ¿Ofenden al buen Dios? ¿Y porqué ofenderlo si es tan santo?".
Era todo fuego para predicar. Donde Montfort llegaba, el pecado tenía que salir corriendo. Pero no era él quien conseguía las conversiones. Era la Virgen María a quien invocaba constantemente. Ella rogaba a Jesús y Jesús cambiaba los corazones. Después de unos Retiros dejó escrito: "Ha nacido en mí una confianza sin límites en Nuestro Señor y en su Madre Santísima". No tenía miedo ni a las cantinas, ni a los sitios de juego, ni a los lugares de perdición. Allí se iba resuelto a tratar de quitarse almas al diablo. Y viajaba confiado porque no iba nunca solo. Consigo llevaba el crucifijo y la imagen de la Virgen, y Jesús y María se comportaban con él como formidables defensores.
A pie y de limosna se fue hasta Roma, pidiendo a Dios la eficacia de la palabra, y la obtuvo de tal manera que al oír sus sermones se convertían hasta los más endurecidos pecadores. El Papa Clemente XI lo recibió muy amablemente y le concedió el título de "Misionero Apostólico", con permiso de predicar por todas partes.
En cada pueblo o vereda donde predicaba procuraba dejar una cruz, construida en sitio que fuera visible para los caminantes y dejaba en todos un gran amor por los sacramentos y por el rezo del Santo Rosario. Esto no se lo perdonaban los herejes jansenistas que decían que no había que recibir casi nunca los sacramentos porque no somos dignos de recibirlos. Y con esta teoría tan dañosa enfriaban mucho la fe y la devoción. Y como Luis Montfort decía todo lo contrario y se esforzaba por propagar la frecuente confesión y comunión y una gran devoción a Nuestra Señora, lo perseguían por todas partes. Pero él recordaba muy bien aquellas frases de Jesús: "El discípulo no es más que su maestro. Si a Mí me han perseguido y me han inventado tantas cosas, así os tratarán a vosotros". Y nuestro santo se alegraba porque con las persecuciones se hacía más semejante al Divino Maestro.
Antes de ir a regiones peligrosas o a sitios donde mucho se pecaba, rezaba con fervor a la Sma. Virgen, y adelante que "donde la Madre de Dios llega, no hay diablo que se resista". Las personas que habían sido víctimas de la perdición se quedaban admiradas de la manera tan franca como les hablaba este hombre de Dios. Y la Virgen María se encargaba de conseguir la eficacia para sus predicaciones.
San Luis de Montfort fundó unas Comunidades religiosas que han hecho inmenso bien en las almas. Los Padres Montfortianos (a cuya comunidad le puso por nombre "Compañía de María") y las Hermanas de la Sabiduría.
Murió San Luis el 28 de abril de 1716, a la edad de 43 años, agotado de tanto trabajar y predicar.
ORACIÓN
San Luis Grignon de Montfort, ruega a la Virgen Santísima
que nos envíe muchos apóstoles que, como tú, se dediquen
a hacer y a amar más y más a Jesús.
Sobre la tumba de San Luis de Montfort dice:
¿Qué miras, caminante? Una antorcha apagada, un hombre a quien el fuego del amor consumió, y que se hizo todo para todos, Luis María Grignon Montfort.
¿Preguntas por su vida? No hay ninguna más íntegra, ¿Su penitencia indagas? Ninguna más austera. ¿Investigas su celo? Ninguno más ardiente. ¿Y su piedad Mariana? Ninguno a San Bernardo más cercano.
Sacerdote de Cristo, a Cristo reprodujo en su conducta, y enseñó en sus palabras. Infatigable, tan sólo en el sepulcro descansó, fue padre de los pobres, defensor de los huérfanos, y reconciliador de los pecadores.
Su gloriosa muerte fue semejante a su vida. Como vivió, murió.
Maduro para Dios, voló al cielo a los 43 años de edad.
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Pedro Chanel, Santo Sacerdote y Mártir, Abril 28
Sacerdote y Mártir Futuna es una pequeña "expresión geográfica", una de las islas Fiji, señalada en los mapas con un punto entre el ecuador y el trópico de Capricornio en el inmenso océano Pacífico. Hoy es una posesión francesa, meta de turistas amantes de lo exótico. Los habitantes son católicos y viven una vida pacífica. Pero hace 140 años, precisamente el 12 de noviembre de 1837, cuando desembarcó allí el misionero marista Pedro Chanel, junto con un compañero laico, la isla estaba dividida por dos tribus continuamente en guerra. |
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Fuente: Franciscanos.net
Luquesio y Buonadonna de Poggibonsi, Beatos Terciarios Franciscanos, Abril 28
Luquesio nació en Gaggiano, caserío del Chianti. Siempre había deseado seguir la carrera de las armas y era del partido de los Güelfos. Pero después de haber participado en las luchas políticas a sus propias expensas, decidió retirarse y se trasladó a Poggibonsi (Siena), donde comenzó a ejercer el comercio con lo cual recuperó su holgura económica perdida en las lides políticas. Casado, era muy consciente de que una mujer es muy buena si no malgasta la hacienda. Pero poco a poco, de avaro que era, comenzó a ser generoso y fue acercándose paulatinamente a las prácticas piadosas, al igual que su mujer. |
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Fuente: Montfort.org
María Luisa de Jesús, Beata Cofundadora, Abril 28
Cofundadora de las Hijas de la Sabiduría María Luisa Trichet (en religión María Luisa de Jesús), con San Luis María Grignion de Montfort, es la cofundadora de la Congregación de las religiosas, llamadas Hijas de la Sabiduría. |
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Teodora y Didimo o Dimas, Santos Mártires en Alejandría, Abril 28
Mártires en Alejandría Etimológicamente significa "don de Dios" y " doble, gemelo, compañero". Vienen de la lengua griega. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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