JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 1-3
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús a recorría ciudades y pueblos predicando la Buena Noticia del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades. Entre ellas María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
vie 24a. Ordinario año Par
Antífona de Entrada
Señor Dios, tú eres mi auxilio y el único apoyo de mi vida; te ofrezco de corazón un sacrificio y te daré gracias, Señor, porque eres bueno.
Oración Colecta
Oremos:
Míranos, Señor, con amor y multiplica en nosotros los dones de tu gracia; para que llenos de fe, esperanza y caridad, permanezcamos siempre fieles en el cumplimiento de tus mandatos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Si Cristo no resucitó, vana es la fe de ustedes
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 15, 12-20
Hermanos: Si predicamos que Cristo resucitó de entre los muertos, ¿cómo es que algunos
de ustedes andan diciendo que los muertos no resucitan? Si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no ha resucitado, nuestra predicación y la fe de ustedes son vanas. Seríamos, además, falsos testigos de Dios, puesto que hemos afirmado falsamente que Dios resucitó a Cristo, siendo así que, si los muertos no resucitan, tampoco Cristo ha resucitado. Y si Cristo no ha resucitado, es vana la fe de ustedes y siguen en sus pecados; y los que murieron con Cristo, se han perdido.
Si nuestra esperanza en Cristo acaba con esta vida, somos los más infelices de todos los hombres.
Pero no, Cristo resucitó de entre los muertos, como la primicia de todos los muertos.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal16, 1.6-7.8 y 15
Atiéndeme, Dios mío, y escucha mi oración.
Señor, hazme justicia y a mi clamor atiende; presta oído a mi súplica, pues mis labios no mienten.
Atiéndeme, Dios mío, y escucha mi oración.
A ti mi voz elevo, pues sé que me respondes. Atiéndeme, Dios mío, y escucha mis palabras; muéstrame los prodigios de tu misericordia, pues a quien acude a ti, lo salvas de sus contrarios.
Atiéndeme, Dios mío, y escucha mi oración.
Protégeme, Señor, como a las niñas de tus ojos, bajo la sombra de tus alas escóndeme; pues yo, por serte fiel, contemplaré tu rostro y al despertarme, espero saciarme de tu vista.
Atiéndeme, Dios mío, y escucha mi oración.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios del Reino a la gente sencilla.
Aleluya.
Evangelio
Los acompañaban algunas mujeres, que los ayudaban con sus propios bienes
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 8, 1-3
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús a recorría ciudades y pueblos predicando la Buena Noticia del Reino de Dios; lo acompañaban los Doce y algunas mujeres que habían sido curadas de espíritus malignos y enfermedades. Entre ellas María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; Susana y otras muchas que le ayudaban con sus bienes.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Dios nuestro, que con la muerte de tu Hijo llevaste a término y perfección los sacrificios de la antigua alianza; acepta y bendice estos dones, como aceptaste y bendijiste los de Abel, para que lo que cada uno te ofrece, sea de provecho para la salvación de todos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
El misterio de nuestra salvación en Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias Padre santo, siempre y en todo lugar, por Jesucristo, tu Hijo amado.
Por él, que es tu Palabra, hiciste todas las cosas; tú nos lo enviaste para que, hecho hombre por obra del Espíritu Santo y nacido de María la Virgen, fuera nuestro Salvador y Redentor.
El, en cumplimiento de tu voluntad, para destruir la muerte y manifestar la resurrección, extendió sus brazos en la cruz, y así adquirió para ti un pueblo santo.
Por eso, con los ángeles y los santos, proclamamos tu gloria diciendo:
Antífona de la Comunión
Para perpetuar su amor, el Señor nos ha dejado el memorial de sus prodigios, y ha dado a sus amigos el signo de un banquete que les recuerde para siempre su alianza.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, tú que nos has concedido participar en esta Eucaristía, míranos con bondad y ayúdanos a vencer nuestra fragilidad humana para poder vivir como hijos tuyos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
Dia 19/09 San Jenaro (obispo y mártir, rojo)
Antífona de Entrada
Este santo luchó hasta la muerte en defensa de la ley de Dios, y no temió las palabras de los malvados; estaba afianzado sobre roca firme.
Oración Colecta
Oremos:
Dios de poder y misericordia, que infundiste tu fuerza san Jenaro para que pudiera soportar el dolor del martirio; concede a los que hoy celebramos su victoria vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección amorosa.
Por nuestro señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Soportaste múltiples combates y sufrimientos
Lectura de la carta a los Hebreos 10, 32-36
Hermanos: Recuerden aquellos días primeros, cuando recién iluminados soportaron múltiples combates y sufrimientos: ya sea cuando los exponían públicamente a insultos y tormentos, ya cuando los hacían solidarios de los que así eran tratados. Pues compartieron el sufrimiento de los encarcelados, aceptaron con alegría que les confiscaran los bienes, sabiendo que tenían bienes mejores y permanentes. No renuncien, pues, a su valentía, que tendrá una gran recompensa. Les hace falta constancia para cumplir la voluntad de Dios y alcanzar la promesa.
Palabra del Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del Salmo 125
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Hasta los gentiles decían: "El Señor ha estado grande con ellos". El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Que el Señor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver vuelven cantando, trayendo sus gavillas.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dichoso el hombre que soporta la prueba, porque una vez aquilatado recibirá la corona de la vida.
Aleluya.
Evangelio
Si el grano de trigo muere, da mucho fruto
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 12, 24-26
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto. E que se ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiera servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre le premiará".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, santifica con tu bendición estas ofrendas que te presentamos, y concédenos la gracia de vivir encendidos en el fuego de tu amor que dio fuerza al mártir san Jenaro para soportar lo tormentos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Testimonio y ejemplo de los mártires
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor.
Porque la sangre del glorioso mártir san Jenaro, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que el mártir san Jenaro se mostró siempre fiel a tu servicio y vencedor en el tormento.
Por Jesucristo, nuestro Señor .
Amén.
Dia 19/09 San José María de Yermo y Parres, Presbítero, blanco)
Antífona de Entrada
Vengan benditos de mi Padre, dice el Señor, porque estuve enfermo y me visitaron. Yo les aseguro que cuanto hicieron con el más insignificante de mis hermanos, conmigo lo han hecho.
Oración Colecta
Oremos:
Señor todopoderoso, rico en misericordia, que encendiste en el corazón de san José María, presbítero, un amor ardiente en favor de los pobres y desamparados, concédenos que, a ejemplo suyo, descubramos en cada hermano el rostro de Cristo, tu Hijo, y, llenos de caridad evangélica, nos pongamos al servicio de nuestros hermanos.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos y haz que el memorial del amor infinito de tu Hijo, que estamos celebrando, aumente en nosotros, a ejemplo de tus santos, nuestra generosidad contigo y con el prójimo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Antífona de la Comunión
Nadie tiene mayor amor por sus amigos que el que da la vida por ellos.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, que este sacramento de tu amor que hemos recibido, nos dé fuerza para imitar el ejemplo de san José María de Yermo, que se consagró a tí de todo corazón y se prodigó sin descanso por el bien de tu pueblo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
† Meditación diaria
24ª semana. Viernes
SERVIR A JESúS
— Las santas mujeres que aparecen en el Evangelio.
— Servir al Señor con las propias cualidades. La aportación de la mujer a la vida de la Iglesia y de la sociedad.
— La entrega al servicio de los demás.
I. Sucedió -narra San Lucas en el Evangelio de la Misa1- que Él recorría ciudades y aldeas predicando y anunciando el reino de Dios; le acompañaban los doce y algunas mujeres que habían sido libradas de espíritus malignos y de enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; y Juana, mujer de Cusa, administrador de Herodes; y Susana, y otras muchas que les asistían con sus bienes.
En la vida pública de Jesús aparece este grupo de mujeres que desempeñan un papel conmovedor por su ternura y su adhesión al Maestro. Es hermoso considerar cómo el Señor quiso apoyarse en su generosidad y en su desprendimiento. Él, que nunca dejó nada sin agradecer, ¡cómo les pagaría tanto desvelo y delicadeza para atender sus necesidades domésticas y las de sus discípulos! En las horas de la Pasión parecen superarse y aventajan a los discípulos en constancia y valor; a excepción de Juan, fueron las únicas que tuvieron la firmeza de estar al pie de la cruz, contemplar de cerca los últimos instantes de Jesús y recoger sus postreras palabras. Y cuando, ya muerto, fue descendido del patíbulo, estarán presentes en el embalsamamiento y se aprestarán a completarlo el primer día de la semana, después del obligado reposo del sábado.
El Señor quiso apresurarse a recompensar esta decidida fidelidad, y en la aurora de la Resurrección no fue a sus discípulos sino a las mujeres a las que se apareció en primer lugar. Los ángeles también fueron vistos únicamente por ellas; Juan y Pedro comprobaron que el sepulcro estaba vacío, pero no vieron ángeles. Las mujeres fueron favorecidas con esta visión, tal vez porque estaban mejor preparadas que los hombres y, sobre todo, porque ellas tenían la misión de continuar el papel de los ángeles y de preparar la naciente fe de la Iglesia. Tienen un espíritu abierto y un celo inteligente. "Desde el principio de la misión de Cristo, la mujer demuestra hacia Él y hacia su misterio una sensibilidad especial, que corresponde a una característica de su feminidad. Hay que decir también que esto encuentra una confirmación particular en relación con el misterio pascual; no solo en el momento de la crucifixión, sino también el día de la resurrección"2. Ellas se apresuran a cumplir el encargo de avisar a los discípulos y de recordarles lo que Jesús había anunciado cuando aún estaba en vida. En las últimas manifestaciones de Jesús resucitado también están presentes. Son, sin duda, las mismas que han vuelto de Galilea la última vez con los discípulos y las de Jerusalén y sus alrededores, las hermanas de Lázaro de Betania. Con ellas está María, la Madre de Jesús3.
El ejemplo de estas mujeres fieles, que sirven a Jesús con sus bienes y no le desamparan en los peores momentos, son una llamada a nuestra fidelidad y a nuestro servicio al Señor sin condiciones. Nuestra actitud ha de ser la de servir a Dios y a los demás con visión sobrenatural, sin esperar nada a cambio de nuestro servicio; servir incluso al que no agradece el servicio que se le presta, aunque esta actitud choque con los criterios humanos. Nos basta entender que cada favor en beneficio de otros es un servicio directo a Cristo. Lo que hicisteis por uno de estos mis hermanos más pequeños, por mí lo hicisteis4. ¡Y son tantas las oportunidades de servir a lo largo del día! Serviam! Te serviré, Señor, todos los días de mi vida, desde el comienzo de la jornada. Dame tu ayuda.
II. Si alguien me sirve que me siga, y donde Yo estoy allí estará también mi servidor; si alguien me sirve, el Padre le honrará5.
Desde los primeros momentos de la Iglesia destaca el servicio incomparable de la mujer a la extensión del Reino de Dios. "En primer lugar vemos a aquellas mujeres que personalmente se habían encontrado con Cristo y le habían seguido, y después de su partida eran asiduas en la oración juntamente con los Apóstoles en el Cenáculo de Jerusalén hasta el día de Pentecostés. Aquel día, el Espíritu Santo habló por medio de hijos e hijas del pueblo de Dios, cumpliéndose así el anuncio del profeta Joel (Hech 2, 17). Aquellas mujeres, y después otras, tuvieron una parte activa e importante en la vida de la Iglesia primitiva, en la edificación de la primera comunidad desde los comienzos –así como de las comunidades sucesivas– mediante los propios carismas y con su servicio multiforme"6.
Se puede afirmar que el Cristianismo comenzó en Europa con una mujer, Lidia, que enseguida inició su misión de convertir desde dentro el nuevo continente, empezando por su hogar7. Algo parecido ocurrió entre los samaritanos, a quienes una mujer les habló por vez primera del Redentor8. Los Apóstoles, que habían ido por alimentos a ese mismo pueblo, quizá no se atrevieron a decir por todas partes, como lo haría más tarde la mujer, que el Mesías estaba allí mismo, en las afueras de la ciudad. La Iglesia tuvo siempre una profunda comprensión del papel que la mujer cristiana como madre, esposa y hermana debía desempeñar en la propagación del Cristianismo. Los escritos apostólicos nos han dejado constancia de muchas de estas mujeres: Lidia en Filipo, Priscila y Cloe en Corinto, Febe en Cencreas, la madre de Rufo –que también para Pablo fue como una madre–, las hijas de Felipe el de Cesarea, etc.
Todos hemos de poner al servicio del Señor y de los demás lo que hemos recibido. "La mujer está llamada a llevar a la familia, a la sociedad civil, a la Iglesia, algo característico, que le es propio y que solo ella puede dar: su delicada ternura, su generosidad incansable, su amor por lo concreto, su agudeza de ingenio, su capacidad de intuición, su piedad profunda y sencilla, su tenacidad..."9. La Iglesia espera de la mujer su compromiso en favor de lo que constituye la verdadera dignidad de la persona humana. El Cuerpo místico de Cristo "no cesa de enriquecerse con el testimonio de tantas mujeres que realizan su vocación a la santidad. Las mujeres santas son una encarnación del ideal femenino, pero son también un modelo para todos los cristianos, un modelo de la sequela Christi -seguimiento de Cristo-, un ejemplo de cómo la esposa ha de responder con amor al amor del esposo"10.
El Señor nos pide a todos que le sirvamos a Él, a la Iglesia santa, a la sociedad, a nuestros hermanos los hombres, con nuestros bienes, con nuestra inteligencia, con todos los talentos que nos ha dado. Entonces entenderemos la hondura de esa verdad: servir es reinar11.
III. "El hombre, única criatura terrestre a la que Dios ha amado por sí misma, no puede encontrar su plenitud si no es en la entrega sincera de sí mismo a los demás"12. El Papa Juan Pablo II aplica estas palabras del Concilio Vaticano II especialmente a la mujer, quien "no puede encontrase a sí misma si no es dando amor a los demás"13. Es en el amor, en la entrega, en el servicio a los demás donde la persona humana, y quizá de un modo especial la mujer, lleva a cabo la vocación recibida por Dios. Cuando la mujer pone en servicio de los demás las cualidades recibidas del Señor, entonces "su vida y su trabajo serán realmente constructivos y fecundos, llenos de sentido, lo mismo si pasa el día dedicada a su marido y a sus hijos que si, habiendo renunciado al matrimonio por alguna razón noble, se ha entregado de lleno a otras tareas. Cada una en su propio camino, siendo fiel a la vocación humana y divina, puede realizar y realiza de hecho la plenitud de la personalidad femenina. No olvidemos que Santa María, Madre de Dios y Madre de los hombres, es no solo modelo, sino también prueba del valor trascendente que puede alcanzar una vida en apariencia sin relieve"14.
Hoy, al considerar la generosidad y la fidelidad de estas mujeres, pensemos cómo es la nuestra. Examinemos si contribuimos, también materialmente –con medios económicos– a la extensión del Reino de Cristo, si somos generosos con nuestro tiempo, quizá escaso, en servicio de los demás... Y si todo lo llevamos a cabo impregnado de una profunda dicha, del gozo particular que da la generosidad. No olvidemos al terminar nuestra oración que tanto en la vida pública como en las horas de la Pasión, y muy probablemente en los días que siguieron a la Resurrección, estas mujeres de las que hoy nos habla San Lucas gozaron de un especial privilegio: permanecieron en un trato más asiduo y más íntimo con María que los mismos discípulos. Aquí encontraron el secreto de su generosidad y de su constancia en seguir al Maestro. A Ella acudimos nosotros para que nos ayude a ser fieles y desprendidos. Junto a Ella solo encontraremos ocasiones de servir, y así lograremos olvidarnos de nosotros mismos.
1 Lc 8, 1-3. — 2 Juan Pablo II, Carta Apost. Mulieris dignitatem, 15-VIII-1988, 16. — 3 Cfr. Indart, Jesús en su mundo, Herder, Barcelona 1963, p. 81 ss. — 4 Mt 25, 40. — 5 Jn 12, 26. — 6 Juan Pablo II, loc. cit., 27. — 7 Cfr. Hech 16, 14-15. — 8 Cfr. Jn 4, 39. — 9 Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer, Rialp, 14ª ed., Madrid 1985, n. 87. — 10 Juan Pablo II, loc. cit., 27. — 11 Cfr. Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 36. — 12 ídem, Const. Gaudium et spes, 24. — 13 Juan Pablo II, loc. cit., 30. — 14 Conversaciones con Monseñor Escrivá de Balaguer, loc. cit.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Jenaro
Mártir
Año 305
El discípulo no es más que su maestro. Si a mí me han perseguido también
a vosotros os perseguirán. (Jesucristo, Jn. 15,20).
Este santo, famoso por el prodigio de su sangre que se obra cada año en Nápoles, (Italia) era obispo de esa ciudad cuando estalló la terrible persecución de Diocleciano. Fue hecho prisionero y encerrado en una oscura cárcel, junto con sus diáconos y colaboradores. Los llevaron al anfiteatro o coliseo para que fueran devorados por las fieras. Pero estas, aunque estaban muy hambrientas, se contentaron con dar vueltas rugiendo alrededor de ellos. Entonces la chusma pidió a gritos que les cortaran la cabeza a estos valientes cristianos. Y así lo hicieron. Personas piadosas recogieron un poco de la sangre de San Jenaro y la guardaron.
La fama universal de que goza San Jenaro se debe a un milagro que se obra todos los años en Nápoles. Este milagro se viene obrando desde hace 400 años, sin que lo hayan podido explicar ni los sabios ni los estudiosos o investigadores. Un sacerdote expone en el altar una ampolleta del tamaño de una pera, que contiene la sangre solidificada del santo. La coloca frente a la urna que contiene la cabeza del santo. Todos empiezan a rezar, y de un momento a otro la sangre que estaba sólida y negruzca se vuelve líquida y rojiza, y crece de tamaño dentro de la vasija de vidrio donde está. El pueblo estalla en cánticos de alegría bendiciendo a Dios.
La ciudad de Nápoles le tiene un gran cariño a San Jenaro, porque además del prodigio de la liquefacción de la sangre, los ha librado varias veces de las temibles erupciones del volcán Vesubio. En 1631, millones de toneladas de lava se dirigían hacia la cuidad. El obispo llevó en procesión la sangre de San Jenaro y la lava cambió de dirección y la ciudad se salvó.
Señor: por la sangre de tus santos mártires, concédenos la gracia de perseverar toda nuestra vida fieles a la religión católica de librarnos de los estallidos de nuestras pasiones.
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Fuente: Vatican.va
José María de Yermo y Parres, Santo Biografía, septiembre 19,
El sacerdote José María de Yermo y Parres nació en la Hacienda de Jalmolonga, municipio de Malinalco, Edo. de México el 10 de noviembre de 1851, hijo del abogado Manuel de Yermo y Soviñas y de María Josefa Parres. De nobles orígenes, fue educado cristianamente por el papá y la tía Carmen ya que su madre murió a los 50 días de su nacimiento. Muy pronto descubrió su vocación al sacerdocio. |
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María de Cervellón, Beata Religiosa, Septiembre 19
Religiosa Mercedaria La primera religiosa mercedaria, nació en Barcelona, en la calle de Moncada, el 1 de diciembre de 1230. |
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Mariano de Evaux, Santo Eremita, Septiembre 19
Eremita Martirologio Romano. En el territorio de Bourges, en Aquitania (hoy Francia), san Mariano, eremita, que sólo se alimentaba de manzanas agrestes y a veces de miel, si la encontraba (s. VI). |
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Emilia de Rodat, Santa Fundadora, 19 de septiembre
Fundadora Etimológicamente significa "gentil, amable, encanto". Viene de la lengua latina. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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