JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos:
"Les aseguro que quien no entra por la puerta al corral de las ovejas, sino por otra parte, es ladrón y bandido. El pastor de las ovejas entra por la puerta. A éste le abre el guardián y las ovejas escuchan su voz; él las llama por su nombre y las saca fuera del corral. Cuando han salido todas las suyas, se pone al frente de ellas, y las ovejas lo siguen, pues conocen su voz. En cambio, nunca siguen a un extraño, sino que huyen de él, porque su voz les resulta desconocida".
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no comprendieron su significado. Entonces añadió Jesús:
"Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes que yo, eran
ladrones y bandidos, por eso las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta. Todo el que entre en el corral de las ovejas por esta puerta, estará a salvo, y sus esfuerzos por buscar el alimento no serán en vano. El ladrón va al rebaño únicamente para robar, matar y destruir. Yo he venido para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
lun 4a. Sem Pascua
Antífona de Entrada
El agricultor aguarda paciente el fruto valioso de la tierra, mientras recibe la lluvia temprana y tardía. Aleluya.
Oración Colecta
Oremos:
Señor, Dios nuestro, que en la humildad y sencillez de san Isidro labrador nos dejaste un ejemplo de vida escondida en ti con Cristo; concédenos que el trabajo de cada día humanice nuestro mundo y sea al mismo tiempo plegaria de alabanza a tu nombre.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
También a los paganos les ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 1-18
En aquellos días, los apóstoles y los hermanos que vivían en Judea se enteraron de que también los paganos habían recibido la palabra de Dios. Y cuando Pedro fue a Jerusalén, los partidarios de la circuncisión le reprochaban:
"Entraste en casa de incircuncisos y comiste con ellos".
Entonces Pedro comenzó a darles una explicación punto por punto:
"Yo estaba en Jafa orando, cuando caí en éxtasis y tuve una visión. Una especie de lienzo grande, colgado por las cuatro puntas, descendía desde el cielo, y vino hasta mí. Yo lo miraba con atención y vi que estaba lleno de animales: cuadrúpedos, bestias, reptiles y aves. Entonces oí una voz que me decía:
"Pedro, levántate, mata y come".
Yo respondí:
"De ninguna manera, Señor; jamás ha entrado en mi boca nada profano o impuro".
Pero la voz me habló por segunda vez desde el cielo y me dijo:
"Lo que Dios ha hecho puro, no lo consideres tú impuro".
Esto se repitió tres veces, y después todo fue retirado de nuevo al cielo. En ese mismo momento, se presentaron en la casa donde estábamos tres hombres que habían enviado desde Cesarea para buscarme. Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. Vinieron conmigo también estos seis hermanos, y entramos en la casa de aquel hombre. El nos contó cómo había visto un ángel que se presentó en su casa y le dijo:
"Manda que vayan a Jafa en busca de Simón, llamado Pedro; sus palabras te traerán la salvación a ti y a todos los de tu casa".
Apenas había yo comenzado a hablar, cuando el Espíritu Santo descendió sobre ellos, como sucedió con nosotros al principio. Entonces recordé aquello que había dicho el Señor:
"Juan bautizó con agua, pero ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo".
Por tanto, si Dios les había dado a ellos el mismo don que a nosotros por creer en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios?
Al oír esto, se calmaron y alabaron a Dios diciendo:
"¡También a los paganos les ha concedido Dios la conversión que lleva a la vida!"".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 41, 2-3; 42, 3.4
Tengo sed de Dios, del Dios vivo.
Como busca el venado corrientes de agua, así, Dios mío, te busca todo mi ser. Tengo sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
Tengo sed de Dios, del Dios vivo.
Envíame tu luz y tu verdad, que ellas me guíen, y me lleven a tu santo monte, hasta tu morada.
Tengo sed de Dios, del Dios vivo.
Y me acercaré al altar de Dios, al Dios de mi alegría, y te daré gracias con el arpa, Dios, Dios mío.
Tengo sed de Dios, del Dios vivo.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor; yo conozco a mis ovejas y ellas me conocen.
Aleluya.
Evangelio
El buen pastor da la vida por sus ovejas
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 1-10
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a los fariseos:
"Les aseguro que quien no entra por la puerta al corral de las ovejas, sino por otra parte, es ladrón y bandido. El pastor de las ovejas entra por la puerta. A éste le abre el guardián y las ovejas escuchan su voz; él las llama por su nombre y las saca fuera del corral. Cuando han salido todas las suyas, se pone al frente de ellas, y las ovejas lo siguen, pues conocen su voz. En cambio, nunca siguen a un extraño, sino que huyen de él, porque su voz les resulta desconocida".
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no comprendieron su significado. Entonces añadió Jesús:
"Les aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes que yo, eran
ladrones y bandidos, por eso las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta. Todo el que entre en el corral de las ovejas por esta puerta, estará a salvo, y sus esfuerzos por buscar el alimento no serán en vano. El ladrón va al rebaño únicamente para robar, matar y destruir. Yo he venido para dar vida a los hombres y para que la tengan en plenitud".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta y santifica, Señor, estos dones de pan y de vino, fruto de la tierra que cultivó san Isidro labrador regándola con el sudor de su frente.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La gloria de los santos
En verdad es justo darte gracias y deber nuestro glorificarte, Padre santo, porque manifiestas tu gloria en la asamblea de los santos, y, al coronar sus méritos, coronas tu propia obra.
Tú nos ofreces el ejemplo de su vida, la ayuda de su intercesión y la participación en su destino, para que, animados por su presencia alentadora, luchemos sin desfallecer en la carrera y alcancemos, como ellos, la corona de gloria que no se marchita, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con la multitud de los santos, te cantamos sin cesar el himno de alabanza:
Antífona de la Comunión
Oró y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos. Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te pedimos, Señor, que el alimento santo que hemos recibido sea en nosotros siembra prometedora de cosecha abundante de caridad, para que, a imitación de san Isidro, cuya memoria hemos celebrado,
sepamos compartir nuestro pan de cada día con nuestros hermanos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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Dia 12/05-1 San Pancracio (Mártir, rojo)
Antífona de Entrada
Este santo luchó hasta la muerte por la ley de Dios y no se aterrorizó ante la amenaza de los impíos, pues estaba afianzado sobre roca firme.
Oración Colecta
Oremos:
Dios omnipotente y misericordioso, que mantuviste firme en medio de los tormentos a tu santo mártir Pancracio; protege a quienes celebramos hoy su triunfo, para que no caigamos nunca en las tentaciones del enemigo.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Señor Jesús, recibe mi espíritu
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles
7, 55-60
En aquellos días, Esteban, lleno del Espíritu Santo, miró al cielo, vio la gloria de Dios y a Jesús, que estaba de pie a la derecha de Dios, y dijo:
"Estoy viendo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pié a la derecha de Dios".
Entonces los miembros del sanedrín gritaron con fuerza, se taparon los oídos y todos a una se precipitaron sobre él. Lo sacaron fuera de la ciudad y empezaron a apedrearlo. Los falsos testigos depositaron sus mantos a los pies de un joven, llamado Saulo.
Mientras lo apedreaban, Esteban repetía esta oración: "Señor Jesús, recibe mi espíritu. Después se puso de rodillas y dijo con fuerte voz:
"Señor, no les tomes en cuenta este pecado".
Diciendo esto, se durmió en el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 102
Bendice al Señor, alma mía.
Bendice al Señor, alma mía, y todo lo que soy, su santo nombre. Bendice al Señor, alma mía, y no eches al olvido sus favores.
Bendice al Señor, alma mía.
Pues el Señor perdona tus pecados y tus dolencias cura; él rescata tu vida del sepulcro y te colma de amor y de ternura.
Bendice al Señor, alma mía.
El Señor es clemente y bondadoso, lento al enojo, pronto a la indulgencia; no está siempre acusando ni su rencor por siglos alimenta.
Bendice al Señor, alma mía.
Como un padre amoroso con su hijo así es tierno el Señor con quien lo quiere; pues sabe bien de lo que estamos hechos y no olvida que somos barro débil.
Bendice al Señor, alma mía.
El amor del Señor por siempre permanece, y su justicia llega hasta los hijos y a la generación siguiente de los hombres que cumplen con su alianza y sus leyes recitan y obedecen.
Bendice al Señor, alma mía.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Quien permanece en el amor, permanece en Dios, y Dios en él, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán
Ý Lectura del santo Evangelio según san Juan
15, 18-21
En aquel tiempo, Jesús a sus discípulos:
"Si el mundo los odia, sepan que me ha odiado a mí antes que a ustedes. Si fueran del mundo, el mundo los amaría como cosa suya; pero el mundo los odia porque no son del mundo, pues al elegirlos, yo los he separado del mundo.
Acuérdense de lo que les dije: "
el siervo no es superior a su Señor". Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán, y el caso que han hecho de mis palabras lo harán de las de ustedes. Todo esto se lo van a hacer por mi causa, pues no conocen a aquel que me envío".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Santifica, Señor, con tu bendición estas ofrendas y enciende en nosotros ese amor a ti, por el que tu santo mártir Pancracio fue capaz de soportar todos los tormentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Testimonio y ejemplo de los mártires
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque la sangre del glorioso mártir san Pancracio, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo si cesar:
Antífona de la Comunión
Si alguno quiere venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que tome su cruz y que me siga, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el sacramento que hemos recibido nos dé, Señor, la misma fortaleza con la que tu santo mártir Pancracio fue fiel en tu servicio y generoso en el sufrimiento.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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Día 12/05-2 Santos Nereo y Aquiles (Mártires Rojo)
Antífona de Entrada
Los santos, que siguieron las huellas de Cristo, viven gozosos en el cielo. Derramaron la sangre por su amor; por eso se alegran con Cristo para siempre.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Señor, que nuestras oraciones nos sirven de alegría y ayuda, para que, al celebrar la fiesta anual de los santos mártires san Nereo y Aquiles, imitemos su constancia en la fe.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Son los que han pasado por la gran persecución.
Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan
7, 9-17
Yo, Juan, vi una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa:
"¡La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!"
Y todos los ángeles que estaban alrededor del trono, de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, cayeron rostro en tierra delante del trono y adoraron a Dios, diciendo:
"Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza, se le deben para siempre a nuestro Dios".
Entonces uno de los ancianos me preguntó:
"¿Quiénes son y de dónde han venido los que llevan la túnica blanca?"
Yo le respondí:
"Señor mío, tú eres quien lo sabe".
Entonces él me dijo:
"Son los que han pasado por la gran persecución y han lavado y blanqueado su túnica con la sangre del Cordero. Por eso están ante el trono de Dios y le sirven día y noche en su templo, y el que está sentado en el trono los protegerá continuamente.
Ya no sufrirán hambre ni sed, no los quemará el sol ni los agobiará el calor. Porque el Cordero, que está en medio del trono, será su pastor y los conducirá a las fuentes del agua de la vida, y Dios enjugará de sus ojos toda lágrima".
Palabra de Dios.
Te alabamos Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 123
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.
De no estar el Señor de nuestra parte cuando nos perseguían nos habrían ahí tragado vivos; contra nosotros tanto ardía su ira.
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.
Las aguas nos habrían arrollado, nos habría el torrente sumergido; tragado nos habría el turbulento río.
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.
Las redes se rompieron y escapamos de ellas. Nuestra ayuda nos viene del Señor que hizo el cielo y la tierra.
Nuestra alma se salvó como un ave de la trampa del cazador.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
Los llevarán a ustedes ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos
Ý Lectura del santo Evangelio según san Mateo
10, 17-22
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus apóstoles:
"Cuídense de la gente, porque los llevarán a los tribunales, los azotarán en las sinagogas, los llevarán ante gobernadores y reyes por mi causa; así darán testimonio de mí ante ellos y ante los paganos. Pero, cuando los enjuicien, no se preocupen por lo que van a decir o por la forma de decirlo, porque en ese momento se les inspirará lo que han de decir. Pues no serán ustedes los que hablen, sino el Espíritu de su Padre el que hablará por ustedes.
El hermano entregará a su hermano a la muerte, y el padre a su hijo; los hijos se levantarán contra sus padres y los matarán; todos los odiarán a ustedes por mi causa, pero el que persevere hasta el fin, se salvará".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Recibe, Padre santo, las ofrendas que te presentamos en la fiesta de tus mártires Nereo y Aquiles; y concédenos la gracia de permanecer siempre firmes en la confesión de tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Testimonio y ejemplo de los mártires
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque la sangre de los gloriosos mártires san Nereo y Aquileo derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo si cesar:
Antífona de la Comunión
Ustedes son los que han perseverado conmigo en mis pruebas, y yo les transmito el Reino, dice el Señor: comerán y beberán a mi mesa en mi Reino.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor y Dios nuestro, que iluminaste el misterio de la cruz en la muerte gloriosa de tus mártires; escucha nuestra súplica y haz que, fortalecidos por este sacrificio, nos unamos a Cristo fielmente y trabajemos en la Iglesia por la salvación de todos los hombres.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
Pascua. 4ª semana. Lunes
DESEOS DE SANTIDAD
— Querer ser santos es el primer paso necesario para recorrer el camino hasta el final. Deseos sinceros y eficaces.
— El aburguesamiento y la tibieza matan los deseos de santidad. Estar vigilantes.
— Contar con la gracia de Dios y con el tiempo. Evitar el desánimo en la lucha por mejorar.
I. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. Como el ciervo desea las fuentes de las aguas, así te desea mi alma, oh Dios... ¿Cuándo vendré y apareceré ante la cara de Dios?1. Así rezamos en la liturgia de la Misa. El ciervo que busca saciar su sed en la fuente es la figura que emplea el salmista para descubrir el deseo de Dios que anida en el corazón de un hombre recto: ¡sed de Dios, ansias de Dios! He aquí la aspiración de quien no se conforma con los éxitos que el mundo ofrece para satisfacer las ilusiones humanas. ¿De qué le sirve al hombre ganar todo el mundo, si luego pierde su alma?2. Esta pregunta de Jesús nos sitúa de un modo radical ante el grandioso horizonte de nuestra vida, de una vida cuya razón última está en Dios. ¡Mi alma tiene sed de Dios! Los santos fueron hombres y mujeres que tuvieron un gran deseo de saciarse de Dios, aun contando con sus defectos. Cada uno de nosotros puede preguntarse: ¿tengo verdaderamente ganas de ser santo? Es más, ¿me gustaría ser santo? La respuesta sería afirmativa, sin duda: sí. Pero debemos procurar que no sea una respuesta teórica, porque la santidad para algunos puede ser «un ideal inasequible, un tópico de la ascética, pero no un fin concreto, una realidad viva»3. Nosotros queremos hacerla realidad con la gracia del Señor.
Así te desea mi alma, oh Dios. Hemos de comenzar por fomentar en nuestra alma el deseo de ser santos, diciendo al Señor: «quiero ser santo»; o, al menos, si me encuentro flojo y débil, «quiero tener deseos de ser santo». Y para que se disipe la duda, para que la santidad no se quede en sonido vacío, volvamos nuestra mirada a Cristo: «El divino Maestro y Modelo de toda perfección, el Señor Jesús, predicó a todos y cada uno de sus discípulos, cualquiera que fuese su condición, la santidad de vida, de la que Él es iniciador y consumador: Sed, pues, perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto (Mt 5, 48)»4.
Él es el iniciador. Si no fuera así, nunca se nos habría ocurrido la posibilidad de aspirar a la santidad. Pero Jesús la plantea como un mandato: sed perfectos, y por eso no es extraño que la Iglesia haga sonar con fuerza esas palabras en los oídos de sus hijos: «Quedan, pues, invitados y aun obligados todos los fieles cristianos a buscar insistentemente la santidad y la perfección dentro de su estado»5.
Como consecuencia, ¡qué clara ha de ser nuestra ansia de santidad! En la Sagrada Escritura, el profeta Daniel es llamado vir desideriorum, «varón de deseos»6. ¡Ojalá cada uno mereciese ese apelativo! Porque tener deseos, querer ser santos, es el paso necesario para tomar la decisión de emprender un camino con el firme propósito de recorrerlo hasta el final: «... aunque me canse, aunque no pueda, aunque reviente, aunque me muera»7.
«Deja que se consuma tu alma en deseos... Deseos de amor, de olvido, de santidad, de Cielo... No te detengas a pensar si llegarás alguna vez a verlos realizados –como te sugerirá algún sesudo consejero–: avívalos cada vez más, porque el Espíritu Santo dice que le agradan los "varones de deseos".
»Deseos operativos, que has de poner en práctica en la tarea cotidiana»8.
Por tanto, es preciso que examinemos si nuestros deseos de santidad son sinceros y eficaces; más aún, si los tomamos como una «obligación» –como hemos visto que dice el Concilio Vaticano II– de fiel cristiano, que responde a los requerimientos divinos. En ese examen quizá encontremos la explicación de tanta debilidad, de tanta desgana en la lucha interior. «Me dices que sí, que quieres. —Bien, pero ¿quieres como un avaro quiere su oro, como una madre quiere a su hijo, como un ambicioso quiere los honores o como un pobrecito sensual su placer?
»—¿No? —Entonces no quieres»9.
Alimentemos esos deseos con la virtud de la esperanza: solo se puede querer eficazmente algo cuando hay esperanza de conseguirlo. Si se considera imposible, si pensamos que una meta no es para nosotros, tampoco la desearemos realmente; y nuestra esperanza teologal se fundamenta en Dios.
II. La conversión del centurión Cornelio, que se lee en la Primera lectura de la Misa, demuestra que Dios no hace acepción de personas. San Pedro explica a los demás lo que ha sucedido: el Espíritu Santo descendió sobre ellos, así como sobre nosotros al principio10.
La fuerza del Espíritu Santo no conoce límites ni barreras. Tampoco –como en el caso de Cornelio, que no pertenecía a la raza ni al pueblo judío– en nuestra vida personal. Por una parte, hemos de desear ser santos; por otra, si Dios no construye la casa, en vano trabajan los que la edifican11. La humildad nos llevará a contar siempre y ante todo con la gracia de Dios. Luego vendrá nuestro esfuerzo por adquirir virtudes y por vivirlas continuamente; junto a ese empeño, nuestro afán apostólico, pues no podemos pensar en una santidad personal que ignora a los demás, que no se preocupa de la caridad, porque eso es un contrasentido; y, por último, nuestro deseo de estar con Cristo en la Cruz, es decir, de ser mortificados, de no rehuir el sacrificio ni en lo pequeño, ni en lo grande si es preciso.
Hemos de estar prevenidos para no acercarnos a Dios con regateos, sin renuncias, tratando de hacer compatible el amor a Dios con lo que no le agrada. Debemos vigilar para alimentar continuamente en la oración nuestros deseos de santidad, pidiendo a Dios que sepamos luchar todos los días, que sepamos descubrir en el examen de conciencia en qué puntos se está apagando nuestro amor. Los deseos de santidad se harán realidad en el cumplimiento delicado de nuestros actos de piedad, sin abandonarlos ni retrasarlos por cualquier motivo, sin dejarnos llevar por el estado de ánimo ni por los sentimientos, pues «el alma que ama a Dios de veras no deja por pereza de hacer lo que pueda para encontrar al Hijo de Dios, su Amado. Y después que ha hecho todo lo que puede, no se queda satisfecha, pues piensa que no ha hecho nada»12.
La humildad es la virtud que no nos dejará satisfacernos ingenuamente en lo que hemos hecho ni quedarnos solo en deseos teóricos, pues siempre nos hará ver que podemos hacer más para traducir en obras de amor nuestros deseos, impidiendo que la realidad de nuestros pecados, ofensas y negligencias dé por tierra con nuestras ilusiones. La humildad, pues, no corta las alas a los deseos, sino al contrario: nos hace comprender la necesidad de recurrir a Dios para convertirlos en realidades. Con la gracia divina haremos todo lo posible para que las virtudes se desarrollen en nuestra alma, quitando obstáculos, alejándonos de las ocasiones de pecar y resistiendo con valentía a las tentaciones.
III. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Es compatible esa sed con la experiencia de nuestros defectos e incluso de nuestras caídas? Sí, porque santos son, no los que no han pecado nunca, sinolos que se han levantado siempre. Renunciar a la santidad porque nos vemos llenos de defectos es un modo encubierto de soberbia y una evidente cobardía, que acabará ahogando nuestras ansias de Dios. «Es propio de un alma cobarde y que no tiene la virtud vigorosa de confiar en las promesas del Señor, el abatirse demasiado y sucumbir ante las adversidades»13.
Dejar a Dios, abandonar la lucha porque tenemos defectos o porque existen adversidades es un grave error, una tentación muy sutil y muy peligrosa, que nos puede llevar a una manifestación de soberbia, que es la pusilanimidad, falta de ánimo y valor para tolerar las desgracias o para intentar cosas grandes. Quizá no necesitemos hacernos falsas ilusiones, porque quisiéramos ser santos en un día, y eso no es posible, salvo que Dios decidiera hacer un milagro, que no tiene por qué hacer, ya que nos da continua y progresivamente –por conductos ordinarios– las gracias que necesitamos.
El deseo de ser santos, cuando es eficaz, es el impulso consciente y decidido que nos lleva a poner los medios necesarios para alcanzar la santidad. Sin deseos, no hay nada que hacer; ni siquiera se intenta. Con deseos solo, no basta. «Hay pues, que tener paciencia, y no pretender desterrar en un solo día tantos malos hábitos como hemos adquirido, por el poco cuidado que tuvimos de nuestra salud espiritual»14.
Dios cuenta con el tiempo y tiene paciencia con cada uno de nosotros. Si nos desanimamos ante la lentitud de nuestro adelanto espiritual, hemos de recordar lo pésimo que es apartarse del bien, detenerse ante la dificultad y descorazonarse por nuestros defectos. Precisamente Dios puede concedernos más luz para ver mejor nuestra conciencia y para que emprendamos con más ánimo la lucha en nuevos frentes de batalla, recordando que los santos se han considerado siempre grandes pecadores, de ahí que procurasen esforzadamente acercarse más a Dios por medio de la oración y de la mortificación, confiados en la misericordia divina: «Esperemos con paciencia que vamos a mejorar y, en vez de inquietarnos por haber hecho poca cosa en el pasado, procuremos con diligencia hacer más en el futuro»15.
Como el ciervo desea las fuentes de las aguas, así te desea mi alma, oh Dios. Mantengamos vivo el deseo de Dios; encendamos cada día la hoguera de nuestra fe y de nuestra esperanza con el fuego del amor a Dios, que aviva nuestras virtudes y quema nuestra miseria, y saciaremos nuestra sed de santidad con el agua que salta hasta la vida eterna16.
1 Sal. 41. Salmo responsorial. — 2 Mt 16, 26. — 3 San Josemaría Escrivá, Es Cristo que pasa, 96. — 4 Conc. Vat. II, Lumen gentium, 40. — 5 Ibídem, 42. — 6 Dan 9, 23. — 7 Santa Teresa, Camino de perfección, 21, 2. — 8 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 628. — 9 ídem, Camino, n. 316. — 10 Hech 11, 15-17. — 11 Sal 126, 1. — 12 San Juan de la Cruz, Cántico espiritual, 3, 1. — 13 San Basilio, Homilía sobre la alegría, en F. Fernández Carvajal, Antología de textos, n. 1781. — 14 J. Tissot, El arte de aprovechar nuestras faltas, Palabra, 11ª ed., Madrid 1986, p. 14. — 15 Ibídem, pp. 24-25. — 16 Cfr. Jn 4, 14.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Imelda Lamertini, Beata Virgen, Mayo 12
Fuente: Parroquia Sagrada Familia
Patrona de los niños Martirologio Romano: En Bolonia, de la Emilia, beata Imelda Lambertini, virgen, aceptada desde muy pequeña como monja en la Orden de Predicadores y que, siendo aún joven, después de haber recibido de modo admirable la Eucaristía, entregó inmediatamente su espíritu (1333). La tradición dice que la Beata Imelda Lambertini, hija del Conde Egano Lambertini de Boloña y Castora Galuzzi, fue una niña devota y piadosa que entró en la vida religiosa a la edad de nueve años.
Queremos que Dios diga sí o no, y que lo diga en el momento. Si no podemos obtener una respuesta inmediata, queremos algún signo de que Dios ha escuchado nuestra petición y al menos está considerando seriamente el asunto. Demasiado a menudo sin embargo, lanzamos nuestras plegarias en dirección al cielo, sin estar nunca seguros de que hayan sido realmente recibidas. |
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Nereo, Aquineo y Pancracio
Mártires
San Nereo y Aquineo. Siglo I.
Estos dos militares estaban al servicio de Flavia Domitila una de las primeras señoras de Roma. El historiador Eusebio dice que esta noble dama era sobrina del Emperador Domiciano y que el tal mandatario la envió al destierro, porque ella se había declarado seguidora de Jesucristo. Con Domitila fueron enviados también al destierro San Nereo y San Aquileo, porque proclamaban su fe en el Divino Redentor. Afirma San Jerónimo que el destierro fue tan cruel y tan largo que les sirvió de martirio. Después otro emperador mandó que les cortaran la cabeza y así tuvieron el honor de derramar su sangre por proclamar su fe. El Papa San Dámaso escribió en el año 400 la siguiente inscripción en la tumba de estos dos mártires: "Nereo y Aquileo pertenecían al ejército del emperador. Pero se negaron a cumplir ciertas órdenes que a ellos les parecían crueles. Al convertirse al cristianismo abandonaron toda violencia y prefirieron tener que abandonar el ejército antes que ser crueles con los demás. Proclamaron su amor a Cristo en esta tierra y ahora gozan de la amistad de Cristo en la eternidad".
San Pancracio. Año 304.
El doce de mayo se celebra también la fiesta de San Pancracio, un jovencito romano de sólo 14 años, que fue martirizado por declarase creyente y partidario de Nuestro Señor Jesucristo.
Dicen que su padre murió martirizado y que la mamá recogió en unos algodones un poco de la sangre del mártir y la guardó en un relicario de oro, y le dijo al niño: "Este relicario lo llevarás colgado al cuello, cuando demuestres que eres tan valiente como lo fue tu padre".
Un día Pancracio volvió de la escuela muy golpeado pero muy contento. La mamá le preguntó la causa de aquellas heridas y de la alegría que mostraba, y el jovencito le respondió: "Es que en la escuela me declaré seguidor de Jesucristo y todos esos paganos me golpearon para que abandonara mi religión. Pero yo deseo que de mí se pueda decir lo que el Libro Santo afirma de los apóstoles: "En su corazón había una gran alegría, por haber podido sufrir humillaciones por amor a Jesucristo". (Hechos 6,41).
Al oír esto la buena mamá tomó en sus manos el relicario con la sangre del padre martirizado, y colgándolo al cuello de su hijo exclamó emocionada: "Muy bien: ya eres digno seguidor de tu valiente padre".
Como Pancracio continuaba afirmando que él creía en la divinidad de Cristo y que deseaba ser siempre su seguidor y amigo, las autoridades paganas lo llevaron a la cárcel y lo condenaron y decretaron pena de muerte contra él. Cuando lo llevaban hacia el sitio de su martirio (en la vía Aurelia, a dos kilómetros de Roma) varios enviados del gobierno llegaron a ofrecerle grandes premios y muchas ayudas para el futuro si dejaba de decir que Cristo es Dios. El valiente joven proclamó con toda la valentía que él quería ser creyente en Cristo hasta el último momento de su vida. Entonces para obligarlo a desistir de sus creencias empezaron a azotarlo ferozmente mientras lo llevaban hacia el lugar donde lo iban a martirizar, pero mientras más lo azotaban, más fuertemente proclamaba él que Jesús es el Redentor del mundo. Varias personas al contemplar este maravilloso ejemplo de valentía se convirtieron al cristianismo.
Al llegar al sitio determinado, Pancracio dio las gracias a los verdugos por que le permitían ir tan pronto a encontrarse con Nuestro Señor Jesucristo, en el cielo, e invitó a todos los allí presentes a creer siempre en Jesucristo a pesar de todas las contrariedades y de todos los peligros. De muy buena voluntad se arrodilló y colocó su cabeza en el sitio donde iba a recibir el hachazo del verdugo y más parecía sentirse contento que temeroso al ofrecer su sangre y su vida por proclamar su fidelidad a la verdadera religión.
Allí en Roma se levantó un templo en honor de San Pancracio y por muchos siglos las muchedumbres han ido a venerar y admirar en ese templo el glorioso ejemplo de un valeroso muchacho de 14 años, que supo ofrecer su sangre y su vida por demostrar su fe en Dios y su amor por Jesucristo.
San Pancracio: ruégale a Dios por nuestra juventud que tiene tantos peligros de perder su fe y sus buenas costumbres.
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Fuente: Enciclopedia Católica | ACI Prensa
Mamerto de Vienne, Santo Obispo, Mayo 11
Obispo Martirologio Romano: En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Mamerto, obispo, que, con motivo de una inminente desgracia, instituyó en esta ciudad unas solemnes letanías para el triduo preparatorio de la fiesta de la Ascensión del Señor (c. 475). Obispo de Vienne, su fecha de nacimiento es desconocida; murió poco después del año 475. Con respecto a la vida de Mamerto antes de su ascenso a la sede de Vienne, nada se conoce con certeza acerca de él. El hecho de que su hermano, Claudianus Mamerto, el escritor teológico, recibió en su juventud una firme enseñanza en retórica, y disfrutaba de la compañía del Obispo Eucherius de Lyons (434-50), sugiere que los hermanos pertenecían a una familia opulenta de la ciudad de Galo en la provincia de Lyons. |
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Fuente: Corazones.org
Pancracio, Santo Mártir Adolescente, Mayo 12
Mártir Adolescente Martirologio Romano: San Pancracio, mártir, que, según la tradición, murió también en Roma en plena adolescencia por su fe en Cristo, siendo sepultado en la vía Aurelia, a dos miliarios de la Urbe. El papa san Símaco levantó una célebre basílica sobre su sepulcro y el papa san Gregorio I Magno convocaba a menudo al pueblo en torno al mismo sepulcro, para que recibieran el testimonio del verdadero amor cristiano. En este día se conmemora la sepultura de este mártir romano (s. IV in.). Huérfano de 14 años traído a Roma por su tío. Se convirtió a la fe y fue martirizado al día siguiente de su bautismo, rechazando premios y ayudas para el futuro si renegaba de su fe. Luego de dar las gracias a sus verdugos, no dudó en sacrificar su juventud para mantenerse fiel a Cristo. ORACIÓN |
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Fuente: Enciclopedia Católica | ACI Prensa
Juana de Portugal, Beata Monja, Mayo 12
Monja Dominica Martirologio Romano: En Aveiro, en Portugal, beata Juana, virgen, hija del rey Alfonso V, que renunció a contraer matrimonio en varias ocasiones, prefiriendo servir en la Orden de Predicadores e ingresar en el monasterio de Aveiro, convirtiéndose en refugio de pobres, huérfanos y viudas (1490). Nació en Lisboa, el 16 de Febrero de 1452; murió en Aveiro, el 12 de Mayo de 1409; la hija de Alfonso V, Rey de Portugal, y su esposa Elizabeth. |
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Fuente: santopedia.com
Epifanio de Salamina, Santo Obispo, Mayo 12
Obispo de Constancia, antigua Sálamis Martirologio Romano: En Salamina, en Chipre, san Epifanio, obispo, el cual sobresalió por su vasta erudición y por su conocimiento de las ciencias sagradas, y fue admirable también por su santidad de vida, por su celosa defensa de la fe católica, por su generosidad para con los pobres y por su poder taumatúrgico (403). Nace alrededor del año 315 en una aldea cercana a Eleuterópolis, no lejos de Gaza, en Palestina (cfr. Sozomeno, Historia Eclesiástica). |
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Domingo de la Calzada, Santo Presbítero, Mayo 12
Patrono de los Ingenieros de Caminos, canales y puertos Martirologio Romano: En la región de Castilla, en España, en la localidad que posteriormente fue distinguida con su nombre, santo Domingo de la Calzada, presbítero, que dispuso puentes y caminos empedrados para uso de los peregrinos jacobeos y, movido por su inmensa piedad, construyó también un hospital de peregrinos, provisto de salas destinadas a socorrerles (1060/1109). Domingo García, conocido como Santo Domingo de la Calzada (Viloria de Rioja, provincia de Burgos, 1019 - † Santo Domingo de la Calzada, La Rioja, 12 de mayo de 1109). Fue un religioso de España y uno de los mayores impulsores del Camino de Santiago. |
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Germán de Constantinopla, Santo Obispo, Mayo 12
Obispo Martirologio Romano: En Constantinopla, san Germán, obispo, el cual, insigne por su doctrina y virtudes, refutó con gran persuasión el edicto contra las imágenes sagradas promulgado por el emperador León el Isáurico (733). Nació el 635, siendo Heráclio emperador bizantino. Su padre fue un prestigioso patricio, llamado Justiniano, muerto alrededor del 669 por orden del suspicaz o envidioso emperador Constantino Pogonato. |
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Fuente: santiebeati.it
Felipe de Agira, Santo Presbítero, Mayo 12
Presbítero Martirologio Romano: En Agira, en Sicilia, san Felipe, presbítero, que, oriundo de Tracia, se estableció en esta ciudad (s. V). La vida de este san ha sido escrita por un monje llamado Eusebio, que se dice compañero de Felipe, el que le nació en Tracia, región al sudeste de la península balcánica, en aquel entonces provincia romana, en los tiempos de Arcadio emperador romano de oriente, (395 -408). |
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Fuente: santiebeati.it
Rictrudis de Marchiennes, Santa Abadesa, Mayo 12
Abadesa Martirologio Romano: En el monasterio de Marchiennes, en la región de Cambray, en Austrasia, santa Rictrudis, abadesa, quien, después de la violenta muerte de su esposo Adalbaldo, tomó el santo velo religioso por consejo de san Amando, gobernando con gran acierto a sus monjas en ese monasterio (c. 688). Santo Rictrudis nació cuanto en Gascuña (Francia) en el 612 de una familia tan rica como devota. En joven edad tuvo como director espiritual San Amando de Maastricht, desterrado justamente a aquella región por el rey Dagoberto, a quien condenó su conducta licenciosa. |
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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Betos Completando el santoral de este día, Mayo 12
San Cirilo, mártir |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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