jueves, 12 de febrero de 2015

[ † ] Viernes de la Pasión y Muerte de Jesucristo: día de penitencia y abstinencia de carne, excepto fiesta de precepto (CDC 1250/3). 13/02/2015. San Benigno ¡ruega por nosotros!

JA

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 31-37

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y se dirigió de nuevo, por Sidón, hacia el lago de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. Le llevaron un hombre que era sordo y apenas podía hablar y le suplicaban que impusiera sobre él la mano. Jesús lo apartó de la gente y, a solas con él, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Luego, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo:
"¡Effetá!" (que significa: ábrete).
Y al momento se le abrieron sus oídos, se le soltó la traba de la lengua y comenzó a hablar correctamente. El les mandó que no se lo dijeran a nadie, pero cuanto más insistía, más lo proclamaban. Y tremendamente admirados decían:
"Todo lo ha hecho bien. Hace oír a los sordos y hablar a los mudos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

"El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

 

Misal

 

vie 5a. Ordinario año impar

Antífona de Entrada

Señor, tú eres justo, tus mandamientos son rectos. Trata con misericordia a tu siervo.

 

Oración Colecta

Oremos:
Señor, tú que te has dignado redimirnos y has querido hacernos hijos tuyos, míranos siempre con amor de padre y haz que cuantos creemos en Cristo, tu Hijo, alcancemos la libertad verdadera y la herencia eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Ustedes serán como dioses, pues conocerán el bien y el mal

Lectura del libro del Génesis 3, 1-8

La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que había hecho el Señor Dios. Fue y dijo a la mujer:
"¿Así que Dios les dijo que no comieran de ninguno de los árboles del huerto?"
La mujer respondió a la serpiente:
"Podemos comer el fruto de los árboles del huerto; sólo nos prohibió Dios, bajo amenaza de muerte, comer o tocar el fruto del árbol que está en medio del huerto".
La serpiente contestó a la mujer:
"¡De ningún modo morirán! Lo que pasa es que Dios sabe que en el momento en que coman se les
abrirán los ojos y serán como Dios, conocedores del bien y del mal".
Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno para comer, hermoso a la vista y
deseable para adquirir sabiduría. Así que tomó de su fruto y comió; se lo dio también a su marido, que estaba junto a ella, y él también comió. Entonces se les abrieron los ojos, se dieron cuenta de que estaban desnudos, entrelazaron hojas de higuera y se taparon con ellas.
Oyeron luego los pasos del Señor Dios que se paseaba por el huerto al fresco de la tarde, y el hombre y su mujer se escondieron de su vista entre los árboles del huerto.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 131, 1-2.5.6.7

Perdona, Señor, nuestros pecados.

Dichoso el que fue absuelto de su culpa y a quien se perdonó su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le tiene en cuenta su falta, y en cuyo espíritu no hay engaño.
Perdona, Señor, nuestros pecados.

Pero reconocí ante ti mi pecado, no te oculté mi falta; pensé: "Confesaré al Señor mis culpas", y tú perdonaste mi falta y mi pecado.
Perdona, Señor, nuestros pecados.

Por eso te imploran todos los fieles en los momentos de angustia, y aunque se desborden las aguas caudalosas, no los alcanzarán.
Perdona, Señor, nuestros pecados.

Tú eres mi refugio, me libras del peligro, me inundarás de alegría en la liberación.
Perdona, Señor, nuestros pecados.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras de tu Hijo.
Aleluya.

Evangelio

Hace oír a los sordos y hablar a los mudos

† Lectura del santo Evangelio según san Marcos 7, 31-37

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, salió Jesús de la región de Tiro y se dirigió de nuevo, por Sidón, hacia el lago de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis. Le llevaron un hombre que era sordo y apenas podía hablar y le suplicaban que impusiera sobre él la mano. Jesús lo apartó de la gente y, a solas con él, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Luego, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo:
"¡Effetá!" (que significa: ábrete).
Y al momento se le abrieron sus oídos, se le soltó la traba de la lengua y comenzó a hablar correctamente. El les mandó que no se lo dijeran a nadie, pero cuanto más insistía, más lo proclamaban. Y tremendamente admirados decían:
"Todo lo ha hecho bien. Hace oír a los sordos y hablar a los mudos".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Dios nuestro todopoderoso, fuente de la paz y del amor sincero, concédenos glorificarte por estas ofrendas y unirnos fielmente a ti por la participación en esta Eucaristía.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

La gloria de Dios es el hombre viviente

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno por Cristo, Señor nuestro.
A quien hiciste fundamento de todo y de cuya plenitud quisiste que participáramos todos. Siendo él de condición divina, se despojó de su rango, y por su sangre derramada en la cruz puso en paz a todas las cosas; y así, constituido Señor del universo, es fuente de salvación eterna para cuantos creen en él.
Por eso,
con los ángeles y arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Como busca el venado corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; tiene sed de Dios, del Dios vivo.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Con tu palabra, Señor, y con tu pan del cielo alimentas y vivificas a tus fieles; concédenos que estos dones de tu Hijo nos aprovechen de tal modo que merezcamos participar siempre de su vida divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén


Dia 13/02 San Benigno (mártir, rojo)

Antífona de Entrada

Este santo mártir luchó hasta la muerte en defensa de la ley de Dios, y no temió las palabras de los malvados; estaba afianzado sobre roca firme.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios de poder y misericordia, que infundiste tu fuerza a san Benigno para que pudiera soportar el dolor del martirio; concede, a los que hoy celebramos su victoria, vivir defendidos de los engaños del enemigo bajo tu protección amorosa.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

No les tengan miedo ni se amedrenten

Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro 3, 14-17

Queridos hermanos: Dichosos ustedes si tienen que sufrir por causa de la justicia; no les tengan miedo ni se amedrenten.
Glorifiquen en sus corazones a Cristo Señor y estén siempre prontos para dar razón de su esperanza a todo el que se lo pidiere; pero con mansedumbre y respeto y en buena conciencia, para que en aquello mismo en que son calumniados queden confundidos los que denigran su buena conducta en Cristo; que mejor es padecer haciendo el bien, si tal es la voluntad de Dios, que padecer haciendo el mal.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del Salmo 125

Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Cuando el Señor cambió la suerte de Sión, nos parecía soñar: la boca se nos llenaba de risas, la lengua de cantares.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Hasta los gentiles decían: "El Señor ha estado grande con ellos". El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Que el Señor cambie nuestra suerte como los torrentes del Negueb.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.


Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Al ir, iban llorando, llevando la semilla; al volver vuelven cantando, trayendo sus gavillas.
Los que sembraban con lágrimas, cosechan entre cantares.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos.
Aleluya.

Evangelio

No he venido a sembrar paz, sino espadas

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 10, 34-39

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus apóstoles:
"No piensen que he venido a la tierra a sembrar paz; no he venido a sembrar paz sino espadas.
He venido a enemistar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; los enemigos de cada uno serán los de su propia casa.
El que quiera a su padre o a su madre más que a mí; no es digno de mí; el que quiere a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí; y el que no coge su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida la perderá; y el que pierda su vida por mí la encontrará".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Acepta, Señor, los dones que te presentamos en honor al mártir san Benigno y sean tus ojos ofrenda tan preciosa como el derramamiento de su sangre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Testimonio y ejemplo de los mártires

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque la sangre del glorioso mártir san Benigno, derramada como la de Cristo para proclamar su fidelidad a ti, manifiesta tu admirable poder, que convierte la fragilidad en fortaleza y al hombre débil robustece para que sea testigo tuyo.
Por eso,
como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos, diciendo sin cesar:

Antífona de la Comunión

El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cague con su cruz y me siga, dice el Señor.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Señor, que el sacramento que hemos recibido nos dé la fortaleza con que el mártir san Benigno se mostró siempre fiel a tu servicio y vencedor en el tormento.
Por Jesucristo, Señor nuestro.
Amén.


Meditación diaria

5ª semana. Viernes

TODO LO HIZO BIEN

— Jesús, nuestro Modelo, realizó su trabajo en Nazaret con perfección humana.

— Laboriosidad, competencia profesional.

— Terminar con perfección el trabajo. Las cosas pequeñas en el quehacer profesional.

I. Con frecuencia los Evangelios recogen los sentimientos y las palabras de admiración que provocó el Señor en sus años aquí en la tierra: las gentes estaban maravilladas, todos estaban admirados por los prodigios que hacía... Y "entre las muchas alabanzas que dijeron de Jesús los que contemplaron su vida, hay una que en cierto modo comprende todas. Me refiero a aquella exclamación, cuajada de acentos de asombro y de entusiasmo, que espontáneamente repetía la multitud al presenciar atónita sus milagros: bene omnia fecit (Mc 7, 37), todo lo ha hecho admirablemente bien: los grandes prodigios, y las cosas menudas, cotidianas, que a nadie deslumbraron, pero que Cristo realizó con la plenitud de quien es perfectus Deus, perfectus homo (Símbolo Quicumque), perfecto Dios y hombre perfecto"1.

El Evangelio de la Misa2 nos invita a considerar este pasaje en el que quienes seguían al Señor no pueden dejar de exclamar: Todo lo ha hecho bien. Cristo se nos presenta como Modelo para nuestra vida corriente, y nos puede servir para examinar si de nosotros se podría decir que tratamos de hacer bien todas las cosas, las grandes y las que parecen sin importancia, porque queremos imitar a Cristo.

La mayor parte de la existencia humana de Jesús fue una vida corriente de trabajo en un pueblo hasta entonces desconocido. Y allí, en Nazaret, también el Señor lo hizo todo acabadamente, con perfección humana. En Nazaret se diría de Jesús que era un buen carpintero, el mejor que habían conocido.

Una buena parte de la vida de cada hombre y de cada mujer se encuentra configurada por la realidad del trabajo, y difícilmente encontraremos a una persona responsable que –por propia voluntad– esté sin ocupación o empleo. Muchos se sienten movidos a trabajar por fines humanos nobles: mantener a la familia, labrarse un mejor futuro..., también hay quienes se dedican a una tarea por el afán de poner en práctica y desarrollar una particular habilidad o afición, o por contribuir al bien de la sociedad, porque sienten la responsabilidad de hacer algo por los demás. Otros muchos trabajan por fines menos nobles: riqueza, ambición, poder, afirmar la propia valía, obtener lo necesario para dar satisfacción a sus pasiones. Conocemos a gentes competentes, que trabajan muchas horas a conciencia por fines exclusivamente humanos. El Señor quiere que quienes le siguen en medio del mundo sean personas que trabajan bien, con prestigio, competentes en su profesión o en su oficio, sin chapuzas; gentes muy distintas, que se mueven por fines humanos nobles y porque el trabajo –sea el que sea– es el medio donde debemos ejercitar las virtudes humanas y las sobrenaturales..., pues "sabemos que, con la oblación de su trabajo a Dios, los hombres se asocian a la propia obra redentora de Jesucristo, quien dio al trabajo una dignidad sobreeminente laborando con sus propias manos en Nazaret"3.

Nosotros le decimos al Señor que queremos realizar ejemplarmente nuestros quehaceres –de modo particular nuestro trabajo– porque deseamos vivamente que sean una ofrenda diaria que llegue hasta Él, y porque estamos decididos a imitarle en aquellos años de vida oculta en Nazaret.

II. Cuando Jesús busca a quienes han de seguirle, lo hace entre hombres acostumbrados al trabajo. Maestro, toda la noche hemos estado trabajando...4, le dicen aquellos que serían sus primeros discípulos. Toda la noche, en un trabajo duro, porque les es necesario para vivir, porque son pescadores. San Pablo nos ha dejado su propio ejemplo y el de los que le acompañaban: nos afanamos con nuestras propias manos5. Y a los primeros cristianos de Tesalónica, les escribe: ni comimos el pan de balde a costa de otro, sino con trabajo y fatiga, trabajando noche y día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros6. No se dedicaba San Pablo al trabajo por simple recreo y distracción –comenta San Juan Crisóstomo–, sino que realizaba un esfuerzo tal que podía subvenir a sus necesidades y a las de los otros. Un hombre que imperaba a los demonios, que era maestro de todo el universo, a quien se le confiaron los habitantes de pueblos, naciones y ciudades, a quienes cuidaba con toda solicitud; ese hombre trabajaba día y noche. Nosotros –sigue el santo–, que no tenemos una mínima parte de sus preocupaciones, ¿qué excusas tendremos?7. No tenemos excusas para no trabajar con intensidad, con perfección, sin chapuzas.

Para trabajar bien, primero es necesario trabajar con laboriosidad, aprovechando bien las horas, pues es difícil, quizá imposible, que quien no aproveche bien el tiempo pueda acostumbrarse al sacrificio y que mantenga despierto su espíritu, que pueda vivir las virtudes humanas más elementales. Una vida sin trabajo se corrompe, y con frecuencia corrompe lo que hay a su alrededor. "El hierro que yace ocioso, consumido por la herrumbre, se torna blando e inútil; pero si se lo emplea en el trabajo, es mucho más útil y hermoso y apenas si le va en zaga a la misma plata. La tierra que se deja baldía no produce nada sano, sino malas hierbas, cardos y espinas y plantas infructuosas; mas la que se cultiva, se llena de suaves frutos. Y, para decirlo en una palabra, todo ser se corrompe por la ociosidad y se mejora por la actividad que le es propia"8. Y eso sirve igualmente para la madre de familia que debe dedicar muchas horas a su hogar y a la educación de sus hijos, para el que trabaja por cuenta propia, o para el estudiante, el jefe de la empresa y el obrero que ocupa el último lugar en una cadena de producción.

El Señor nos pide un trabajo humano bien realizado, en el que se pone intensidad, orden, ciencia, competencia, afán de perfección; una tarea que no tiene rincones sin terminar, sin tacha ni errores. Trabajo serio, que no solo parezca bueno, sino que lo sea realmente. No importa que sea manual o intelectual, de ejecución o de organización, que lo presencien otras personas de más responsabilidad o ninguna. El cristiano añade algo nuevo al trabajo: además de lo anterior, lo hace por Dios, a quien cada día lo presenta como una ofrenda que permanecerá en la eternidad; pero el modo –responsable, competente, intenso...– es el normal de todo trabajo honrado. Una tarea realizada de esta manera dignifica al que la realiza y da gloria a su Creador; se hacen rendir los dones naturales y se convierte en una continua alabanza a Dios.

Porque queremos seguir de cerca a Cristo y tratamos de imitarle, hemos de añadir a nuestros quehaceres una mayor perfección, porque en todo momento tenemos presente al Maestro, que todo lo hizo bien. Examinemos hoy en la oración la calidad humana de nuestras tareas, del estudio, y veamos junto al Señor aquellas facetas en las que pueden mejorar: intensidad, puntualidad, acabar bien lo que comenzamos con ilusión, orden, cuidado de los instrumentos de trabajo...

III. El cristiano descubre en el trabajo nuevas riquezas, "pues todos los caminos de la tierra pueden ser ocasión de un encuentro con Cristo"9, como solía decir de muchos modos diferentes San Josemaría Escrivá, quien predicó toda su vida que "la santidad no es cosa de privilegiados"10. Rememoraba un hecho de experiencia que le había servido para enseñar de modo gráfico a quienes se acercaban a su apostolado cómo ha de ser el trabajo hecho de cara a Dios: "Recuerdo también la temporada de mi estancia en Burgos (...). A veces, nuestras caminatas llegaban al monasterio de Las Huelgas, y en otras ocasiones nos escapábamos a la Catedral.

"Me gustaba subir a una torre, para que contemplaran de cerca la crestería, un auténtico encaje de piedra, fruto de una labor paciente, costosa. En esas charlas les hacía notar que aquella maravilla no se veía desde abajo. Y, para materializar lo que con repetida frecuencia les había explicado, les comentaba: ¡esto es el trabajo de Dios, la obra de Dios!: acabar la tarea personal con perfección, con belleza, con el primor de estas delicadas blondas de piedra. Comprendían, ante esa realidad que entraba por los ojos, que todo eso era oración, un diálogo hermoso con el Señor. Los que gastaron sus energías en esa tarea, sabían perfectamente que desde las calles de la ciudad nadie apreciaría su esfuerzo: era solo para Dios. ¿Entiendes ahora cómo puede acercar al Señor la vocación profesional? Haz tú lo mismo que aquellos canteros, y tu trabajo será también operatio Dei, una labor humana con entrañas y perfiles divinos"11, aunque nadie lo vea, aunque ninguna persona lo valore. Dios sí lo ve y lo aprecia; esto es suficiente para poner empeño en acabar las tareas con perfección, con amor.

Acabar bien lo que realizamos significa en muchos casos estar pendientes de lo pequeño. Eso exige esfuerzo y sacrificio, y al ofrecerlo se convierte en algo grato a Dios. El estar en los detalles por amor a Dios no empequeñece el alma, sino que la agranda porque se perfecciona la obra que realizamos y, ofreciéndola por intenciones concretas, nos abrimos a las necesidades de toda la Iglesia; así, nuestra tarea adquiere una dimensión sobrenatural que antes no tenía. En el quehacer profesional –lo mismo que en los otros aspectos de una vida corriente: la vida familiar y social, el descanso...– se nos ofrece siempre esa doble oportunidad: el descuido y la chapuza, que empobrecen el alma, o la pequeña obra de arte ofrecida al Señor, expresión de un alma con vida interior.

Quizá quiera el Señor hacernos ver, en este rato de oración, detalles que exigen un cambio de orientación o de ritmo en nuestro modo de trabajar. ¿Vivo el orden, que lleva a abordar las tareas según su verdadera importancia, y no guiado por el capricho o la comodidad? ¿Retraso sin motivo, solo por falta de intensidad o de puntualidad, la terminación de mi trabajo? ¿Interrumpo por cualquier excusa la tarea que tengo entre manos, haciendo quizá perder el tiempo también a los demás?

Con la ayuda de la Virgen María, terminemos este rato de meditación con un propósito concreto, que nos moverá a realizar nuestro quehacer con más perfección, y que nos facilitará acordarnos con más frecuencia del Señor: "Ahí, desde ese lugar de trabajo, haz que tu corazón se escape al Señor, junto al Sagrario, para decirle, sin hacer cosas raras: Jesús mío, te amo"12.

1 San Josemaría Escrivá, Amigos de Dios, 56. — 2 Mc 7, 31-37. — 3 Conc. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 67. — 4 Lc 5, 5. — 5 1 Cor 4, 12. — 6 2 Tes 3, 8. — 7 Cfr. San Juan Crisóstomo, Homilía sobre Priscila y Aquila. — 8 Ibídem. — 9 San Josemaría Escrivá, Carta 24-III-1930. — 10 ídem, Carta 19-III-1954. — 11 ídem, Amigos de Dios, 65. — 12 ídem, Forja, n. 747.

___________________________________________________________________________________________

 

Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

Beato Jordán de Sajonia
1237

Fue el sucesor de Santo Domingo de Guzmán, y el gran propagador de la Comunidad de Padres Dominicos.

Nació en Sajonia (al sur de Alemania) y se doctoró en la Universidad de París. Santo Domingo de Guzmán le envió a un hombre de toda su confianza (a Fray Reginaldo) a que le propusiera hacerse religioso dominico, y aceptó. El Miércoles de Ceniza del año 1220 entró a la Comunidad de Santo Domingo.

El caso de Jordán de Sajonia es uno de los más impresionantes de la historia. Un hombre que entra a una comunidad y a los solos tres años de estar de religioso reemplaza al santo Fundador y llega a ser Superior General de toda la Comunidad.

Jordán sobresalía por su gran elocuencia y por la eficacia maravillosa de su palabra para conmover los corazones de los creyentes.

Primero fue nombrado superior Provincial de la región más difícil de gobernar que tenía esa comunidad, que era la Lombardía, Italia. Luego al morir santo Domingo, en 1222, los delegados de toda su Orden religiosa lo eligen como Superior General y reemplazo del fundador. Y en este cargo dura 15 años, hasta su muerte en 1237. Santo Domingo tiene el honor de haber sido el fundador de la Comunidad de Padres Dominicos, pero Jordán de Sajonia fue el gran propagador de esta comunidad. Basta con recordar que durante su mandato se fundaron 249 Casas de Congregación y se hicieron seis nuevas provincias de religiosos.

Dicen que Jordán de Sajonia es el Patrono de los Capellanes de Universidades, porque este santo sacerdote recibió de Dios unas cualidades admirables para lograr ejercer influencia entre los universitarios. Por nueve años había estudiado en la más famosa Universidad de La Sorbona en Paría, y allí aprendió muchas técnicas para lograr influir en favor de los estudiantes. Su gran preocupación fue siempre lograr hacer mejores a los que estudiaban en las Universidades. Un año predicaba la cuaresma en la Universidad de París y al año siguiente en la concurridísima Universidad de Bolonia y al tercer año se dirigía a predicar a la Universidad de Oxford, en Inglaterra, y en todas partes los frutos espirituales que cosechaba eran admirables. En la Universidad de Alemania conquistó para su comunidad al más grande sabio en ciencias naturales de su época, a San Alberto Magno. Y conquistó también a Pedro de Tarantasia, que llegó a ser después el Pontífice Inocencio Quinto. Un famoso profesor de universidad previno a sus alumnos para que no se dejaran convencer por los discursos de Jordán, pero al oírle uno de sus elocuentes sermones, se convirtió él también en uno de sus más fervientes admiradores.

Uno de los antiguos biógrafos, compañero suyo, dice: "Las casas religiosas donde habitaba el Padre Jordán parecían colmenas, por los muchos jóvenes que entraban a hacerse religiosos, y por los muchos que de allí salían para ser superiores de otras casas religiosas. Por eso él al llegar a un convento mandaba hacer muchos hábitos religiosos, teniendo confianza en que Dios le enviaría muy numerosas vocaciones, y así le sucedía en todas partes".

El Padre Jordán no sólo se iba a las universidades a conseguir jóvenes muy bien instruidos, para que se hicieran religiosos, sino que también se iba a los campos y a los barrios obreros a invitar muchachos sanos, aunque fueran ignorantes, a que entraran en la comunidad. Y esto le valió la acusación de que él recibía a gentes que no le iban a dar gloria a su Congregación. Y sucedió una vez que recibió a unos 60 muchachos tan poco estudiados que casi no eran capaces ni de leer los salmos en la oración de la comunidad. Y a quienes lo criticaban por recibir esta clase de gentes, les respondió con unas palabras que resultaron ser una profecía o anuncio de lo que iba a suceder en el futuro: "Ténganles paciencia por ahora y concédanles tiempo para instruirse poco a poco, que un día se convertirán en grandes predicadores". Y esto se cumplió exactamente varios años después.

Cuando Dios le confía a una persona un oficio especial, le concede las cualidades que para ese oficio necesita. Y al Padre Jordán le confió Dios el oficio de conseguir muchísimas vocaciones para la vida religiosa, y por eso le concedió unas cualidades admirables. Recordemos algunas:

El Padre Jordán tenía unas cualidades que excedían a las que posee el común de las gentes. Dicen los que vivieron junto a él que la austeridad en el dominio de su lengua, de sus ojos y de la gula era algo impresionante, pero que sobre todo llamaba la atención el modo heroico como dominaba su ira para no ofender a nadie ni amargar la vida a ninguno.

Y no es que no fuera valiente. Cuando el emperador Federico II empezó a atacar ferozmente al Sumo Pontífice y a la religión, el Padre Jordán se fue al palacio y le dijo frente a frente al Emperador que ésta conducta era reprensible y que si no cambiaba de modo de proceder le llegarían desgracias muy grandes.

Pero con los pequeños sabía hacerse pequeño y con los débiles era extraordinariamente comprensivo. El tenía por cierto lo que más tarde afirmará y repetirá San Francisco de Sales, que "más moscas se logran cazar con una cuchara de dulce miel que un barril de amarga hiel".

Sus contemporáneos alababan mucho "las dotes de buen amigo" que poseía el Padre Jordán. Comprensivo, lleno de caridad, con deseos continuos de amoldarse a los demás para poder hacerles mayor bien. El mismo lo dice en uno de sus escritos: "Siempre me esforcé por tratar de estar de acuerdo con los demás en todo lo bueno y por tratar de no chocar contra nadie. Quise colocarme en el sitio de los otros para poder comprenderlos mejor. Nunca preferí mis propios gustos en contraposición de los de los demás. Con los soldados traté de amoldarme a ellos como si yo fuera un soldado. Con los campesinos como si fuera un campesino. Y sobre todo me propuse ser extremadamente comprensivo con los que sufren tentaciones, angustias y depresiones".

San Pablo recomienda a los seguidores de Cristo: "Rían con los que ríen, y lloren con los que lloran" (Rom. 12, 15). Es lo que hizo siempre Fray Jordán. Leamos un ejemplo: Una noche estaba rezando los salmos con un grupo de jóvenes recién llegados a su Comunidad, y de pronto a uno de ellos le vino una risa nerviosa y no fue capaz de controlarla, y enseguida los demás compañeros se contagiaron también y empezaron a reír todos, y no se pudo seguir el rezo. Uno de los superiores quiso regañarlos, pero el Padre Jordán les dijo: "Mis buenos jóvenes: tenemos que reírnos alegremente porque hemos logrado salirnos de la esclavitud del pecado y de los vicios en que nos tenía presos el mundo y ahora hemos llegado a ser del grupo de los preferidos de Dios. ¡Riámonos pues alegremente! Y él personalmente participó de aquella alegría juvenil.

Alguien le preguntó si un Padrenuestro rezado por un ignorante valía menos que uno rezado por un gran doctor de la Teología, y él respondió: "Un diamante valo lo mismo si está en manos de un sabio, que si está en manos de un analfabeta". Otro le preguntó: ¿Qué es más necesario para la vida del alma: rezar o meditar? Y le dijo: "Eso es como preguntar qué es más necesario para la vida del cuerpo si comer o beber. Ambas cosas son sumamente necesarias". Alguien le dijo: ¿Cuál es la posición mejor para rezar, sentado, arrodillado, de pies o postrado? Y respondió: "La mejor posición para rezar es aquella en la cual cada uno se siente mejor, con más fervor y con más inclinación a rezar bien". (Esta frase la repitió textualmente el Papa Pío XI, 700 años después de haber sido pronunciada por nuestro santo). El superior de una Comunidad le pidió que le quitara aquel cargo, aduciendo que ese oficio le traía cuatro males: orgullo, honores, trabajos y humillaciones. El Padre Jordán le respondió: "Los dos primeros sí son males y de ellos te libre Dios, y esfuérzate por evitarlos. Los otros dos, el trabajo y las humillaciones, son grandes bienes que te conseguirán un puesto altísimo en el Reino de los cielos".

El Padre Jordán, aprovechando que Dios le había concedido tal eficacia de la palabra que dondequiera que predicaba o hablaba la gente, conseguía vocaciones, fue recorriendo ciudades y países predicando y consiguiendo que muchísimos jóvenes entraran de religiosos. El Señor le concedió la inmensa alegría de que el fundador de la Comunidad, Domingo de Guzmán, fuera declarado santo por el Sumo Pontífice en 1234. Con esta bella noticia ya Jordán podía irse al cielo tranquilo. Y dispuso viajar a Jerusalén para visitar los Santos Lugares donde vivió y murió Nuestro Señor Jesucristo, y para visitar a los Padres Dominicos que trabajaban en esas tierras.

Pero en el viaje de regreso, el barco que lo transportaba fue lanzado por una violenta tempestad a las costas de Siria, frente a la ciudad de Tolemaida y Fray Jordán y los demás pasajeros murieron ahogados. Era el 13 de febrero del año 1237.

Las olas llevaron a las orillas del mar el cadáver del Padre Jordán y sus religiosos lo sepultaron con toda solemnidad. Después las gentes empezaron a conseguir milagros por su intercesión, y el Papa León Doce lo declaró Beato.

Padre Jordán: Gran promotor de vocaciones: recuérdanos siempre aquella frase de un gran Pontífice: "Las vocaciones existen. Lo que hay que hacer es cultivarlas."

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Archidiócesis de Madrid
Benigno, Santo Presbítero y Mártir, Febrero 13  

Benigno, Santo

Presbítero y Mártir

Martirologio Romano: En Todi, ciudad de la Umbría, san Benigno, presbítero y mártir (s. IV).

Etimología: Benigno = Aquel que actúa con Benevolencia, es de origen latino.

Dicen que un fraile, en un arrebato de falsa devoción, quiso llevarse a su convento -eso que se llama robar una cosa sagrada y como agravante en un sitio también sagrado- la cabeza del santo que reposaba dentro de un relicario de plata en el monasterio de benedictinas que se llama "De las Milicias", en Todes. En su intento, y sin saber muy bien lo que pasaba, no pudo salir del templo por no poder localizar las puertas hasta poco antes tan expeditas. Así, se vio obligado a depositar la reliquia de san Benigno en el sitio que le correspondía.

Todes es una de las primeras ciudades evangelizadas de Hungría. Benigno vive en la segunda mitad del siglo III. Y se ha dado conocer entre los suyos como un insigne propagador de la fe cristiana; lo hace con alegría y con notable entusiasmo. El obispo Ponciano conoce su afán apostólico y está al tanto de la sinceridad de su vida; un día lo consagra presbítero para apoyarse en él en el cumplimiento obligado de atender a su grey y de extender la Salvación.

Llegada la persecución de Maximiano y Diocleciano, la comunidad de creyentes está confortada por la atención espiritual que con riesgo constante de su vida le presta el buen sacerdote Benigno. Socorre a los confesores de la fe presos en las cárceles; visita las casas de los débiles y les busca por los campos que los cobijan para darles aliento; y se las arregla para estar cerca de los que son torturados, acompañando hasta donde es posible humanamente a los que se disponen al martirio.

Pasado el peor momento de estupor, se llena de la audacia del Espíritu Santo y comienza a predicar con fortaleza de Jesucristo. Ahora lo hace públicamente en el intento de convertir a los paganos que están en el terrible error de la idolatría. El principal foco de atención de su discurso es hacerles comprender que los ídolos son una necedad y el culto que se les tributa supone una verdadera ofensa al único Dios que merece adoración y puede darles la salvación ofrecida a todos los hombres sin excepción. Ya no le importa su vida. Se sabe portador de la verdad y conoce bien que ella no es exclusivamente para él. Sólo Jesús es el Señor y todos han de servirle.

Lo que era presumible con ese comportamiento se hace realidad. Es apresado y obligado a apostatar, siendo inútiles los tormentos que tuvo que soportar el fiel y valiente discípulo. Por fin, muere el 13 de febrero del año 303 con la cabeza cortada, aquella que el fraile quiso cambiar de sitio.

La catequesis, es decir, llevar a Cristo a los demás, comporta la responsabilidad de ser fiel a lo que se propone y ni que decir tiene que en este contexto la vida humana no es ningún valor absoluto. ¡Qué bien lo supo hacer san Benigno sin tener que darle vueltas a los textos de las bibliotecas de las universidades que aún no se habían inventado! Fue sencillamente el don del Espíritu Santo. Hoy también hacen bastante falta sacerdotes -no sólo en Hungría- cuidadosos menos de su propia vida que de la Salvación que ofrecen y ¡obispos que los descubran!

___________________________________________________________________________________________

Fuente: acoantioquena
Martiniano, Santo Eremita, Febrero 13  

Martiniano, Santo

Eremita

Martirologio Romano: En Atenas, en Grecia, san Martiniano, que había abrazado la vida eremítica cerca de Cesarea, en Palestina (c. 398).

Etimología: Martiniano = variante de Martín = Referente al Dios Marte, es de origen latino.

Siendo todavía muy joven, San Martiniano se instaló en el desierto cerca de Cesarea en Palestina. A au joven cuerpo lo atormentaban las pasiones carnales, su alma estaba turbada por las tentaciones diabólicas, pero San Martiniano estaba venciéndolas con el ayuno, la oración y el trabajo.

Así vivió 25 años. Gracias a él una ramera llamada Zoe, que vino especialmente para tentarlo, se convirtió. El Santo pisó con los pies descalzos el carbón ardiente y con mucho esfuerzo aguantando el dolor, gritó: "¡cómo será el fuego del infierno!" Sorprendida por la fuerza espiritual y por los sufrimientos de eremita, Zoe se arrepintió y pidió a San Martiniano que orará por ella. Él le ordenó ir al Monasterio de Santa Paula, en Belén, donde ella vivió 12 años hasta su fallecimiento.

San Martiniano se fue a una isla deshabitado y allí vivió varios años sin el techo, bajo el cielo. Recibía la comida del dueño de un barco, para cual él fabricaba los cestos.
En el mismo lugar

Martiniano, Santo

donde San Martiniano se esforzaba espiritualmente, siguiendo sus pasos se salvó una joven llamada Fotini, después de que su barco se hundió y ella fue traída por las olas a la isla.

Al recibirla en la isla, para evitar las tentaciones el Santo se tiró al mar y con la ayuda de Dios alcanzó la tierra en el sur de Grecia. Después Martiniano estaba peregrinando durante 2 meses y falleció en paz en Atenas, cerca del año 422.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Agustinos-es.org
Cristina de Spoleto, Beata Seglar Agustina, Febrero 13  

Cristina de Spoleto, Beata

Seglar Agustina

Martirologio Romano: En Spoleto, ciudad de la Umbría, beata Cristina (Agustina) Camozzi, la cual, muerto su esposo, cedió por un tiempo a la concupiscencia de la carne, pero convertida, escogió la vida penitente, ingresando en la Orden Secular de San Agustín, distinguiéndose por su vida de plegaria y por el servicio a enfermos y pobres (1458).

Etimología: Cristina = Aquella que sigue al Mesías, es de origen griego.

El inicio de la vida de esta figura femenina italiana puede muy bien colocarse en el instante en el que ella, en torno a 1450 o algo más tarde, decidió cambiar de vida y, abandonando la familia y los lugares en que había vivido, vistió el hábito de agustina secular. De ella sólo se sabía que era muy joven, hermosa, que decía llamarse Cristina, y que deseaba ardientemente dedicarse al seguimiento de Cristo.

Su existencia fue un peregrinar permanente en busca de un lugar donde vivir en el olvido más absoluto. Su penitencia fue extraordinariamente dura. La vida de piedad, su oración y sus obras de misericordia con los necesitados se multiplicaban cada día. Vivió en diversos monasterios de Agustinas; pero se alejaba de ellos tan pronto como advertía que le dispensaban trato y aprecio especiales.

En 1457, comenzó una peregrinación, deseosa de visitar los lugares santos de Asís, Roma y el Santo Sepulcro. En compañía de otra terciaria, llegó a Spoleto, donde permaneció hasta el final de sus días, dedicándose a la asistencia de los enfermos en el hospital de la ciudad.

Después de haber vivido intensamente su nueva vida durante unos años, quizá sin alcanzar los treinta de edad, el 13 de febrero de 1458 entregó su alma al Señor, con gran fama de santidad, sellada con muchos milagros.

En estas noticias hay concordia entre los hagiógrafos. No así sobre el tiempo precedente a su heroica decisión de huir del mundo permaneciendo en él, motivo por el que se la conoce bajo varias denominaciones. Algunos la consideran perteneciente a la familia de los Visconti de Milán o a la de los Semenzi de Calvisano, no distante de Brescia. Para éstos la fuga habría sido motivada por el deseo de liberarse de quienes insistían en casarla contra sus propios deseos e ideales. Otros la presentan con el nombre de Agustina, nacida en las proximidades del lago de Lugano entre 1432 y 1435.

Según esta versión, se llamaba Agustina Camozzi, hija de un médico de nombre Juan Camozzi, vecino de Osteno (Como), y casada todavía muchacha con un artesano del lugar, un cantero. Al quedar viuda tras breve convivencia, habría mantenido una relación con un caballero milanés, oficial del ejército, del que tuvo un hijo, muerto muy niño. Casada en segundas nupcias, con un campesino de Mariana, diócesis de Mantua. Se enamoró perdidamente de ella un militar, que terminó por asesinar a su marido. Por ésta, u otras causas, el asesino fue castigado con la pena capital.

Agustina decide cambiar totalmente de vida. Escoge Verona como residencia y allí, deseando imitar a Cristo y tomando el nombre de Cristina, hace profesión como agustina secular.

¿Visconti, Semenzi o Camozzi? ¿Modelo de vida sin mancha o de convertida? La respuesta se la llevó Cristina consigo a la tumba.

Su cuerpo fue sepultado en la iglesia de san Nicolás de Spoleto, en aquel entonces regida por los agustinos. Numerosas gracias y milagros atribuidos a su intercesión contribuyeron a acrecentar y difundir el culto nacido inmediatamente después de su muerte, que Gregorio XVI ratificó en 1834, proclamándola beata.

ORACIÓN
Oh Dios,
que no quieres la muerte del pecador,
sino que se convierta y viva;
haz que, también nosotros,
siguiendo el ejemplo de la beata Cristina,
demos frutos saludables de verdadera penitencia y conversión.
Por Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: santiebeati.it
Eustoquia (Lucrecia) Bellini, Beata Venció al demonio, Febrero 13  

Eustoquia (Lucrecia) Bellini, Beata

Monja

Martirologio Romano: En Padua, en la región de Venecia, beata Eustoquia (Lucrecia) Bellini, virgen de la Orden de San Benito (1469).

Etimología: Lucrecia = Aquella que gana, es de origen latino.

Su nacimiento no fue propiamente legítimo, Lucrecia Bellini nació en Padua en el año 1944, era fruto de la adultera relación mantenida por una monja del monasterio benedictino de San Prosdocimo con Bartolomé Bellini; cuando tenía cuatro años de edad el demonio se posesionó de su cuerpo, quitándole el uso de la razón, y atormentándola prácticamente toda la vida.

A los siete años fue confiada a las monjas de San Prosdocimo que mantenían en su monasterio una especie de escuela; la conducta de la comunidad no era ejemplar, pero Lucrecia despreciaba el ocio mundano, prefería los retiros, los trabajos y la oración, siendo muy devota de Nuestra Señora, de San Jerónimo y de San Lucas.

En 1460 el Obispo Jacopo Zeno, tras la muerte de la abadesa, intentó imponer una mejor disciplina en el monasterio, pero las monjas y las alumnas de la escuela, se regresaron a sus casas quedándose tan sólo Lucrecia Bellini en el monasterio.

Entonces vinieron a reemplazarlas unas monjas del monasterio benedictino de Santa María de la Misericordia, bajo la guía de la abadesa Justina de Lazzara. Lucrecia tenía casi dieciocho años, pidió ingresar a la orden, y el 15 de enero de 1461 toma el negro habito benedictino y cambia su nombre al de Eustoquia; el demonio que durante algún tiempo la había dejado en paz, tomó control de su cuerpo, obligándole a realizar actos contarios a la Regla; llevándola incluso a realizar actos tan ruidosos y violentos, que las hermanas estaban aterradas que optaron por tenerla atada a una columna durante varios días.

Más la calma duró poco, luego de que Eustoquia fuera desatada, la abadesa cayó enferma con un extraño malestar, ella sospechaba que Eustoquia tenía algo que ver con sus síntomas, creyendo incluso que practicaba brujería, por lo que fue obligada a mantener reclusión e ingerir tan sólo pan y agua durante los siguientes tres meses.

Pero todas estas pruebas no desaniman a la novicia quien y a todos aquellos que le proponían que retornara al mundo o que cambiara de monasterio ella les decía que todas aquellas tribulaciones eran bienvenidas ya que deseaba expiar el pecado del que ella había nacido, hacerlo allí donde fue cometido, en la soledad ella se confortaba recitando un rosario o una corana de salmos y oraciones que ella componía.

Una vez que fue liberada, el demonio volvió a atormentarla, con flagelaciones sangrientas, nauseas incontrolables y otras extrañas aflicciones que ella soportaba con una inflexible paciencia, lo que convenció a las hermanas de sus virtudes, y finalmente el 25 de marzo de 1465 se admitió su profesión solemne, y como era costumbre de aquel tiempo, dos años después se le impuso el negro velo de las benedictinas.

Su vida no fue larga, tubo gran belleza, pero las posesiones diabólicas, las enfermedades y penitencias, la habían reducido a casi un esqueleto viviente, por lo que los últimos años de su vida los pasó casi siempre enferma en una cama, absorta en la oración y meditación de la Pasión de Jesús.

Ella murió el 13 de febrero de 1469 cuando tenía tan sólo 25 años, su final fue tan sereno que su rostro pudo recobrar su antigua belleza, el demonio la había dejado finalmente en paz.

Eustoquia es que el único caso conocido de un creyente que logró triunfar en su deseo de santidad, aunque todos su vida fue poseída por el diablo.

Cuatro años después de su muerte, el cuerpo fue exhumado del sepulcro original, el que empezó a llenarse de una agua pura y milagrosa, que dejó de surgir sólo cuando el monasterio fue cerrado.

En 1475 su cuerpo fue trasladado a la iglesia del monasterio, y en 1720 fue puesto dentro de una arca de cristal. El monasterio de San Prosdocimo se suprimió en 1806 y el cuerpo de la beata benedictina fue trasladado a la Iglesia de San Pedro de Padua; sobre el altar de mármol que contiene su cuerpo, se encuentra una pintura de Guglielmi que representa a la beata pisoteando al diablo.

El Papa Clemente XIII, que anteriormente fuera obispo de Padua, confirmó su culto en 1760.

Su fiesta religiosa, actualmente oficiada en toda la diócesis de Padua, es el 13 de febrero.

___________________________________________________________________________________________

Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando santoral de este día, Febrero 13  

Otros Santos y Beatos

San Cástor de Aquitania, presbítero y eremita
En Karden, cerca del Mosa, en el territorio de Tréveris, san Cástor de Aquitania, presbítero y eremita (s. IV).

San Esteban, obispo
En Lyon, en la Galia, san Esteban, obispo (c. 515).

San Esteban, abad
En Rieti, en la región de Sabina, conmemoración de san Esteban, abad, varón de eximia paciencia, acerca del cual escribió san Gregorio I Magno, papa (s. VI).

San Gosberto, obispo
En Osnabrück, de Sajonia, en Germania, san Gosberto, obispo de los suabos, que, habiendo sido desterrado por los paganos, asumió el gobierno de la citada iglesia de Osnabrück (874).

San Guimera, obispo
En Carcasona, en la Galia Narbonense, san Guimera, obispo (c. 931).

San Fulcrán, obispo
En Lodève, también en la Galia Narbonense, san Fulcrán, obispo, insigne por su misericordia hacia los pobres y por su celo en el oficio divino (1006).

San Gilberto, obispo
En Meaux, en la Galia, san Gilberto, obispo (1009).

San Pablo Liu Hanzou, presbítero y mártir
En la localidad de Dongjaochang, cerca de la ciudad de Lezhi, en la provincia de Sechuan, en China, san Pablo Liu Hanzou, presbítero y mártir, estrangulado por ser cristiano (1818).

San Pablo Le-Van-Loc,, presbítero y mártir
En Thi-Nghe, en Conchinchina, san Pablo Le-Van-Loc, presbítero y mártir, que en tiempo del emperador Tu Duc fue degollado en la puerta de la ciudad por confesar a Cristo (1858).

___________________________________________________________________________________________

 

Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

Si NO desea el evangelio, santoral y meditación diaria y sólo artículos interesantes censurados por la prensa (la mayoría), unos 4 por semana escriba a: ave-maria-purisima+subscribe@googlegroups.com (responder el mensaje de confirmación).

 

Para de-suscribirse escribir desde su casilla de email a:

REEMPLACEporNOMBREdelGRUPO+unsubscribe@googlegroups.com

Si no se desuscribe es porque recibe el mensaje en su otro email que le reenvía al actual: debe escribir desde ese otro email.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario