JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 22-30
Gloria a ti, Señor.
Por aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. En esto, se le acercaron los judíos, lo rodearon y le dijeron:
"¿Hasta cuándo vas a tenernos en suspenso? Si eres el Cristo, dilo claramente de una vez".
Jesús les respondió:
"Ya les dije con toda claridad y no me han creído. Las obras que yo hago por encargo de mi Padre dan testimonio de mí; ustedes, sin embargo, no me creen, porque no pertenecen a las ovejas de mi rebaño. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre; nadie puede arrebatármelas. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos, y nadie puede
arrebatárselas. El Padre y yo somos uno".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
"El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.
† Misal
mar 4a. Sem Pascua
Antífona de Entrada
Alegrémonos, regocijémonos y demos gracias, porque el Señor, nuestro Dios omnipotente, ha establecido su reinado. Aleluya.
Oración Colecta
Oremos:
Dios Padre todopoderoso, concede, a quienes celebramos la resurrección de Cristo, vivir plenamente la alegría de nuestra salvación.
Por nuestro señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Comenzaron a predicar a los griegos el Evangelio del Señor Jesús
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 19-26
En aquellos días, los que se habían dispersado a causa de la persecución provocada por el caso de Esteban, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía, pero sólo predicaban la palabra a los judíos. Había, sin embargo, entre ellos algunos chipriotas y cirenenses, los cuales, al llegar a Antioquía, predicaban también a los no judíos, anunciándoles la buena noticia del Señor Jesús. El poder del Señor estaba con ellos, y fue grande el número de los que creyeron y se convirtieron al Señor.
Cuando se enteraron de esto los de la iglesia de Jerusalén, enviaron a Bernabé a Antioquía. Una vez que éste llegó y vio lo que había realizado la gracia de Dios, se alegró y exhortaba a todos para que se mantuvieran fieles al Señor, pues era un hombre bueno y lleno del Espíritu Santo y de fe. Y una considerable multitud se unió al Señor.
Después fue a Tarso a buscar a Saulo. Cuando lo encontró, lo llevo a Antioquía, y estuvieron juntos un año entero en aquella iglesia, enseñando a muchos. En Antioquía fue donde por primera vez se llamó a los discípulos "cristianos".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Sal 86, 1-3.4-5.6-7
Alaben al Señor todos los pueblos.
El Señor ha cimentado a Sión sobre el monte santo, el Señor ama las puertas de Sión más que a todas las moradas de Jacob. Cosas sorprendentes se dicen de ti, ciudad de Dios.
Alaben al Señor todos los pueblos.
Mencionaré a Egipto y a Babilonia entre los que la conocen, filisteos, tirios y etíopes han nacido allí. Se dirá de Sión: "Todos han nacido en ella, él mismo, el Altísimo, la ha fundado".
Alaben al Señor todos los pueblos.
El Señor inscribe en el libro de los pueblos: "Este nació allí". Y danzarán y cantarán: "Todas mis fuentes están en ti".
Alaben al Señor todos los pueblos.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Mis ovejas escuchan mi voz, dice el Señor; yo las conozco y ellas me siguen.
Aleluya.
Evangelio
El Padre y yo somos uno
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 22-30
Gloria a ti, Señor.
Por aquellos días, se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación del templo. Era invierno, y Jesús se paseaba en el templo por el pórtico de Salomón. En esto, se le acercaron los judíos, lo rodearon y le dijeron:
"¿Hasta cuándo vas a tenernos en suspenso? Si eres el Cristo, dilo claramente de una vez".
Jesús les respondió:
"Ya les dije con toda claridad y no me han creído. Las obras que yo hago por encargo de mi Padre dan testimonio de mí; ustedes, sin embargo, no me creen, porque no pertenecen a las ovejas de mi rebaño. Mis ovejas escuchan mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna y no perecerán para siempre; nadie puede arrebatármelas. Mi Padre, que me las ha dado, es superior a todos, y nadie puede
arrebatárselas. El Padre y yo somos uno".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Concédenos, Señor, que este sacrificio pascual nos llene siempre de alegría, prosiga en nosotros tu obra redentora y nos obtenga de ti la felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
El misterio pascual
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación glorificarte siempre, Señor; pero más que nunca en este tiempo en que Cristo, nuestra Pascua, ha sido inmolado.
Porque él es el verdadero Cordero que quitó el pecado del mundo; muriendo destruyó nuestra muerte,
y resucitando restauró la vida.
Por eso,
con esta efusión de gozo pascual, el mundo entero se desborda de alegría, y también los coros celestiales, los ángeles y los arcángeles, cantan sin cesar el himno de tu gloria:
Antífona de la Comunión
Era necesario que Cristo padeciera y resucitara de entre los muertos, para entrar en su gloria. Aleluya.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, precio de nuestra redención, nos ayuden, Señor, a cumplir tus mandamientos y a obtener nuestra felicidad eterna.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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Dia 28/04 San Pedro Chanel (presbítero y mártir, rojo)
Antífona de Entrada
Estos son los hombres santos amigos de Dios, insignes predicadores del Evangelio.
Oración Colecta
Oremos:
Señor y Dios nuestro, tú que concediste a los pueblos infieles salir de las tinieblas a la luz de la verdad mediante la predicación de san Pedro Chanel concédenos, por su intercesión, permanecer firmes en la fe y constantes en la esperanza evangélica que él anunció.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Primera Lectura
Quiso Dios salvar a los creyentes mediante la predicación de la locura del Evangelio
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 17-25
Hermanos: No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el Evangelio, y eso, no con sabiduría de palabras, para no hacer ineficaz la cruz de Cristo. En efecto, la predicación de la cruz es una locura para los que van por el camino de la perdición; en cambio, para los que van por el camino de la salvación, para nosotros, es fuerza de Dios. Por eso dice la Escritura: "Anularé la sabiduría de los sabios e inutilizaré la inteligencia de los inteligentes".
¿Acaso hay entre ustedes algún sabio, algún erudito, algún filósofo? ¿Acaso no ha demostrado Dios que tiene por locura la sabiduría de este mundo? En efecto, puesto que mediante su propia sabiduría, el mundo no reconoció a Dios en las obras de su divina sabiduría, quiso Dios salvar a los creyentes mediante la predicación de la locura del Evangelio.
Por su parte, los judíos exigen señales milagrosas y los paganos piden sabiduría. Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, que es escándalo para los judíos y locura para los paganos; en cambio, para los llamados, sean judíos o paganos, Cristo es la fuerza y la sabiduría de Dios. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres y la debilidad de Dios es más fuerte que la fuerza de los hombres.
Palabra de Dios.
Tea alabamos Señor.
Salmo Responsorial
Del salmo 116
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Que alaben al Señor todos los pueblos, que todas las naciones lo festejen.
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre.
Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Síganme, dice el Señor , y haré de ustedes pescadores de hombres.
Aleluya.
Evangelio
Los haré pescadores de hombres
+ Lectura del santo Evangelio según san Marcos 1, 14-20
Gloria a ti, Señor.
Después de que arrestaron a Juan el Bautista, Jesús se fue a Galilea para predicar el Evangelio de Dios y decía:
"Se ha cumplido el tiempo y el Reino de Dios ya está cerca. Arrepiéntanse y crean en el Evangelio".
Caminaba Jesús por la orilla del lago de Galilea, cuando vio a Simón y a su hermano Andrés, echando las redes en el lago, pues eran pescadores. Jesús le dijo:
"Síganme y haré de ustedes pescadores de hombres". Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante, vio a Santiago y a Juan, hijos de Zebedeo, que estaban en una barca, remendando sus redes. Los llamó, y ellos, dejando en la barca a su padre con los trabajadores, se fueron con Jesús.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Mira, Señor todopoderoso, el sacrificio que vamos a ofrecerte en honor de san Pedro Chanel y a cuantos celebramos los misterios de la pasión de tu Hijo, concédenos imitarlo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio
Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de San Pedro Chanel, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:
Antífona de la Comunión
Yo mismo apacentaré mis ovejas, dice el Señor; yo les buscaré un lugar para su descanso
Oración después de la Comunión
Oremos:
Por la gracia de este sacramento, confirma, Señor, a tus hijos en la verdad de la fe, para que den testimonio de ella con las palabras y las obras, a ejemplo de san Pedro Chanel, que consagró su vida a propagarla.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
† Meditación diaria
Pascua. 4ª semana. Martes
PRIMEROS CRISTIANOS. UNIVERSALIDAD DE LA FE
— Rápida propagación del cristianismo. Los primeros cristianos se santificaron en medio del ambiente en el que encontraron a Cristo.
— Ciudadanos ejemplares en medio del mundo. Llevar a Cristo a todos los ambientes.
— Costumbres cristianas en el seno de la familia.
I. "Nuestro Señor funda su Iglesia sobre la debilidad –pero también sobre la fidelidad– de unos hombres, los Apóstoles, a los que promete la asistencia constante del Espíritu Santo (...).
"La predicación del Evangelio no surge en Palestina por la iniciativa personal de unos cuantos fervorosos. ¿Qué podían hacer los Apóstoles? No contaban nada en su tiempo; no eran ricos, ni cultos, ni héroes a lo humano. Jesús echa sobre los hombros de este puñado de discípulos una tarea inmensa, divina"1. Quien hubiera contemplado sin visión sobrenatural los comienzos apostólicos de aquel pequeño grupo, habría creído que se trataba de un empeño destinado al fracaso desde el principio. Sin embargo, aquellos hombres tuvieron fe, fueron fieles y comenzaron a predicar por todas partes aquella doctrina insólita que chocaba frontalmente con muchas costumbres paganas; en poco tiempo el mundo conoció que Jesucristo era el Redentor del mundo.
Desde el principio la Buena Nueva es predicada a todos los hombres, sin distinción alguna. Los que se habían dispersado en la persecución provocada por la muerte de Esteban –leemos en la Misa de hoy2–, llegaron hasta Fenicia, Chipre y Antioquía. En esta ciudad fueron tantas las conversiones que allí por primera vez llamaron cristianos a los discípulos del Señor. Pocos años más tarde encontramos seguidores de Cristo en Roma y en todo el Imperio.
En los comienzos, la fe cristiana arraigó principalmente entre personas de condición sencilla: soldados de tropa, bataneros, cardadores de lana, esclavos...; también comerciantes.
Considerad, hermanos –escribía San Pablo–, quiénes son los que han sido llamados a la fe de entre vosotros: cómo no sois muchos los sabios según la carne, ni muchos los poderosos, ni muchos los nobles...3.
Para Dios no existe acepción de personas, y los primeros llamados –ignorantes y débiles a los ojos humanos– serán los instrumentos que utilizará para la expansión de la Iglesia. Así se vio con más claridad que la eficacia era divina.
También entre los primeros cristianos existían personas cultas, sabias, importantes, humanamente hablando –un ministro etíope, centuriones, hombres como Apolo y Dionisio Areopagita, mujeres como Lidia–, pero fueron los menos dentro del gran número de conversos a la nueva fe. Comenta Santo Tomás que "también pertenece a la gloria de Dios el que por medio de gente sencilla haya atraído a Sí a los sublimes del mundo"4.
Los primeros cristianos ejercían todas las profesiones comunes en su tiempo, salvo aquellas que entrañaban algún peligro para su fe, como "intérpretes de sueños", adivinos, guardianes de templos... Y aunque en la vida pública estaban presentes las prácticas religiosas paganas, permaneció cada uno en el lugar y profesión donde encontró la fe, procurando dar su tono a la sociedad, esforzándose por llevar una conducta ejemplar, sin rehuir el trato –al contrario– con sus vecinos y conciudadanos. Intervenían en el foro, en el mercado, en el ejército... "Nosotros los cristianos –dirá Tertuliano–, no vivimos separados del mundo, frecuentamos el foro, los baños, los talleres, las tiendas, los mercados y las plazas públicas. Ejercemos los oficios de marino, de soldado, de labriego, de negociante..."5.
El Señor nos recuerda que también hoy llama a todos, sin distinción de profesión, de condición social o de raza. "¡Qué compasión te inspiran!... Querrías gritarles que están perdiendo el tiempo... ¿Por qué son tan ciegos, y no perciben lo que tú –miserable– has visto? ¿Por qué no han de preferir lo mejor?
"—Reza, mortifícate, y luego –¡tienes obligación!– despiértales uno a uno, explicándoles –también uno a uno– que, lo mismo que tú, pueden encontrar un camino divino, sin abandonar el lugar que ocupan en la sociedad"6.
Así hicieron nuestros primeros hermanos en la fe.
II. A finales del siglo ii, los cristianos están extendidos por todo el Imperio: "No hay raza alguna de hombre, llámense bárbaros o griegos o con otros nombres cualesquiera, ora habiten en casas o se llamen nómadas sin viviendas o moren en tiendas de pastores, entre los que no se ofrezcan por el nombre de Jesús crucificado oraciones y acciones de gracias al Padre y Hacedor de todas las cosas"7.
Los fieles cristianos no huyen del mundo para buscar con plenitud a Cristo: se consideran parte constituyente de ese mismo mundo, al que tratan de vivificar desde dentro, con su oración, con su ejemplo, con una caridad magnánima: "lo que es el alma para el cuerpo, eso son los cristianos en el mundo"8. Vivificaron su mundo, que en muchos puntos había perdido el sentido de la dignidad humana, siendo ciudadanos como los demás, y sin distinguirse de ellos ni por su vestido, ni por insignias, ni por cambiar de ciudadanía9.
No solo son ciudadanos, sino que procuraban serlo ejemplarmente: "obedecen las leyes, pero con su vida sobrepasan las leyes"10, las cumplen acabadamente en beneficio de todos. Ya San Pablo enseñó que se había de pedir a Dios por los constituidos en autoridad11.
Como ciudadanos ejemplares, honraban a la autoridad civil, pagaban los tributos y cumplían las demás obligaciones sociales. Y esto, en épocas de paz y en momentos de persecución y de odio manifiesto. Un ejemplo de la heroicidad de los primeros fieles en vivir estas virtudes cívicas nos lo proporciona San Justino Mártir, a mediados del siglo ii: "Como hemos aprendido de Él (de Cristo), nosotros procuramos pagar los tributos y las contribuciones, íntegramente y con rapidez, a vuestros encargados (...). De aquí que adoramos solo a Dios, pero os obedecemos gustosamente a vosotros en todo lo demás, reconociendo abiertamente que sois los reyes y los gobernadores de los hombres y pidiendo en la oración que, junto con el poder imperial, encontréis también un arte de gobierno lleno de sabiduría"12. Y Tertuliano, que atacaba con vehemencia la degeneración del mundo pagano, escribía que los fieles oraban en sus asambleas por los emperadores, por sus ministros y autoridades, por el bienestar temporal y por la paz13.
Los cristianos, en cualquier época, no podemos vivir de espaldas a la sociedad de la que formamos parte. En el mismo corazón del mundo procuramos vivir responsablemente nuestros quehaceres temporales para, desde dentro, informarlos con un espíritu nuevo, con la caridad cristiana. Cuanto más se haga sentir el alejamiento de Cristo, tanto más urgente se hace la presencia de los cristianos en esos lugares, para llevar, como los primeros en la fe, la sal de Cristo, y devolver al hombre su dignidad humana, perdida en muchas ocasiones. "Para seguir las huellas de Cristo, el apóstol de hoy no viene a reformar nada, ni mucho menos a desentenderse de la realidad histórica que le rodea... —Le basta actuar como los primeros cristianos, vivificando el ambiente"14.
Podemos preguntarnos si donde vivimos llevamos la luz de Cristo a esas personas, a ese ambiente, como hicieron los primeros cristianos.
III. Los caminos de acercamiento a la fe fueron muy variados, algunos extraordinarios, como le sucedió a San Pablo15. A otros los llamará el Señor a través del ejemplo de un mártir; la mayoría de las veces conocían la Buena Nueva por mediación de algún compañero de trabajo, de vecindad, de prisión, de viaje, etcétera. Ya en la época apostólica se hizo costumbre bautizar a los niños, incluso antes de tener uso de razón. San Pablo bautizó familias enteras, y junto con los demás Apóstoles transmitió esta costumbre a toda la Iglesia. Dos siglos más tarde, Orígenes podía escribir este texto: "la Iglesia ha recibido de los Apóstoles la costumbre de administrar el bautismo incluso a los niños"16.
Las casas de los primeros fieles, iguales externamente a las demás, se convirtieron en hogares cristianos. Los padres transmitían la fe a sus hijos, y estos a los suyos, y así la familia se convirtió en un pilar fundamental de la consolidación de la fe y de las costumbres cristianas. Empapados por la caridad, los hogares cristianos eran lugares de paz en medio, no infrecuentemente, de incomprensiones externas, de calumnias, de persecución. En el hogar se aprendía a ofrecer el día, a dar gracias, a bendecir los alimentos, a dirigirse a Dios en la abundancia y en la escasez.
Las enseñanzas de los padres brotaban con naturalidad al compás de la vida, y así la familia cumplía su función educadora. Estos son los consejos que da San Juan Crisóstomo a un matrimonio cristiano: "muéstrale a tu mujer que aprecias mucho vivir con ella y que por ella prefieres quedarte en casa que andar por la calle. Prefiérela a todos los amigos e incluso a los hijos que te ha dado; ama a estos por razón de ella (...). Haced en común vuestras oraciones (...). Aprended el temor de Dios; todo lo demás fluirá como de una fuente y vuestra casa se llenará de innumerables bienes"17. Otras veces es un hijo o una hija el foco de expansión del cristianismo en su familia: atrae a otros hermanos a la fe; quizá luego a sus padres, y estos a los tíos... y acaban acercándose hasta los abuelos.
Son muchas las costumbres cristianas que pueden vivirse en el seno de la familia: el rezo del Santo Rosario, los cuadros o imágenes de la Virgen, hacer el Nacimiento en Navidad, la bendición de la mesa... y otras muchas. Si sabemos cuidarlas, contribuirán a que en el hogar se respire siempre un clima amable, de familia cristiana, donde desde pequeños se aprende con naturalidad a tratar a Dios y a su Madre Santísima.
1 San Josemaría Escrivá, Homilía Lealtad a la Iglesia, 4-VI-1972. — 2 Cfr. Hech 11, 19-20. — 3 1 Cor 1, 26. — 4 Santo Tomás, Comentario a la 1ª Carta a los Corintios, ad. loc. — 5 Tertuliano, Apologético, 42. — 6 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 182. — 7 San Justino, Diálogo con Trifón, 117, 5. — 8 Epístola a Diogneto, 6, 1. — 9 Cfr. Ibídem, 5, 1-11. — 10 Ibídem, 5, 10. — 11 Cfr. 1 Tim 2, 1-2. — 12 San Justino, Apología I, 17. — 13 Cfr. Tertuliano, Apologético, 39, 1 ss. — 14 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 320. — 15 Cfr. Hech 9, 1-19. — 16 Orígenes, Coment. a la Carta a los Romanos, 5, 9. — 17 San Juan Crisóstomo, Hom. 20, sobre la Carta a los Efesios.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
San Luis María
Grignon de Montfort
Fundador
(1716)
"A quien Dios quiere hacer muy santo, lo hace muy
devoto de la Virgen María".
- San Luis de Montfort
Libros
http://www.sgmontfort.es/show/archivos.html
El libro de San Luis, Tratado de la verdadera devoción a la Virgen María, se ha propagado por todo el mundo con enorme provecho para sus lectores. El Papa Juan Pablo II tomó como lema una frase que repetía mucho este gran santo:
"Soy todo tuyo Oh María, y todo cuanto tengo, tuyo es".
https://www.youtube.com/watch?v=E9oSAolD1p4
SU VIDA
Es el fundador de los padres Montfortianos y de las Hermanas de la Sabiduría. Nació en Montfort, Francia, en 1673. Era el mayor de una familia de ocho hijosDesde muy joven fue un gran devoto de la Santísima Virgen. A los 12 años ya la gente lo veía pasar largos ratos arrodillado ante la estatua de la Madre de Dios. Antes de ir al colegio por la mañana y al salir de clase por la tarde, iba a arrodillarse ante la imagen de Nuestra Señora y allí se quedaba como extasiado. Cuando salía del templo después de haber estado rezando a la Reina Celestial, sus ojos le brillaban con un fulgor especial.
Luis no se contentaba con rezar. Su caridad era muy práctica. Un día al ver que uno de sus compañeros asistía a clase con unos harapos muy humillantes, hizo una colecta entre sus compañeros para conseguirle un vestido y se fue donde el sastre y le dijo: "Mire, señor: los alumnos hemos reunido un dinero para comprarle un vestido de paño a nuestro compañero, pero no nos alcanza para el costo total. ¿Quiere usted completar lo que falta?". El sastre aceptó y le hizo un hermoso traje al joven pobre.
El papá de Luis María era sumamente colérico, un hombre muy violento. Los psicólogos dicen que si Montfort no hubiera sido tan extraordinariamente devoto de la Virgen María, habría sido un hombre colérico, déspota y arrogante porque era el temperamento que había heredado de su propio padre. Pero nada suaviza tanto la aspereza masculina como la bondad y la amabilidad de una mujer santa. Y esto fue lo que salvó el temperamento de Luis. Cuando su padre estallaba en arrebatos de mal humor, el joven se refugiaba en sitios solitarios y allí rezaba a la Virgen amable, a la Madre del Señor. Y esto lo hará durante toda su vida. En sus 43 años de vida, cuando sea incomprendido, perseguido, insultado con el mayor desprecio, encontrará siempre la paz orando a la Reina Celestial, confiando en su auxilio poderoso y desahogando en su corazón de Madre, las penas que invaden su corazón de hijo.
Con grandes sacrificios logró conseguir con qué ir a estudiar al más famoso seminario de Francia, el seminario de San Suplicio en París. Allí sobresalió como un seminarista totalmente mariano. Sentía enorme gozo en mantener siempre adornado de flores el altar de la Santísima Virgen.
Luis Grignon de Montfort será un gran peregrino durante su vida de sacerdote. Pero cuando él era seminarista concedían un viaje especial a un Santuario de la Virgen a los que sobresalieran en piedad y estudio. Y Luis se ganó ese premio. Se fue en peregrinación al Santuario de la Virgen en Chartres. Y al llegar allí permaneció ocho horas seguidas rezando de rodillas, sin moverse. ¿Cómo podía pasar tanto tiempo rezando así de inmóvil? Es que él no iba como algunos de nosotros a rezar como un mendigo que pide que se le atienda rapidito para poder alejarse. El iba a charlas con sus dos grandes amigos, Jesús y María. Y con ellos las horas parecen minutos.
Su primera Misa quiso celebrarla en un altar de la Virgen, y durante muchos años la Catedral de Nuestra Señora de París fue su templo preferido y su refugio.
Montfort dedicó todas sus grandes cualidades de predicador y de conductor de multitudes a predicar misiones para convertir pecadores. Grandes multitudes lo seguían de un pueblo a otro, después de cada misión, rezando y cantando. Se daba cuenta de que el canto echa fuera muchos malos humores y enciende el fervor. Decía que una misión sin canto era como un cuerpo sin alma. El mismo componía la letra de muchas canciones a Nuestro Señor y a la Virgen María y hacía cantar a las multitudes. Llegaba a los sitios más impensados y preguntaba a las gentes: "¿Aman a Nuestro Señor? ¿Y por qué no lo aman más? ¿Ofenden al buen Dios? ¿Y porqué ofenderlo si es tan santo?".
Era todo fuego para predicar. Donde Montfort llegaba, el pecado tenía que salir corriendo. Pero no era él quien conseguía las conversiones. Era la Virgen María a quien invocaba constantemente. Ella rogaba a Jesús y Jesús cambiaba los corazones. Después de unos Retiros dejó escrito: "Ha nacido en mí una confianza sin límites en Nuestro Señor y en su Madre Santísima". No tenía miedo ni a las cantinas, ni a los sitios de juego, ni a los lugares de perdición. Allí se iba resuelto a tratar de quitarse almas al diablo. Y viajaba confiado porque no iba nunca solo. Consigo llevaba el crucifijo y la imagen de la Virgen, y Jesús y María se comportaban con él como formidables defensores.
A pie y de limosna se fue hasta Roma, pidiendo a Dios la eficacia de la palabra, y la obtuvo de tal manera que al oír sus sermones se convertían hasta los más endurecidos pecadores. El Papa Clemente XI lo recibió muy amablemente y le concedió el título de "Misionero Apostólico", con permiso de predicar por todas partes.
En cada pueblo o vereda donde predicaba procuraba dejar una cruz, construida en sitio que fuera visible para los caminantes y dejaba en todos un gran amor por los sacramentos y por el rezo del Santo Rosario. Esto no se lo perdonaban los herejes jansenistas que decían que no había que recibir casi nunca los sacramentos porque no somos dignos de recibirlos. Y con esta teoría tan dañosa enfriaban mucho la fe y la devoción. Y como Luis Montfort decía todo lo contrario y se esforzaba por propagar la frecuente confesión y comunión y una gran devoción a Nuestra Señora, lo perseguían por todas partes. Pero él recordaba muy bien aquellas frases de Jesús: "El discípulo no es más que su maestro. Si a Mí me han perseguido y me han inventado tantas cosas, así os tratarán a vosotros". Y nuestro santo se alegraba porque con las persecuciones se hacía más semejante al Divino Maestro.
Antes de ir a regiones peligrosas o a sitios donde mucho se pecaba, rezaba con fervor a la Sma. Virgen, y adelante que "donde la Madre de Dios llega, no hay diablo que se resista". Las personas que habían sido víctimas de la perdición se quedaban admiradas de la manera tan franca como les hablaba este hombre de Dios. Y la Virgen María se encargaba de conseguir la eficacia para sus predicaciones.
San Luis de Montfort fundó unas Comunidades religiosas que han hecho inmenso bien en las almas. Los Padres Montfortianos (a cuya comunidad le puso por nombre "Compañía de María") y las Hermanas de la Sabiduría.
Murió San Luis el 28 de abril de 1716, a la edad de 43 años, agotado de tanto trabajar y predicar.
ORACIÓN
San Luis Grignon de Montfort, ruega a la Virgen Santísima
que nos envíe muchos apóstoles que, como tú, se dediquen
a hacer y a amar más y más a Jesús.
Sobre la tumba de San Luis de Montfort dice:
¿Qué miras, caminante? Una antorcha apagada, un hombre a quien el fuego del amor consumió, y que se hizo todo para todos, Luis María Grignon Montfort.
¿Preguntas por su vida? No hay ninguna más íntegra, ¿Su penitencia indagas? Ninguna más austera. ¿Investigas su celo? Ninguno más ardiente. ¿Y su piedad Mariana? Ninguno a San Bernardo más cercano.
Sacerdote de Cristo, a Cristo reprodujo en su conducta, y enseñó en sus palabras. Infatigable, tan sólo en el sepulcro descansó, fue padre de los pobres, defensor de los huérfanos, y reconciliador de los pecadores.
Su gloriosa muerte fue semejante a su vida. Como vivió, murió.
Maduro para Dios, voló al cielo a los 43 años de edad.
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Pedro Chanel, Santo Sacerdote y Mártir, Abril 28
Sacerdote y Mártir Futuna es una pequeña "expresión geográfica", una de las islas Fiji, señalada en los mapas con un punto entre el ecuador y el trópico de Capricornio en el inmenso océano Pacífico. Hoy es una posesión francesa, meta de turistas amantes de lo exótico. Los habitantes son católicos y viven una vida pacífica. Pero hace 140 años, precisamente el 12 de noviembre de 1837, cuando desembarcó allí el misionero marista Pedro Chanel, junto con un compañero laico, la isla estaba dividida por dos tribus continuamente en guerra. |
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Fuente: Vatican.va
Gianna Beretta Molla, Santa Médico, esposa y madre de familia, Abril 28
Médico, esposa y madre de familia Gianna Beretta nació en Magenta (provincia de Milán) el día 4 de octubre de 1922. Desde su tierna infancia, acoge el don de la fe y la educación cristiana que recibe de sus padres. Considera la vida como un don maravilloso de Dios, confiándose plenamente a la Providencia, y convencida de la necesidad y de la eficacia de la oración.
Magenta. |
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Fuente: Franciscanos.net
Luquesio y Buonadonna de Poggibonsi, Beatos Terciarios Franciscanos, Abril 28
Luquesio nació en Gaggiano, caserío del Chianti. Siempre había deseado seguir la carrera de las armas y era del partido de los Güelfos. Pero después de haber participado en las luchas políticas a sus propias expensas, decidió retirarse y se trasladó a Poggibonsi (Siena), donde comenzó a ejercer el comercio con lo cual recuperó su holgura económica perdida en las lides políticas. Casado, era muy consciente de que una mujer es muy buena si no malgasta la hacienda. Pero poco a poco, de avaro que era, comenzó a ser generoso y fue acercándose paulatinamente a las prácticas piadosas, al igual que su mujer. |
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Fuente: Montfort.org
María Luisa de Jesús, Beata Cofundadora, Abril 28
Cofundadora de las Hijas de la Sabiduría María Luisa Trichet (en religión María Luisa de Jesús), con San Luis María Grignion de Montfort, es la cofundadora de la Congregación de las religiosas, llamadas Hijas de la Sabiduría. |
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Teodora y Didimo o Dimas, Santos Mártires en Alejandría, Abril 28
Mártires en Alejandría
Etimológicamente significa "don de Dios" y " doble, gemelo, compañero". Vienen de la lengua griega. |
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Fuente: Legión de María, Hermosillo
Vidal de Ravena y Valeria de Milán, Santo Mártires, Abril 28
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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