viernes, 7 de noviembre de 2014

[ † ] Sábado de la Virgen María. 08/11/2014. En su día, lo que más agrada a María, es la Misa matutina.

JA

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 9-15

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Gánense amigos con los bienes de este mundo. Así, cuando tengan que dejarlos, los recibirán en las moradas eternas. El que de fiar en lo poco, lo es también en lo mucho. Y el que es injusto en lo poco, lo es también en lo mucho. Pues si no fueron de fiar en los bienes de este mundo, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no fueron de fiar administrando bienes ajenos, ¿quién les confiará lo que es de ustedes?
Ningún criado puede servir a dos señores, pues odiará a uno y amará a otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y al dinero.
Estaban oyendo todo esto los fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de Jesús. El les dijo:
"Ustedes quieren pasar por hombres de bien ante la gente, pero Dios conoce sus corazones; porque, en realidad, lo que parece valioso para los hombres es despreciable para Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). ¿Qué pensaríamos de un cónyuge que le dice a su pareja: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

sab 31a. Ordinario año Par

Antífona de Entrada

Yo tengo designios de paz, no de aflicción, dice el Señor. Me invocarán y yo los escucharé y los libraré de su esclavitud dondequiera que se encuentren.

 

Oración Colecta

Oremos:
Concédenos, Señor, tu ayuda para entregarnos fielmente a tu servicio, porque sólo en el cumplimiento de tu voluntad podremos encontrar la felicidad verdadera.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Todo lo puedo unido a aquel que me da fuerza

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 4, 10-19

Hermanos: Mi alegría en el Señor fue grande al ver renacer el interés de ustedes por mí; de hecho, lo tenían ya, pero no habían tenido ocasión de manifestarlo. Y no les digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a arreglármelas en cualquier situación. Sé pasar necesidades y vivir en la abundancia. Estoy acostumbrado a todo: a estar satisfecho y a pasar hambre, a la abundancia y la escasez. Todo lo puedo en Cristo que me da la fuerza. Sin embargo, qué bueno que se han solidarizado conmigo en el sufrimiento. Ustedes los filipenses saben además que, al comenzar a predicar el Evangelio y salí de Macedonia, ninguna iglesia, fuera de ustedes, me brindó una ayuda económica. Y saben también que cuando estaba en Tesalónica, en más de una ocasión me enviaron ayuda para aliviar mis necesidades; no es que yo busque regalos, lo que busco es que se multipliquen los interés en su cuenta.
Recibí, púes, todo y tengo suficiente, incluso me sobra después de haber reducido por medio de Epafrodito sus obsequios, que son ofrenda agradable y sacrificio que Dios acepta con agrado.
Mi Dios, que es rico, atenderá con generosidad todas sus necesidades por medio de Cristo Jesús.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 111, 1-2.5-6.8a y 9

Dichosos los que honran al Señor.

Dichoso el que respeta al Señor, y se complace en sus mandamientos. Su descendencia será poderosa en la tierra, la raza de los hombres buenos será bendecida.
Dichosos los que honran al Señor.

Dichoso el hombre que se apiada y presta, y administra con honradez sus asuntos; el hombre recto jamás sucumbirá y su recuerdo perdurará por siempre.
Dichosos los que honran al Señor.

Su corazón está sereno, y no tiene miedo; da sin medida al necesitado, su rectitud permanece para siempre, y mantiene con dignidad su frente en alto.
Dichosos los que honran al Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza.
Aleluya.

Evangelio

Si con el dinero, tan lleno de injusticias no fueron fieles, ¿quién les confiará los bienes verdaderos?

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 9-15

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Gánense amigos con los bienes de este mundo. Así, cuando tengan que dejarlos, los recibirán en las moradas eternas. El que de fiar en lo poco, lo es también en lo mucho. Y el que es injusto en lo poco, lo es también en lo mucho. Pues si no fueron de fiar en los bienes de este mundo, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no fueron de fiar administrando bienes ajenos, ¿quién les confiará lo que es de ustedes?
Ningún criado puede servir a dos señores, pues odiará a uno y amará a otro, o será fiel a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y al dinero.
Estaban oyendo todo esto los fariseos, amigos del dinero, y se burlaban de Jesús. El les dijo:
"Ustedes quieren pasar por hombres de bien ante la gente, pero Dios conoce sus corazones; porque, en realidad, lo que parece valioso para los hombres es despreciable para Dios".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Que estos dones traídos a tu altar nos obtengan de ti, Señor y Dios nuestro, la gracia de servirte con amor y la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

La gloria de Dios es el hombre viviente

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Tú eres el Dios vivo y verdadero; el universo está lleno de tu presencia, pero sobre todo has dejado la huella de tu gloria en el hombre, creado a tu imagen. Tú lo llamas a cooperar con el trabajo cotidiano en el proyecto de la creación y le das tu Espíritu para que sea artífice de justicia y de paz, en Cristo, el hombre nuevo.
Por eso,
unidos a los ángeles y a los santos, cantamos con alegría el himno de tu alabanza:

Antífona de la Comunión

Mi felicidad consiste en estar cerca de Dios y en poner sólo en él mis esperanzas.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor, que nuestra participación en esta Eucaristía, que tu Hijo nos mandó celebrar como memorial suyo, nos una siempre con el vínculo de tu amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén


Meditación diaria

31ª semana. Sábado

SERVIR A UN SOLO SEÑOR

— Pertenecemos a Dios por entero.

— Unidad de vida.

— Rectificar la intención.

I. En la Antigüedad, el siervo se debía íntegramente a su señor. Su actividad llevaba consigo una dedicación tan total y absorbente que no cabía compartirla con otro trabajo u otro amo. Así se entienden mejor las palabras de Jesús, que leemos en el Evangelio de la Misa1: Ningún criado puede servir a dos señores, pues odiará a uno y amará al otro, o preferirá a uno y despreciará al otro. Y concluye el Señor: No podéis servir a Dios y al dinero.

Seguir a Cristo significa encaminar a Él todos nuestros actos. No tenemos un tiempo para Dios y otro para el estudio, para el trabajo, para los negocios: todo es de Dios y a Él debe ser orientado. Pertenecemos por entero al Señor y a Él dirigimos nuestra actividad, el descanso, los amores limpios... Tenemos una sola vida, que se ordena a Dios con todos los actos que la componen. "La espiritualidad no puede ser nunca entendida como un conjunto de prácticas piadosas y ascéticas yuxtapuestas de cualquier modo al conjunto de derechos y deberes determinados por la propia condición; por el contrario, las propias circunstancias, en cuanto respondan al querer de Dios, han de ser asumidas y vitalizadas sobrenaturalmente por un determinado modo de desarrollar la vida espiritual, desarrollo que ha de alcanzarse precisamente en y a través de aquellas circunstancias"2.

Como el hilo sujeta las cuentas de un collar, así el deseo de amar a Dios, la rectitud de intención, dan unidad a todo cuanto hacemos. Por el ofrecimiento de obras pertenecen al Señor todas nuestras actividades de la jornada, las alegrías y las penas. Nada queda fuera del amor. "En nuestra conducta ordinaria, necesitamos una virtud muy superior a la del legendario rey Midas: él convertía en oro cuanto tocaba.

"—Nosotros hemos de convertir –por amor– el trabajo humano de nuestra jornada habitual, en obra de Dios, con alcance eterno"3.

El quehacer de todos los días, el cuidado de los instrumentos que empleamos en el trabajo, el orden, la serenidad ante las contradicciones que se presentan, la puntualidad, el esfuerzo que supone el cumplimiento del deber... es la materia que debemos transformar en el oro del amor a Dios. Todo está dirigido al Señor, que es quien da un valor eterno a nuestras obras más pequeñas.

II. El empeño por vivir como hijos de Dios se realiza principalmente en el trabajo, que hemos de dirigir a Dios; en el hogar, llenándolo de paz y de espíritu de servicio; y en la amistad, camino para que los demás se acerquen más y más al Señor. Con todo, en cualquier momento del día o de la noche debemos mantener ese empeño por ser, con la ayuda de la gracia, hombres y mujeres de una pieza, que no se comportan según el viento que corre o que dejan el trato con el Señor para cuando están en la iglesia o recogidos en oración. En la calle, en el trabajo, en el deporte, en una reunión social, somos siempre los mismos: hijos de Dios, que reflejan con amabilidad su seguimiento a Cristo en situaciones bien diversas: ya comáis, ya bebáis, o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios4, aconsejaba San Pablo a los primeros cristianos. "Cuando te sientes a la mesa –comenta San Basilio a propósito de este versículo–, ora. Cuando comas pan, hazlo dando gracias al que es generoso. Si bebes vino, acuérdate del que te lo ha concedido para alegría y alivio de enfermedades. Cuando te pongas la ropa, da gracias al que benignamente te la ha dado. Cuando contemples el cielo y la belleza de las estrellas, échate a los pies de Dios y adora al que con su Sabiduría dispuso todas estas cosas. Del mismo modo, cuando sale el sol y cuando se pone, mientras duermas y despierto, da gracias a Dios que creó y ordenó todas estas cosas para provecho tuyo, para que conozcas, ames y alabes al Creador"5. Todas las realidades nobles nos deben llevar a Él.

De la misma manera que cuando se ama a una criatura de la tierra se la quiere las veinticuatro horas del día, el amor a Cristo constituye la esencia más íntima de nuestro ser y lo que configura nuestro actuar. Él es nuestro único Señor, al que procuramos servir en medio de los hombres, siendo ejemplares en el trabajo, en los negocios, a la hora de vivir la doctrina social de la Iglesia en los diversos ámbitos de nuestra actividad, en el cuidado de la naturaleza, que es parte de la Creación divina... No tendría sentido que una persona que tratara al Señor con intimidad no se esforzara a la vez, y como una consecuencia lógica, por ser cordial y optimista, por ser puntual en su trabajo, por aprovechar el tiempo, por no hacer chapuzas en su tarea...

El amor a Dios, si es auténtico, se refleja en todos los aspectos de la vida. De aquí que, aunque las cuestiones temporales tengan su propia autonomía y no exista una "solución católica" a los problemas sociales, políticos, etc., tampoco existan ámbitos de "neutralidad", donde el cristiano deje de serlo y de actuar como tal6. Por eso, el apostolado fluye espontáneo allí donde se encuentra un discípulo de Cristo, porque es consecuencia inmediata de su amor a Dios y a los hombres.

III. Los fariseos que escuchaban al Señor eran amantes del dinero y trataban de compaginar su amor a las riquezas y a Dios, al que pretendían servir. Por eso, se burlaban de Jesús. También hoy los hombres tratan, en ocasiones, de ridiculizar el servicio total a Dios y el desprendimiento de los bienes materiales, porque –como los fariseos– no solo no están dispuestos a ponerlo en práctica, sino que ni siquiera conciben que otros puedan tener esa generosidad: piensan, quizá, que pueden existir ocultos intereses en quienes de verdad han escogido, en medio del mundo o fuera de él, a Cristo como único Señor7.

Jesús pone al descubierto la falsedad de aquella aparente bondad de los fariseos: Vosotros -les dice- os hacéis pasar por justos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que parece excelso ante los hombres, es abominable delante de Dios. El Señor señala con una palabra fortísima –abominable– la conducta de aquellos hombres faltos de unidad de vida que, con la apariencia de ser fieles servidores de Dios, estaban muy lejos de Él, como se reflejaba en sus obras: gustan pasear vestidos con largas túnicas y anhelan los saludos en las plazas, los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes, y devoran las casas de las viudas con el pretexto de largas oraciones...8. En realidad, poco o nada amaban a Dios; se amaban a sí mismos.

Dios conoce vuestros corazones. Estas palabras del Señor nos deben llenar de consuelo, a la vez que nos llevarán a rectificar muchas veces la intención para rechazar los movimientos de vanidad y de vanagloria, de tal modo que nuestra vida entera esté orientada a la gloria de Dios. Agradar al Señor ha de ser el gran objetivo de todas nuestras acciones. El Papa Juan Pablo I, cuando aún era Patriarca de Venecia, escribía este pequeño cuento, lleno de enseñanzas. A la entrada de la cocina estaban echados los perros. Juan, el cocinero, mató un ternero y echó las vísceras al patio. Los perros las comieron, y dijeron: "Es un buen cocinero, guisa muy bien".

Poco tiempo después, Juan pelaba los guisantes y las cebollas, y arrojó las mondaduras al patio. Los perros se arrojaron sobre ellas, pero torciendo el hocico hacia el otro lado dijeron: "El cocinero se ha echado a perder, ya no vale nada".

Sin embargo, Juan no se conmovió lo más mínimo por este juicio, y dijo: "Es el amo quien tiene que comer y apreciar mis comidas, no los perros. Me basta con ser apreciado por mi amo"9. Si actuamos de cara a Dios, poco o nada nos debe importar que los hombres no lo entiendan o que lo critiquen. Es a Dios a quien queremos servir en primer lugar y sobre todas las cosas. Luego resulta que este amor con obras a Dios es, a la vez, la mayor tarea que podemos llevar a cabo en favor de nuestros hermanos los hombres.

Nuestra Madre Santa María nos enseñará a enderezar nuestros días y nuestras horas para que nuestra vida sea un verdadero servicio a Dios. "No me pierdas nunca de vista el punto de mira sobrenatural. -Rectifica la intención, como se rectifica el rumbo del barco en alta mar: mirando a la estrella, mirando a María. Y tendrás la seguridad de llegar siempre a puerto"10.

1 Lc 16, 13-14. — 2 A. del Portillo, Escritos sobre el sacerdocio, Palabra, 4ª ed., Madrid 1976, p. 113. — 3 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 742. — 4 1 Cor 10, 31. — 5 San Basilio, Homilía in Julittam martirem. — 6 Cfr. I. Celaya, Unidad de vida y plenitud cristiana, Pamplona 1985, p. 335. — 7 Cfr. Sagrada Biblia, Santos Evangelios, EUNSA, Pamplona 1983, nota a Lc 16, 13-14. — 8 Cfr. Lc 20, 45-47. — 9 Cfr. A. Luciani, Ilustrísimos señores, pp. 12 ss. — 10 San Josemaría Escrivá, Forja, n. 749.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Beata Isabel de la Trinidad

Isabel Catez Rolland, hija de Francisco José y de María, nació en Bourges, Francia, el 18 de Julio de 1880.
Desde su más tierna edad se distinguió por su temperamento apasionado, propenso a arrebatos de cólera y de una sensibilidad exquisita.
Cuando contaba siete años, perdió a su padre, lo que fue causa de su "conversión" y de su cambio de carácter como fruto de su vida de ascesis y oración.
Aunque tomaba parte en las fiestas y participaba en los compromisos sociales, fue siempre fiel a sus promesas bautismales.
A los 14 años hizo voto de virginidad y a los 19 empezó a recibir las primeras gracias místicas.
Estaba dotada de gran talento musical y se ofreció a Dios como víctima por la salvación de Francia.
El 2 de enero de 1901, a los 21 años de edad, ingresaba en el convento carmelitano de Dijón, ciudad donde vivía con su familia.
Isabel -que en el Carmelo se llamaría Sor Isabel de la Trinidad- se propuso como lema ser "Alabanza de gloria de la Santísima Trinidad" y crecer de día en día "en la carrera del amor a los Tres".
Vistió el hábito el 8 de diciembre de 1902 y el 11 de noviembre de 1903 saltaba de gozo al emitir sus votos religiosos en la Orden del Carmen, a la que amaba con toda su alma.
Con su vida y su doctrina -breve pero sólida- ha ejercido un gran influjo en la espiritualidad de nuestros días, debido, sobre todo, a su experiencia trinitaria. Preciosas son sus Elevaciones, Retiros, Notas Espirituales y sus Cartas.
Corrió, voló, en el camino de la perfección y el 9 de noviembre de 1906 expiraba a cuasa de una úlcera de estómago.
En el capítulo "El Carmelo escuela de santidad", recordamos una bella anécdota entre el Cardenal Mercier y la M. Priora de Dijón, sobre esta veloz carrera hacia la meta de la santidad de Sor Isabel de la Trinidad.
Fue beatificada por el papa Juan Pablo II el 25.11.1984, fiesta de Cristo Rey.
Su fiesta se celebra el 8 de noviembre.

Su espiritualidad

Fue más su vida misma que su doctrina. Esta sólo en parte fue escrita por ella.
Sor Isabel es un alma interior que se transforma de día en día en el Misterio Trinitario.
El silencio, la soledad, la oración contemplativa son la palestra que la disponen a ser dócil a la voluntad divina, que cumple siempre y en todo a la mayor perfección.
Enamorada de Cristo, que es "su libro preferido", se eleva a la Trinidad hasta que "Isabel desaparece, se pierde y se deja invadir por los Tres".

"La Trinidad: aquí está nuestra morada, nuestro hogar, la casa paterna de la que jamás debemos salir... Me parece que he encontrado mi cielo en la tierra, puesto que el cielo es Dios y Dios está en mi alma. El día que comprendí eso todo se iluminó para mí."
"Creer que un ser que se llama El Amor habita en nosotros en todo instante del día y de la noche y que nos pide que vivamos en sociedad con El, he aquí, os lo confío, lo que ha hecho de mi vida un cielo anticipado"
'Mi Esposo quiere que yo sea para El una humanidad adicional en la cual El pueda seguir sufriendo para gloria del Padre y para ayudar a la Iglesia"

Amó profundamente su vocación carmelita y trató de amar y de imitar a la "Janua coeíi", como llamaba a la Virgen Purísima.
Murmurando casi como en un canto "Voy a la luz, al amor, a la vida", expiró."

Su mensaje

Que corramos por el camino de la santidad, que el Espíritu Santo
eleve nuestro espíritu, que seamos siempre "alabanza de
gloda de la Sma. Trinidad", que seamos dóciles a las mociones del Espíritu.

Su oración

Oh Dios, rico en misericordia, que descubriste a la Beata Isabel de la Trinidad el misterio de tu presencia secreta en el alma del justo e hiciste de ella una adoradora en espíritu y verdad, concédenos, por su intercesión, que también nosotros, permaneciendo en el amor de Cristo, merezcamos ser transformados en templos del Espíritu de Amor, para alabanza de tu gloria. Amén.

 

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Fuente: Franciscanos.net
María Crucificada (Isabel María) Satellico, Beata Virgen Clarisa, 8 Noviembre  

María Crucificada (Isabel María) Satellico, Beata

(1706‑ 1745), Virgen de la Segunda Orden. Beatificada por Juan Pablo II el de 10 de octubre de 1993.

Isabel María nació en Venecia, hija de Pedro Satellico y Lucía Mander, el 31 de diciembre de 1706, se educó al lado de sus padres y un tío sacerdote. De salud débil pero especialmente dotada para la música y el canto, y gran disposición para la oración.

Recibida entre las Clarisas de Ostra Vetere como educanda prestó servicio como directora del canto y organista. A los 19 años de edad fue recibida al noviciado y tomó el nombre de María Crucificada, por su devoción a la Santísima Virgen y a la Pasión de Cristo.

A la sublime contemplación unía gran austeridad y penitencia, con las cuales se hacía más plenamente partícipe de la Pasión del Señor. Su ideal fue la perfecta conformación a Cristo Crucificado, unida a la caridad para con el prójimo, y una filial devoción a la Santísima Virgen. Elegida abadesa, se distinguió por su solicitud para con las hermanas y con los pobres.

Murió el 8 de noviembre de 1745.

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Fuente: Osanet.org
Isaías Boner, Beato Sacerdote Agustino, 8 Noviembre  

Isaías Boner, Beato

El 8 de noviembre de 1471 moría en Cracovia (Polonia). Había sido profesor de teología en la universidad, maestro de vida religiosa y espiritual, amigo y confidente de los santos y beatos del denominado felix saeculum Cracoviae, como Juan Kancio († 1474) o el canónigo regular Estanislao Kazimiercyk, el Casimiritano († 1489), de todos conocido por su celo apostólico, vida austera, piedad mariana, y su saber unir la quietud de la oración con el ansia agustina de la búsqueda.

Se ignora el año preciso de su nacimiento, pero se sabe que en 1415 vistió el hábito agustino en el convento de Sta. Catalina de Cracovia. Eran los momentos oscuros del cisma de Occidente y del triunfo de las doctrinas heréticas de Hus, que no tardarían en encender el fuego de la guerra socio-religiosa en la cercana Boemia.

En 1419 fue enviado a estudiar a Padua, y allí permaneció casi cuatro años, obteniendo el lectorado en teología y recibiendo la ordenación sacerdotal. De vuelta a Polonia fue encargado de dirigir a los jóvenes estudiantes profesos, asistiéndolos espiritualmente como maestro y como profesor de Sagrada Escritura en el estudio del convento. Nombrado visitador provincial, recorrió la provincia de Baviera. En 1443 consiguió el grado académico de magister en la Universidad Jaguelónica de su ciudad natal. En 1452 lo encontramos de nuevo en Ratisbona como delegado del P. General para presidir la celebración del capítulo de la Provincia.

Fuera de estos cargos de responsabilidad dentro de la Orden, prueba de la estima de que aun fuera de su patria gozaba entre los suyos el magister Poloniae, su principal actividad fue la enseñanza de las ciencias sagradas en la universidad de Cracovia, donde fue apreciado y querido por sus contemporáneos.

A su muerte fue sepultado en el claustro del convento. En torno a sus restos creció el culto popular, y comenzaron a serle atribuidos milagros y gracias. Y aunque el título de beato del que disfruta entre los suyos – en 1617 fue incluido entre los santos protectores de Polonia -, aún no ha sido ratificado por Roma, su tumba en la cripta de la iglesia de Sta. Catalina sigue siendo meta de un incesante peregrinar de devotos, muchos de ellos estudiantes universitarios.

Fueron varias las ocasiones en que se intentó iniciar la instrucción de la causa, pero lamentablemente en ninguna de ellas se consiguió llevarla a término.

Por fin, el 20 de diciembre de 1994, de común acuerdo con el cardenal de Cracovia Francisco Macharski, la postulación general de la Orden solicitó oficialmente la apertura del proceso sobre la fama de santidad del denominado "beato", virtudes heroicas y culto ininterrumpido.

Ultimados los trámites de ley, el 21 de diciembre de 1996 se clausuró la información cognoscitiva diocesana, el 1 de febrero de 1997 se obtenía de la Congregación de los Santos el nihil obstat para proceder, y el 5 de diciembre del mismo año el correspondiente decreto de validez del proceso llevado a cabo en Cracovia.

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Fuente: Archidiócesis de Madrid
Los Cuatro Santos Coronados Mártires, 8 Noviembre  

Los Cuatro Santos Coronados

Recordamos a cuatro hermanos mártires: Severo, Severino, Carpóforo y Victorino, que vivieron en la última parte del siglo III y a comienzos del IV.

Servían como militares al emperador Diocleciano, pues gozaban de gran reputación como soldados, y tenían puesto honoríficos en la corte. Además, eran cristianos y no ocultaban su condición de tales; asistían a las reuniones y a los oficios divinos, generalmente realizados en las catacumbas, socorrían a los pobres y visitaban a los presbíteros.

En el año 304, Diocleciano decreto que todos los súbditos del Imperio sacrificasen públicamente a los dioses. Se desató de este modo, con mayor furor, la persecución contra los seguidores de Cristo, y prontamente los cuatro santos fueron apresados. Como se negaron a prestar juramento a los dioses, fueron llevados delante del ídolo de Esculapio y amenazados de muerte si no le rendían culto.
Los cuatro gritaban: "¡Es un falso Dios!".
Fueron azotados cruelmente, pero ellos continuaron gritando: "¡Nuestro Dios es Jesucristo!"

Se los sometió a toda clase de tormentos. Y así, entregaron su vida. Diocleciano ordenó que sus cuerpos fuesen arrojados a la plaza, para que sirvieran de alimento a los perros.
Afirma la tradición que transcurridos cinco días, ningún perro se les acercó, poniendo de manifiesto que los hombres eran más crueles que las bestias. Los cristianos, en secreto les dieron sepultura en una arenal.
Sus restos están ahora en la iglesia que lleva el nombre de los Santos Coronados, en Roma.
Los santos mártires Claudio, Nicóstrato, Sinforiano, Castor y Simplicio, cuyo recuerdo celebra la Iglesia también hoy, padecieron en la misma persecución y fueron sepultados en el mismo cementerio.

Éstos cinco eran escultores de profesión y se negaron a esculpir una estatua del dios Esculapio, para no dar lugar a idolatría. Diocleciano mandó que fuesen azotados, sus cuerpos se colocaron en cajones y arrojados al río.
No es seguro que este hecho haya ocurrido en Roma o que en realidad ocurrió en Panonia (actual Hungría).
No obstante sus restos descansan también en la iglesia de los Santos Coronados, en Roma.

Espíritus sublimes,
¡oh mártires gloriosos!,
felices moradores
de la inmortal Sión,
rogad por los que luchan
en las batallas recias,
que alcancen la victoria
y eterno galardón.

¡Oh mártires gloriosos
de rojas vestiduras,
que brillan con eternos
fulgores ante Dios!
Con vuestro riego crezca
de Cristo la semilla,
y el campo de las mieses
se cubra ya en sazón.
Amén.

Himno de la Liturgia de las Horas

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Fuente: Catholic.net
Godofredo de Amiens, Santo Obispo, 8 Noviembre  

Godofredo de Amiens, Santo

Monje
Noviembre 8

 


Etimológicamente significa "paz de Dios". Viene de la lengua alemana.

En junio de 2002 se habla mucho de la Convención Europea como una forma de llegar a su propia identidad, teniendo en cuenta las raíces de su pasado...Hay que tener confianza en los valores de la solidaridad, la subsidiaridad y la transparencia...La libertad religiosa debe ser reconocida a nivel de la Comunidad Europea.

Vino al mundo en el año 1066 en Soissons y murió aquí mismo en 1115.

De joven vio que su vocación se inclinaba por ser monje. A los 30 vivía muy feliz como un sencillo religioso en la abadía de Mont-Martin.

En pocos años supo darle prosperidad a la abadía y a todos los alrededores.

Cuando el arzobispo se enteró de quién era este monje, le ofreció que se hiciera cargo de la abadía de san Remigio, la más importante de su diócesis.

Godofredo le contestó diciéndole que no quería. De hacerlo, sería como un hombre que deja a su mujer para irse con otra más guapa.

No obstante, se pensó el tema de la obediencia y, al final, aceptó no ser abad sino obispo de Amiens.

Proveniente de una vida monacal, forjada en la austeridad, empezó por reformar al clero que estaba sumido en la simonía y no administraba los sacramentos. Una gran degradación moral y religiosa.

Y no solamente quiso reformar al clero, sino que también se puso duro con los señores que acampaban por sus fueros.

Estos últimos se unieron para hacerle la vida imposible. Se encontró de pronto sin amigos.

Por eso, una noche salió huyendo a la Cartuja para esconderse y vivir en paz.

Lo encontraron y le obligaron a volver a la diócesis. Pero estaba ya extenuado de fuerzas y murió poco después en la abadía de San Crispín de Soissons.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina04
Adeodato, Santo LXVIII Papa, 8 Noviembre  

Adeodato, Santo

El Papa Adeodato I, o Deusdedit, fue pontífice en un momento en que se empezaba a sentir cada vez más claro y fuerte el sentimiento de intolerancia y de independencia hacia el poder bizantino.

Hubo levantamientos en Rávena, en Nápoles y en la misma Roma. Los territorios gobernados por los Lombardos. por lo contrario, gozaban de cierta tranquilidad.

Pocas son las noticias históricas: hijo del subdiácono romano Esteban, fue durante cuarenta años sacerdote en Roma antes de suceder en la cátedra pontificia al Papa Bonifacio IV el 19 de octubre del 615.

Murió en noviembre del 618, amado y llorado por los romanos, que pudieron apreciar el buen corazón durante las grandes calamidades que atormentaron a Roma durante los tres años de su pontificado: el terremoto, que dio el golpe de gracia a los marmóreos edificios del Foro, ya desbastados por las continuas invasiones de los bárbaros, y una terrible epidemia llamada elefancía.

Fue el primer Papa que estableció con testamento donaciones para distribuir al pueblo con ocasión de los funerales del sumo pontífice. En Roma el Papa no sólo era el obispo y el pastor espiritual, sino también el guía civil, el juez, el supremo magistrado, el que garantizaba el orden. A la muerte de todo pontífice los romanos se sentían sin protección, expuestos a las invasiones de los bárbaros nórdicos o a las venganzas del imperio de Oriente. La teoría medieval de los "dos soles", el Papa y el emperador, que deberían gobernar unidos al mundo cristiano, no era aceptada en Constantinopla.

El Papa Adeodato se demostró un hábil mediador y paciente interlocutor con el otro "sol" que en realidad de verdad fue muy poco solícito con Italia, excepción hecha de la vez que envió al exarca Eleuterio a dominar la revolución de Ravena y de Nápoles. Fue la única ocasión en que el Papa Adeodato, ocupado en aliviar la suerte de los habitantes de Roma por las calamidades ya referidas, tuvo un contacto, aunque indirecto, con el emperador.

Tuvo fama de ser un taumaturgo: curaba las formas más graves de peste con sólo apoyar sus labios sobre las llagas inmundas de los enfermos. Baronio pone en el Martirologio Romano un episodio que confirma la fama de santidad que rodeaba al venerable pontífice "dado por Dios" (como dice la etimología del nombre) como guía de los cristianos en una época tan atormentada: durante una de sus visitas a los enfermos, los más abandonados, esto es lo más atacados por la terrible enfermedad de la lepra, habría curado a uno de estos infelices después de haberlo abrazado y besado cariñosamente.

El Liber pontificalis, recordando dos hechos de su pontificado, afirma que Adeodato amó mucho a su clero, al que defendió respecto del clero monástico o regular, privilegiado desde cuando Gregorio Magno les había confiado a los monjes importantes cargos en el apostolado misionero y en la misma organización eclesial. El segundo hecho se refiere a la facultad de celebrar una segunda misa el mismo día (binación).

De él se conoce el sello de plomo con el que solía marcar los documentos oficiales: el Buen Pastor entre las ovejas y los símbolos cristológicos de alfa y omega. Fue el primero que lo usó. Su forma es redonda, grande como una moneda y en latín se llama bulla, de la que deriva bula. Dejó un regalo de plata a cada clérigo presente en sus funerales.

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Fuente: Franciscanos.net
Juan Duns Escoto, Beato Doctor Sutil, 8 Noviembre  

Juan Duns Escoto, Beato

Sacerdote, doctor sutil y mariano (1265‑1308). Juan Pablo II aprobó su culto el 20 de marzo de 1993.

Juan Escoto nació en Duns, en Escocia, hacia 1265, entró en la Orden de los Hermanos Menores hacia 1280 y fue ordenado sacerdote el 17 de abril de 1291. Completó los estudios entre 1291 y 1296 en París.

Luego enseñó en Cambridge, Oxford y París, como bachiller, comentaba las "Sentencias" de Pedro Lombardo.

Tuvo que abandonar la universidad, por no haber querido firmar una apelación al Concilio contra Bonifacio VIII, promovida por Felipe el Hermoso, rey de Francia.

Regresó allí el año siguiente para obtener el doctorado, con una carta de presentación del Ministro general de la Orden, Padre Gonzalo Hispánico, que había sido su maestro, en la cual lo recomendaba como plenamente docto "sea por la larga experiencia, sea por la fama que se había extendido por todas partes, de su vida laudable, de su ciencia excelente y del ingenio sutilísimo" del candidato.

A fines de 1307 Juan Duns Escoto estaba en Colonia, donde enseñó. Quizás no hay doctor medieval más sobresaliente que este franciscano escocés, que estudió en Oxford, enseñó en París, fue expulsado por Felipe el Hermoso porque no quiso firmar la apelación antipapal y murió en Colonia, a la edad en que los otros filósofos comienzan a producir, como si la llama del pensamiento le hubiese quemado la juventud.

El título de "Doctor Sutil" que le dieron, dice toda su sublimidad. Sus teorías sobre la Virgen y sobre la encarnación obtienen después de siglos la confirmación en el dogma de la Inmaculada Concepción y en el culto a la realeza de Cristo.

Elabora el misticismo pensante de San Buenaventura. Escoto es un metafísico y un teólogo.

Empleó su agudeza de ingenio en la sistematización de los grandes amores de San Francisco: Jesucristo y la Virgen Santísima. La posteridad también lo ha llamado "Doctor del Verbo Encarnado" y "Doctor Mariano".

Tuvo numerosos discípulos y muy pronto llegó a ser y siguió siendo el jefe de la escuela franciscana, que se inició con el Beato Alejandro de Hales, se desarrolló con San Buenaventura, doctor Seráfico de la Iglesia, y llegó a su culminación en el Beato Juan Duns Escoto.

Su doctrina está en perfecta armonía con su espiritualidad.

Después de Jesús, la Virgen Santísima ocupó el primer puesto en su vida. Duns Escoto es el teólogo por excelencia de la Inmaculada Concepción.

El estudio de los privilegios de María ocupó un puesto importantísimo en su vida. En una disputa pública, permaneció silencioso hasta que unos 200 teólogos expusieron y probaron sus sentencias de que Dios no había querido libre de pecado original a la Madre de su Hijo.

Por último, después de todos, se levantó Juan Duns Escoto, tomó la palabra, y refutó uno por uno todos los argumentos aducidos contra el privilegio mariano; y demostró con la Sagrada Escritura, con los escritos de los Santos Padres y con agudísima dialéctica, que un tal privilegio era conforme con la fe y que por lo mismo se debía atribuir a la gran Madre de Dios. Fue el triunfo más clamoroso en la célebre Sorbona, sintetizado en el célebre axioma: "Potuit, decuit, ergo fecit (Podía, convenía, luego lo hizo)".

En Colonia, donde enseñaba, murió el 8 de noviembre de 1308.

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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