JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 15-26
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, cuando Jesús expulsó un demonio, algunos dijeron:
"Expulsa a los demonios con el poder de Satanás, príncipe de los demonios".
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa. Pero Jesús, conociendo sus malas intenciones, les dijo:
"Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina, y se derrumba casa por casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo echo a los
demonios con el poder de Satanás; y si yo echo los demonios con el poder de Satanás, ¿con el poder de quién los arrojan sus hijos? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo echo los demonios con el poder de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas en que confiaba y dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no hallarlo, dice: "Volveré a mi casa de donde salí". Y al llegar la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él y vienen a instalarse allí. Y la situación final de aquel hombre resulta peor que la del principio".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354
Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). ¿Qué pensaríamos de un cónyuge que le dice a su pareja: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
vie 27a. Ordinario año Par
Antífona de Entrada
Confío, Señor, en tu misericordia; alegra mi corazón con tu auxilio. Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho.
Oración Colecta
Oremos:
Concédenos, Señor, ser dóciles a las inspiraciones de tu Espíritu para que realicemos siempre en nuestra vida tu santa voluntad.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Los que viven según la fe serán bendecidos, junto con Abrahán, que le creyó a Dios
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 3, 7-14
Hermanos: Entiendan que los hijos de Abrahán son los que viven según la fe. La Escritura, previendo que Dios justificaría a los paganos por medio de la fe, le adelantó a Abrahán esta buena noticia: Por medio de ti serán bendecidas todas las naciones. Por consiguiente, los que viven según la fe reciben la bendición junto con Abrahán, que le creyó a Dios. En cambio, los partidarios de la observancia de la ley caen bajo una maldición; pues dice la Escritura: Maldito el que no cumple fielmente todos los preceptos escritos en el libro de la ley.
Y es evidente que la ley no obtiene a nadie la salvación ante Dios, porque el justo vivirá por la fe, y la ley no es fruto de la fe, como dice la Escritura: Sólo vivirá quien cumpla los preceptos de la ley. Cristo nos redimió de la maldición de la ley haciéndose por nosotros un maldito, puesto que la Escritura dice: Maldito todo el que cuelga de un madero.
Esto sucedió para que, la bendición otorgada por Dios a Abrahán, llegara también por Cristo Jesús a los paganos, y por la fe recibiéramos el Espíritu prometido.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Sal 110, 1-2.3-4.5-6
Alabemos al Señor de todo corazón.
Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión de los buenos y en la asamblea. Grandes son las obras del Señor, dignas de estudio para los que la aman.
Alabemos al Señor de todo corazón.
Su acción es espléndida y majestuosa, su salvación permanece para siempre; ha hecho maravillas memorables, el Señor es compasivo y misericordioso.
Alabemos al Señor de todo corazón.
Da alimento a los que lo respetan, acordándose siempre de su alianza. Mostró a su pueblo el poder de sus obras, dándole la heredad de los paganos.
Alabemos al Señor de todo corazón.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Cuando yo sea levantado de la tierra, atraeré a todos hacia mí, dice el Señor.
Aleluya.
Evangelio
Si yo expulso a los demonios con el poder de Dios, eso significa que el Reino de Dios ha llegado a ustedes
† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 11, 15-26
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, cuando Jesús expulsó un demonio, algunos dijeron:
"Expulsa a los demonios con el poder de Satanás, príncipe de los demonios".
Otros, para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa. Pero Jesús, conociendo sus malas intenciones, les dijo:
"Todo reino dividido por luchas internas va a la ruina, y se derrumba casa por casa. Si Satanás también está dividido contra sí mismo, ¿cómo mantendrá su reino? Ustedes dicen que yo echo a los
demonios con el poder de Satanás; y si yo echo los demonios con el poder de Satanás, ¿con el poder de quién los arrojan sus hijos? Por eso, ellos mismos serán sus jueces. Pero si yo echo los demonios con el poder de Dios, entonces es que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
Cuando un hombre fuerte y bien armado guarda su palacio, sus bienes están seguros. Pero si otro más fuerte lo asalta y lo vence, le quita las armas en que confiaba y dispone de sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama.
Cuando un espíritu inmundo sale de un hombre, anda vagando por lugares áridos, en busca de reposo; y, al no hallarlo, dice: "Volveré a mi casa de donde salí". Y al llegar la encuentra barrida y arreglada. Entonces va a coger otros siete espíritus peores que él y vienen a instalarse allí. Y la situación final de aquel hombre resulta peor que la del principio".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Que este sacrificio de acción de gracias y de alabanza que vamos a ofrecerte, nos ayude, Señor, a conseguir nuestra salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La gloria de Dios es el hombre viviente
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo has dejado la huella de tu gloria en el hombre, creado a tu imagen. Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el proyecto de la creación y le das tu Espíritu para que sea artífice de justicia y de paz, en Cristo, el hombre nuevo.
Por eso,
unidos a los ángeles y a los santos, cantamos con alegría el himno de tu alabanza:
Antífona de la Comunión
Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo que ha venido a este mundo.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que nos has dado, Señor, en este sacramento, sean para todos nosotros una prenda segura de vida eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
Día 10/10 Santo Tómas de Villanueva (Obispo, blanco)
Antífona de Entrada
El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha ungido para llevar la Buena Nueva a los pobres y anunciar su liberación a los cautivos.
Oración Colecta
Oremos:
Dios nuestro, luz y pastor de los creyentes, que confiaste a santo Tómas de Villanueva la misión de instruir a tus ovejas con la palabra y el ejemplo; concédenos, por su intercesión, ser fieles a la fe que enseñó con su palabra e imitar el ejemplo que nos dio con su vida.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Cumple tu tarea de evangelizador, desempeña tu servicio
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 1-5
Querido hermano: Ante Dios y ante Cristo Jesús, que ha de juzgar a vivos y muertos, te conjuro por su venida en majestad: Proclama la palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, reprocha, exhorta con toda paciencia y deseo de instruir.
Porque vendrá un tiempo en que la gente no soportará la doctrina sana, sino que, para halagarse el oído, se rodearán de maestros a la medida de sus deseos; y, apartando el oído de la verdad, se volverán a las fábulas.
Tú estáte siempre alerta: soporta lo adverso, cumple tu tarea de evangelizador, desempeña tu servicio.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
del salmo 109
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Oráculo del Señor a mi Señor: "Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies".
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Desde Sión extenderá el Señor el poder de tu cetro: somete en la batalla a tus enemigos.
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
"Eres príncipe desde el día de tu nacimiento, entre esplendores sagrados; yo mismo te engendré, como rocío, antes de la aurora".
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
El Señor lo ha jurado y no se arrepiente: "Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec".
Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Dios mismo estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo, y a nosotros nos ha confiado el mensaje de la reconciliación.
Aleluya.
Evangelio
El buen pastor da la vida por las ovejas
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 11-16
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo dijo Jesús:
"Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da la vida por las ovejas; el asalariado, que no es pastor ni dueño de las ovejas, ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; y el lobo hace estrago y las dispersa; y es que a un asalariado no le importan las ovejas. Yo soy el Buen Pastor, que conozco a las mías y las mías me conocen, igual que el Padre me conoce y yo conozco al Padre; yo doy mi vida por las ovejas.
Tengo, además, otras ovejas que no son de este redil; también a ésas las tengo que traer, y escucharán mi voz y habrá un solo rebaño, un solo Pastor".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Que estos dones, Señor, que te presentamos en honor de tus santos y que van a dar testimonio de tu poder y de tu gloria, nos alcancen de ti la salvación eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de santo Tómas de Villanueva, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
Yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo, dice el Señor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Te rogamos, Señor, que el sacramento que hemos recibido nos encamine al cielo que ya mereció obtener santo Tómas de Villanueva, sirviéndote con fidelidad.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
Dia 10/10 San Luis Beltrán (blanco)
Antífona de Entrada
El justo encontrará en el Señor su alegría y su esperanza. Todos los hombres de corazón recto serán salvados.
Oración Colecta
Oremos:
Te alabamos, Señor, porque Sólo tú eres santo y sin ti nadie puede ser bueno; y te pedimos, por intercesión de san Luis Beltrán que nos ayudes a vivir como verdaderos hijos tuyos, para ser dignos de obtener la herencia eterna que nos has prometido.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Sal de tu tierra y de la casa de tu padre, y ven
Lectura del libro del Génesis 12, 1-4a.
En aquellos días, el Señor dijo a Abrán:
"Sal de tu tierra y de la casa de tu padre hacia la tierra que te mostraré. Haré de ti un gran pueblo, te bendeciré, haré famoso tu nombre, y será una bendición. Bendeciré a los que te bendigan. Maldeciré a los que te maldigan. Con tu nombre se bendecirán todas las familias del mundo". Abrán marchó, como le había dicho el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 14
El justo habitará en tu monte santo, Señor.
El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua.
El justo habitará en tu monte santo, Señor.
El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor.
El justo habitará en tu monte santo, Señor.
El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente.
El justo habitará en tu monte santo, Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Bendito seas, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has revelado los misterios de tu Reino a la gente sencilla.
Aleluya.
Evangelio
Has escondido estas cosas a los sabios y las has revelado a la gente sencilla
† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 11, 25-30
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús exclamó:
"Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán su descanso, porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Acepta, Señor, los dones que te presentamos humildemente en honor de san Luis Beltrán, y haz que este sacrificio nos obtenga la salud del cuerpo y del espíritu.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
La gloria de los santos
En verdad es justo darte gracias y deber nuestro glorificarte, Padre santo.
Porque tu gloria resplandece en cada uno de los santos, ya que, al coronar sus méritos, coronas tus propios dones. Con su vida, nos proporcionas ejemplo; ayuda, con su intercesión, y por la comunión con ellos, nos haces participar de sus bienes, para que, alentados por testigos tan insignes, lleguemos victoriosos al fin de la carrera y alcancemos con ellos la corona inmortal de la gloria, por Cristo, Señor nuestro.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con la multitud de los santos, te cantamos un himno de alabanza diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
El que quiera servirme, que me siga, dice el Señor; y donde yo esté, allí estará mi servidor.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo que hemos recibido en este sacramento, al celebrar la festividad de san Luis Beltrán, nos ayuden, Señor, a conseguir los bienes eternos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
27ª semana. Viernes
LA VOLUNTAD DE DIOS
— El cumplimiento de la voluntad divina.
— Purificar la propia voluntad, inclinada excesivamente hacia uno mismo.
— Amar en todo el querer de Dios.
I. Hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo, rogamos a Dios en la tercera petición del Padrenuestro. Queremos alcanzar del Señor las gracias necesarias para que podamos cumplir aquí en la tierra todo lo que Dios quiere, como lo cumplen los bienaventurados en el Cielo. La mejor oración es aquella que transforma nuestro deseo hasta conformarlo, gozosamente, con la voluntad divina, hasta poder decir con Jesús: No se haga mi voluntad, Señor, sino la tuya: no quiero nada que Tú no quieras. Nada. este es el fin principal de toda petición: identificarnos plenamente con el querer divino.
Si es así nuestra oración, siempre saldremos beneficiados, pues no hay nadie que quiera tanto nuestro bien y nuestra felicidad como el Señor. Casi sin darnos cuenta, sin embargo, deseamos en muchas ocasiones que se cumpla ante todo nuestro querer, que juzgamos muy acertado y conveniente, aunque deseemos, quizá fervientemente, que el querer divino coincida con el nuestro... No tenéis porque no pedís. Pedís y no recibís porque pedís mal1, escribe el Apóstol Santiago.
Cuando decimos: Señor, hágase tu voluntad, no nos situamos ante un acontecimiento o ante una gestión..., en la peor de las posibilidades o en la desgracia, sino en "la mejor" de las posibles, porque, aun en el caso en que aquello que Dios permite parezca a primera vista un desastre, debemos trascender esa visión puramente humana y aprender que existe un plano más alto, donde Dios integra aquel suceso en un bien superior, que quizá en ese momento nosotros no vemos. Aquella situación que se nos presenta oscura es solo una sombra de un cuadro luminoso y lleno de belleza; pues la sabiduría divina ¿no es más sabia que la nuestra?; su amor por nosotros y por los nuestros, ¿no es infinitamente mayor que el nuestro? Si pedimos pan, ¿nos va a dar una piedra? ¿No es acaso nuestro Padre? Cuando oréis habéis de decir: Abba, Padre... Solo en este clima de amor y de confianza es posible la oración verdadera: Señor, si conviene, concédeme... Dios sabe más y es infinitamente bueno, mejor siempre de lo que nosotros podemos comprender. Él quiere lo mejor; y lo mejor a veces no es lo que pedimos. María de Betania le envió un mensaje urgente para que curara a su hermano Lázaro, que se encontraba a punto de morir. Y Jesús no lo curó, lo resucitó. Él es sabio, con una sabiduría divina, y nosotros, ignorantes. Él abarca la vida entera, la nuestra y la de aquellos a quienes amamos, y nosotros apenas vislumbramos un poco de lo inmediato. Vemos esos instantes con premura e impaciencia quizá, y Él ve toda la vida y la eternidad... No sabemos pedir lo que conviene, pero el Espíritu Santo aboga por nosotros con gemidos inefables2. No rogamos que Dios quiera, sino que nos enseñe y nos dé fuerzas para cumplir lo que Él quiere3.
Querer hacer la voluntad de Dios en todo, aceptarla con gozo, amarla, aunque humanamente parezca difícil y dura, no "es la capitulación del más débil ante el más fuerte, sino la confianza del hijo en el Padre, cuya bondad nos enseña a ser plenamente hombre: lo cual implica el alegre descubrimiento de la condición de nuestra grandeza"4, la filiación divina.
II. Hágase tu voluntad...
En muchos momentos, nuestro querer natural coincide con el de Dios. Todo parece entonces sereno y suave, y se camina sin gran dificultad. Pero no debemos olvidar que en el progreso hacia la santidad tendremos que purificar el propio yo, la propia voluntad inclinada excesivamente hacia uno mismo, incluso en asuntos nobles, y dirigirla a la plena identificación con el querer divino. Este es la verdadera brújula que orienta los pasos directamente a Dios, y que nos llevará en tantas ocasiones por senderos distintos a los que nosotros, con un criterio exclusivamente humano, hubiéramos escogido. Y el Espíritu Santo quizá nos diga, en la intimidad de nuestro corazón: Mis caminos no son vuestros caminos...5.
Del Señor debemos aprender el camino seguro del cumplimiento de la voluntad de Dios en todo. Es esta una enseñanza continua a lo largo del Evangelio. Cuando los Apóstoles instan a Jesús, cansado después de una larga jornada, para que tome algún alimento de los que acaban de comprar en una ciudad de Samaria, les dice: Mi comida es hacer la voluntad del que me ha enviado y dar cumplimiento a su obra6. Nuestro alimento, lo que nos da fuerzas y firmeza para vivir como hijos de Dios, lo que da sentido a una vida, es saber que estamos haciendo la voluntad de Dios hasta en los detalles más pequeños del vivir diario. En otras muchas ocasiones repetirá Jesús esta misma enseñanza: no pretendo hacer Mi voluntad, sino la de Aquel que me ha enviado7. ¡Si pudiéramos nosotros decir siempre esto mismo! Yo no quiero, Señor –le decimos en nuestro interior–, hacer aquello que desean mis sentidos o mi inteligencia, aunque sea lícito, sino aquello que Tú quieres que lleve a cabo, aunque parezca difícil y costoso. Si alguna vez nos sucede esto, que nos cuesta aceptar la voluntad de Dios, iremos al Sagrario a ver a Jesús, y después de un rato de oración comprenderemos que nuestro querer más íntimo es precisamente aceptar y amar la voluntad de Dios. Será entonces el momento –especialmente si se trata de un asunto que nos resulta muy costoso y molesto– de hacer nuestra la oración de Jesús en los comienzos de la Pasión: Padre mío, si es de tu agrado, aleja de Mí este cáliz; pero no se haga mi voluntad sino la tuya8. No se haga mi voluntad... repetiremos despacio, sino lo que Tú quieres.
Los Apóstoles predicaron más tarde lo que aprendieron del Maestro: el Reino de los Cielos solo es accesible al que hace la voluntad de mi Padre celestial9, pues el que hiciere la voluntad de mi Padre que está en los Cielos, ese es mi hermano y mi hermana y mi madre10. Es ahí –en el cumplimiento del querer divino– donde la criatura encuentra su verdadera felicidad, pues la voluntad divina está orientada a que seamos plenamente felices en esta vida y en la otra, de un modo con frecuencia distinto al que nosotros habíamos proyectado: "a quien posee a Dios, nada le falta..., si él mismo no le falta a Dios"11.
Nuestra voluntad tiene así una meta: hacer siempre, también en lo pequeño, en las tareas ordinarias, lo que Dios quiere que hagamos. Así, decidimos en cada circunstancia no aquello que nos es más útil o agradable, sino según lo que quiere el Señor en aquella situación concreta. Y como Dios quiere lo mejor, aunque de modo inmediato no lo experimentemos, estamos ejerciendo la libertad en el bien, que es donde verdaderamente se realiza12. Por eso, cuando ejercitamos nuestra libertad haciendo propio el querer divino, estamos convirtiendo nuestra vida en un continuo acto de amor.
III. Padre, hágase tu voluntad en la tierra como en el Cielo... Y disponemos el alma no solo para llevar a cabo el querer divino, sino para amar lo que Dios hace o permite. Cuando los acontecimientos o las circunstancias no permiten que escojamos nosotros, es Dios quien ya ha elegido por nosotros. Es en esas situaciones, a veces humanamente difíciles, donde debemos decir con paz: "¿Lo quieres, Señor?... ¡Yo también lo quiero!"13. Pueden ser ocasiones extraordinarias para confiar más y más en Dios. Esa voluntad divina que aceptamos puede llamarse sufrimiento, enfermedad o pérdida de un ser querido. O quizá son hechos que nos llegan por los simples sucesos de cada jornada o el transcurrir de los días: aceptar el paso del tiempo que comienza a dejar su huella bien marcada en el cuerpo, el sueldo insuficiente, una profesión distinta de la que hubiéramos deseado ejercer pero que debemos realizar con amor porque las circunstancias nos han llevado a ella y que ya no es posible abandonar, el fracaso por un olvido o error ridículo, los malentendidos, el carácter de alguien con el que cada día hemos de pasar codo a codo muchas horas, los sueños nobles no realizados..., el aceptarse a uno mismo con todas sus limitaciones, sin que esto mate el deseo de superación y, sobre todo, de crecer en las virtudes. También podremos decir nosotros entonces:
"Dadme riqueza o pobreza,
dad consuelo o desconsuelo,
dadme alegría o tristeza (...).
¿Qué mandáis hacer de Mí?"14.
¿Qué quieres, Señor, de mí en esta circunstancia concreta, y en aquella otra?
La aceptación alegre de la voluntad divina nos dará siempre paz en el alma y, en lo humano, evitará desgastes inútiles, pero muchas veces no suprimirá el dolor. El mismo Jesús lloró como nosotros. En la Carta a los Hebreos leemos que en los días de su vida mortal ofreció oraciones y súplicas con poderosos clamores y lágrimas15. Nuestras lágrimas, cuando se trata de un suceso doloroso, no ofenden a Dios, sino que mueven a su compasión. "Me has dicho: Padre, lo estoy pasando muy mal.
"Y te he respondido al oído: toma sobre tus hombros una partecica de esa cruz, solo una parte pequeña. Y si ni siquiera así puedes con ella, ...déjala toda entera sobre los hombros fuertes de Cristo. Y ya desde ahora, repite conmigo: Señor, Dios mío: en tus manos abandono lo pasado y lo presente y lo futuro, lo pequeño y lo grande, lo poco y lo mucho, lo temporal y lo eterno.
"Y quédate tranquilo"16.
Quiere el Señor además que, junto a la amorosa aceptación del querer divino, pongamos todos los medios humanos para salir de esa mala situación, si es posible. Y si no lo es, o tarda en resolverse, nos abrazaremos con fuerza a nuestro Padre Dios y podremos decir, como San Pablo en momentos muy difíciles: Reboso de gozo en todas nuestras tribulaciones17. Nada podrá quitarnos la alegría.
Nuestra Madre Santa María es el modelo que hemos de imitar, diciendo: Hágase en mí según tu palabra. Que se haga lo que Tú quieras, y como Tú quieras, Señor.
1 Sant 4, 3. — 2 Cfr. Rom 8, 20. — 3 Cfr. San Agustín, Sermón del Monte, 2, 6, 21. — 4 G. Chevrot, En lo secreto, Rialp, Madrid 1960, p. 164. — 5 Is 55, 8. — 6 Jn 6, 32. — 7 Jn 5, 30. — 8 Lc 22, 42. — 9 Mt 7, 21. — 10 Mt 6, 10. — 11 San Cipriano, Tratado sobre la oración, 21. — 12 Cfr. C. Cardona, Metafísica del bien y del mal, EUNSA, Pamplona 1987, p. 185. — 13 Cfr. San Josemaría Escrivá, Camino, n. 762. — 14 Santa Teresa, Poesías, 5. — 15 Heb 5, 7. — 16 San Josemaría Escrivá, Vía Crucis, VII, n. 3. — 17 2 Cor 7, 4.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Fuente: Franciscanos.org
Angela María Truszkowska, Beata Fundadora, 10 Octubre
Ángela María nació el 16 de mayo de 1825, en Kalisz (Polonia). En el bautismo recibió el nombre de Sofía Camila. Su familia se trasladó a Varsovia en 1837. Desde su infancia demostró una piedad profunda: participaba todos los días en la misa, recibía con frecuencia los sacramentos, realizaba vigilias de oración y visitaba con asiduidad el Santísimo Sacramento: todo esto desarrolló en ella una espiritualidad intensa. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04/
Cerbonio Obispo de Populonia, Santo Obispo, 10 Octubre
San Régulo y otros obispos fueron expulsados de África a principios del siglo VI. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Paulino de York, Santo Obispo, 10 Octubre
El Nombre de San Paulino figura en el Martirologio Romano y en los martirologios ingleses. Fue el primer apóstol del reino más poderoso de Inglaterra en su época. Había ido a dicho país como miembro del segundo grupo de misioneros enviados por el Papa San Gregorio l. Cuando el rey de Nortumbría, Edwino, solicitó la mano de Etelburga, la hermana del rey Edbaldo de Kent, prometió respetar la religión de su prometida, San Paulino partió con ella a Nortumbría para encargarse de la nueva misión. El año 625, San Justo, arzobispo de Canterbury, le consagró obispo. |
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Fuente: Vatican.va
Daniel Comboni, Santo Fundador de los Misioneros Combonianos, 10 Octubre
Daniel Comboni: hijo de campesinos pobres, llegó a ser el primer Obispo de Africa Central y uno de los más grandes misioneros de la historia de la Iglesia. |
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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Juan Thwing de Bridlington, Santo Monje, 10 de octubre
Monje Martirologio Romano: En Bridlington, en Inglaterra, san Juan, presbítero, prior del monasterio de Canónigos Regulares de San Agustín, célebre por su oración, austeridad y bondad. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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