jueves, 3 de noviembre de 2016

[ † ] Viernes de la Pasión y Muerte de Jesucristo: día de penitencia y abstinencia de carne, excepto fiesta de precepto (CDC 1250/3). 04/11/2016. San Carlos Borromeo ¡ruega por nosotros!

JA

JMJ

Pax

Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-8

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Había un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de malgastar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo:
"¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu administración, porque quedas despedido".
El administrador se puso a pensar:
"¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el trabajo? Ya no tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer para que alguien me reciba en su casa cuando me despidan".
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
"¿Cuánto debes a mi amo?"
Este respondió:
"Cien barriles de aceite".
Le dijo:
"Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta".
Luego dijo a otro:
"Y tú, ¿cuánto debes?"
Le respondió:
"Cien sacos de trigo".
El le dijo:
"Toma tu recibo y haz otro por ochenta".
El amo tuvo que reconocer que aquel mal administrador había procedido con habilidad. Y es que los que pertenecen a este mundo son más hábiles con su propia gente que los que pertenecen a la luz".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.

El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk

El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu

El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc

Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?

Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).

Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?

Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html

Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).

 

 

Misal

 

vie 31a. Ordinario año Par

Antífona de Entrada

Pueblos todos, aplaudan; aclamen al Señor con gritos de júbilo.

 

Oración Colecta

Oremos:
Padre de bondad, que por medio de tu gracia nos has hecho hijos de la luz, concédenos vivir fuera de las tinieblas del error y permanecer siempre en el esplendor de la verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Cristo transformará nuestro cuerpo miserable en un cuerpo glorioso como el suyo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses 3, 17-21; 4, 1

Hermanos: Imiten mi ejemplo y fíjense en quienes nos han tomado como norma de conducta. Pues como ya les advertí muchas veces, y ahora tengo que recordarles con lágrimas en los ojos, muchos de los que están entre ustedes son enemigos de la cruz de Cristo. Su destino es la perdición; su dios, el vientre; se enorgullecen de lo que debería avergonzarlos y sólo piensan en las cosas de la tierra.
Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, de donde esperamos como salvador a nuestro Señor Jesucristo. El transformará nuestro frágil cuerpo en un cuerpo glorioso como el suyo, en virtud del poder que tiene para someter todas las cosas.
Por tanto, hermanos míos queridos a quienes tanto extraño, ustedes, hermanos queridos que son mi alegría y mi recompensa, manténgase firmes en el Señor.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 121, 1-2.4.5

Vamos con alegría al encuentro del Señor.

Me alegré cuando me dijeron: "Vamos a la casa del Señor". Nuestros pies ya pisan tus umbrales, Jerusalén.
Vamos con alegría al encuentro del Señor.

Allá suben las tribus, las tribus del Señor, para dar gracias al Señor según la costumbre de Israel. Porque allí están los tribunales del palacio de David, los tribunales donde se administra la justicia.
Vamos con alegría al encuentro del Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
En el que cumple la palabra de Cristo, el amor de Dios ha llegado a su plenitud.
Aleluya.

Evangelio

Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 16, 1-8

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos:
"Había un hombre rico que tenía un administrador, el cual fue acusado ante él de malgastar sus bienes. Entonces lo llamó y le dijo:
"¿Es cierto lo que me han dicho de ti? Dame cuenta de tu administración, porque quedas despedido".
El administrador se puso a pensar:
"¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el trabajo? Ya no tengo fuerzas para trabajar la tierra y me da vergüenza pedir limosna. Ya sé lo que voy a hacer para que alguien me reciba en su casa cuando me despidan".
Entonces fue llamando uno por uno a los deudores de su amo y dijo al primero:
"¿Cuánto debes a mi amo?"
Este respondió:
"Cien barriles de aceite".
Le dijo:
"Toma tu recibo, date prisa y haz otro por cincuenta".
Luego dijo a otro:
"Y tú, ¿cuánto debes?"
Le respondió:
"Cien sacos de trigo".
El le dijo:
"Toma tu recibo y haz otro por ochenta".
El amo tuvo que reconocer que aquel mal administrador había procedido con habilidad. Y es que los que pertenecen a este mundo son más hábiles con su propia gente que los que pertenecen a la luz".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía por medio de la cual tú te dignas hacernos partícipes de los frutos de la redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Cristo, huésped y peregrino en medio de nosotros

En verdad es justo darte gracias, Señor, Padre santo, Dios de la alianza y de la paz. Porque tú llamaste a Abrahán y le mandaste salir de su tierra, para constituirlo padre de todas las naciones. Tú suscitaste a Moisés para librar a tu pueblo y guiarlo a la tierra de promisión.
Tú, en la etapa final de la historia, has enviado a tu Hijo, como huésped y peregrino en medio de nosotros, para redimirnos del pecado y de la muerte; y has derramado el Espíritu, para hacer de todas las naciones un solo pueblo nuevo, que tiene como meta tu reino; como estado, la libertad de tus hijos; y como ley, el precepto del amor.
Por estos dones de tu benevolencia, unidos a los ángeles y a los santos, cantamos con gozo el himno de tu gloria:

Antífona de la Comunión

Alma mía, bendice al Señor y alaba de corazón su santo nombre.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido y recibido en comunión, sean para nosotros principio de vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén

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Dia 4/11 San Carlos Borromeo (obispo, blanco)

Antífona de Entrada

Buscaré a mis ovejas, dice el Señor, y suscitaré un pastor que las apaciente: yo, el Señor, seré su Dios.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que has puesto al obispo san Carlos Borromeo al frente de tu pueblo; te rogamos que por la eficacia de sus méritos concedas a tu pueblo tu amor y tu perdón.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Tenemos dones diferentes, según la gracia concedida a cada uno

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 12, 3-13

Hermanos: Por la autoridad que me ha sido dada, exhorto a todos y a cada uno de ustedes a que no sobre valoren su función en la Iglesia, sino a que cada uno se estime en lo justo según los dones que Dios le haya concedido.
Nuestro cuerpo, siendo uno, tiene muchos miembros y cada uno de ellos tiene una función diferente. Pues en la misma forma, todos nosotros, aun siendo muchos, formamos un solo cuerpo unidos a Cristo, y todos y cada uno somos miembros los unos de los otros. Pero tenemos dones diferentes, según la gracia concedida a cada uno. El que tenga el don de profecía, que lo ejerza de acuerdo con la fe; el que tenga el don de servicio, que se dedique a servir; el que enseña, que se consagre a enseñar; el que exhorta, que se entregue a exhortar; él que da, hágalo con sencillez; el que preside, presida con solicitud; el que atiende a los necesitados, hágalo con alegría.
Que el amor de ustedes sea sincero. Aborrezcan el mal y practiquen el bien; ámense cordialmente los unos a los otros, como buenos hermanos; que cada uno estime a los otros más que a sí mismo. En el cumplimiento de su deber, no sean negligentes y mantengan un espíritu fervoroso al servicio del Señor. Que la esperanza los mantenga alegres; sean constantes en la tribulación y perseverantes en la oración. Ayuden a los hermanos en sus necesidades y esmérense en la hospitalidad.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 88

Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Cantaré eternamente del Señor las bondades y anunciará mi boca tu lealtad por todas las edades. Pues el Señor ha dicho: "Mi amor es un amor eterno y mi fidelidad, más firme que los cielos".
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Una alianza pacté con mi elegido, a mi siervo David, yo le he jurado: "Perpetuaré tu descendencia y afirmaré para siempre tu reinado".
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Hallé a David, mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado a fin de que mi mano lo sostenga y lo revista de valor, mi brazo.
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Su poder en mi nombre crecerá, mi amor y mi lealtad serán su escolta. El me podrá decir: "Tú eres mi Padre, mi Dios, mi roca salvadora".
Proclamaré sin cesar la misericordia del Señor.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
Yo soy el buen pastor, dice el Señor. El pastor da la vida por sus ovejas.
Aleluya.

Evangelio

El buen pastor da la vida por sus ovejas

† Lectura del santo Evangelio según san Juan 10, 11-16

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a los fariseos:
"Yo soy el buen pastor. El buen pastor da la vida por sus ovejas. En cambio, el asalariado, el que no es el pastor ni el dueño de las ovejas, cuando ve venir al lobo, abandona las ovejas y huye; el lobo se arroja sobre ellas y las dispersa, porque a un asalariado no le importan las ovejas.
Yo soy el buen pastor, porque conozco a mis ovejas y ellas me conocen a mí, así como el Padre me conoce a mí y yo conozco al Padre. Yo doy la vida por mis ovejas. Tengo además otras ovejas que no son de este redil y es necesario que las traiga también a ellas; escucharán mi voz y habrá un solo rebaño y un solo pastor".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Señor, dirige tu mirada propicia sobre las ofrendas que te presentamos en la festividad de san Carlos Borromeo; que él nos merezca tu perdón y glorifique tu piedad y tu nombre.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, nuestro Señor.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de San Carlos Borromeo, para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:

Antífona de la Comunión

No son ustedes los que me ha elegido, dice el Señor; soy yo quien los he elegido, y les he destinado para que vayan y den fruto, y su fruto dure.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Reanimados por estos sacramentos te rogamos, Señor, humildemente que, a ejemplo de san Carlos Borromeo nos esforcemos en dar testimonio de aquella misma fe que él profesó en su vida, y en llevar a la práctica todas sus enseñanzas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

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Meditación diaria

31ª semana. Viernes

REZAR POR LOS DIFUNTOS

— La ayuda a las almas del Purgatorio, una verdad vivida en la Iglesia desde los primeros tiempos.

— Acortar su espera para entrar en el Cielo con nuestra oración y buenas obras.

— Las indulgencias.

I. En este mes de noviembre la Iglesia, como buena Madre, multiplica los sufragios por las almas del Purgatorio y nos invita a meditar sobre el sentido de la vida a la luz de nuestro fin último: la vida eterna, a la que nos encaminamos deprisa.

La liturgia nos recuerda que a las almas que se purifican en el Purgatorio llega el amor de sus hermanos de la tierra, que se puede merecer por ellas y acortar esa espera del Cielo. La muerte no destruye la comunidad fundada por el Señor, sino que la perfecciona. La unión en Cristo es más fuerte que la separación corporal, porque el Espíritu Santo es un poderoso vínculo de unión entre los cristianos. Hasta ellos fluye el amor y la fidelidad de los que peregrinan por la tierra llevándoles alegría y acortando ese poco espacio que todavía les separa de la bienaventuranza eterna; y esto, aunque no se intente expresamente. Si se quiere conscientemente, esa corriente de amor y alegría hacia ellos es mayor aún1.

En la Liturgia de las Horas2 leemos hoy la narración de una batalla que los israelitas ganaron con la ayuda divina. Al día siguiente de la victoria, cuando Judas Macabeo mandó recoger los cuerpos de los soldados caídos en la lucha, se descubrió que habían muerto aquellos que entre sus ropas llevaban objetos consagrados a los ídolos de los pueblos vecinos. Al ver esto, todos bendijeron al Señor, justo Juez, que descubre las cosas ocultas. Judas Macabeo mandó entonces hacer una colecta, y recogieron dos mil dracmas, que envió a Jerusalén para ofrecer sacrificios por el pecado. Porque –concluye el autor sagrado– obra santa y piadosa es orar por los difuntos para que sean absueltos de sus pecados.

Innumerables epitafios y muchos textos atestiguan que la Iglesia, desde los primeros tiempos, "conservó con gran piedad el recuerdo de los difuntos y ofreció sufragios por ellos"3, con el pleno convencimiento de que podía aliviar las penas de las almas del Purgatorio. Pues "si los hombres de Matatías expiaron con oblaciones los crímenes de aquellos que cayeron en el combate después de haber obrado impíamente –comenta San Efrén–, ¡cuánto más los sacerdotes del Hijo expían, con santas ofrendas y la oración de su boca, los pecados de los difuntos!"4.

Tanto arraigó entre los primeros cristianos la costumbre de pedir por los difuntos que muy pronto se estableció un lugar fijo dentro de la Misa para recomendarlos a Dios, incluso por sus nombres: acuérdate, Señor, de tus hijos N. y N., que nos han precedido en el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz. A ellos, Señor, y a cuantos descansan en Cristo, te rogamos les concedas el lugar del consuelo, de la luz y de la paz. En otra Plegaria Eucarística podemos leer: Acuérdate también de nuestros hermanos que durmieron con la esperanza de la resurrección y de todos los que han muerto en tu misericordia; admítelos a contemplar la luz de tu rostro5. Estos términos empleados en la liturgia de la Misa provienen muy probablemente de los epitafios de los sepulcros de las catacumbas: "con el signo de la fe", "con el sueño de los justos", "lugar de refrigerio", son fórmulas que se encuentran en los cementerios romanos de los primeros siglos y en las Actas de los Mártires6.

Esta verdad –la de poder interceder por quienes nos precedieron–, admitida desde siempre por el pueblo cristiano, fue declarada solemnemente como verdad de fe7.

Nosotros, mientras hacemos este rato de meditación, podemos recordar a esas personas que ya han muerto y que siguen estando unidas a nosotros por fuertes vínculos. Examinemos hoy cómo es nuestra oración por ellos. No olvidemos que se trata de una gran obra de misericordia muy grata al Señor.

II. ¡Oh Dios!, Tú eres mi Dios, yo te busco desde el amanecer; mi alma tiene sed de Ti, mi carne languidece junto a Ti, como tierra árida y seca, sin agua8. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo iré y compareceré ante la faz de Dios?9. A las almas del Purgatorio se les puede aplicar con especial fuerza esta necesidad y deseo del autor sagrado.

Los pecados llevan consigo un doble desorden. En primer lugar, está la ofensa a Dios, que acarrea para el alma lo que los teólogos llaman reato de culpa, la enemistad y alejamiento de Dios que, si se trata de un pecado mortal, supone una desviación radical del alma respecto al fin para el que ha sido creada, y se hace merecedora de la privación eterna de Dios. Esa culpa, en el caso de los pecados cometidos después del Bautismo, se perdona en la Confesión sacramental.

Además, y en la medida en que el pecado significa una conversión hacia las criaturas, provoca un desorden que alcanza al propio pecador, que trunca su propia realización personal, y a los otros fieles, a los que está unido íntimamente por la Comunión de los Santos, y a los que perjudica y ofende, pues, ciertamente, "el pecado merma al hombre, impidiéndole lograr su propia plenitud"10; pero además, "el alma que se abaja por el pecado abaja consigo a la Iglesia y, en cierto modo, al mundo entero"11. Estas consecuencias del pecado personal es lo que se llama reato, o resto, de pena, que subsiste ordinariamente incluso después de la absolución sacramental, y que ha de repararse en esta vida con el cumplimiento de la penitencia impuesta en la Confesión, de otras buenas obras, o mediante las indulgencias concedidas por la Iglesia. El alma que sale de este mundo sin la suficiente reparación, o con pecados veniales y faltas de amor a Dios, deberá purificarse en el Purgatorio12, pues en el Cielo no puede entrar nada sucio13. Allí satisfacen por sus culpas y manchas, sin merecimiento alguno –con la muerte termina el tiempo de merecer–, sin aumento de su amor a Dios.

En el Purgatorio, junto a un dolor inimaginable, existe también una gran alegría, porque las almas allí detenidas se saben confirmadas en gracia y, por tanto, destinadas a la felicidad eterna. Nosotros podemos merecer y ayudar a las almas que se preparan para entrar en el Cielo, principalmente con la Santa Misa, lo más grande que –unidos a Cristo– podemos ofrecer a Dios Padre en este mundo. La Iglesia, al conmemorar cada año a todos los fieles difuntos, se acuerda, especialmente a lo largo de este mes de noviembre, de esos hijos suyos que aún no pueden participar plenamente de la bienaventuranza eterna, y alienta al frecuente ofrecimiento del Santo Sacrificio por ellos, concede especiales indulgencias aplicables a estas almas y mueve a todos a que colaboren en una obra de misericordia que da sus frutos más allá del mundo terreno. El Señor ha querido que cualquier obra buena realizada en estado de gracia pueda ayudar a los difuntos y alcanzar un premio ante Él; y estos méritos pueden ser aplicados por los difuntos del Purgatorio, a modo de sufragio, de ayuda. Así, la recepción de los sacramentos, especialmente de la Comunión, el Santo Rosario, el ofrecimiento de la enfermedad, del dolor, de las contrariedades de cada día. Entre estas obras disponemos cada jornada de un gran instrumento de ayuda a nuestros hermanos difuntos: el trabajo o el estudio, hechos a conciencia, con perfección humana y sentido sobrenatural.

III. Particular importancia en la ayuda que podemos prestar a las almas del Purgatorio tienen las indulgencias, plenarias o parciales, que pueden aplicarse como un sufragio; incluso algunas están previstas exclusivamente en favor de los difuntos. La Iglesia concede indulgencia parcial por muchas obras de piedad (por la oración mental, el rezo del Ángelus o del Regina Coeli; el uso de un objeto piadoso –crucifijo, cruz, rosario, escapulario, medalla– bendecido por un sacerdote, y si está bendecido por el Romano Pontífice o por un prelado se gana indulgencia plenaria en la fiesta de San Pedro y San Pablo realizando un acto de fe; lectura de la Sagrada Escritura; rezo del Acordaos; Comunión espiritual, con cualquier fórmula; todas las letanías; rezo del Adoro te devote; Salve; oración por el Papa; retiro espiritual...), y algunas las enriquece aún más, otorgándoles –con las condiciones habituales: Confesión, Comunión, oración por el Romano Pontífice– el beneficio de la indulgencia plenaria, que remite toda la pena temporal debida por los pecados. Es lo que sucede, por ejemplo, con el rezo del Rosario en familia, la práctica del Viacrucis, la media hora de oración ante el Santísimo Sacramento, la piadosa visita a un cementerio en estos primeros ocho días del mes de noviembre...

Según enseñan Santo Tomás de Aquino14 y otros muchos teólogos, las almas del Purgatorio pueden acordarse de las personas queridas que han dejado en la tierra y pedir por ellas, aunque ignoren –a no ser que Dios se lo quiera manifestar– las necesidades concretas de quienes aún viven en la tierra. Interceden por sus seres queridos que dejaron aquí, como nosotros rezamos por ellos aun sin saber con certeza si están en el Purgatorio o gozan ya de Dios en el Cielo. Ellas no pueden merecer, pero sí interceder, poniendo delante del Señor los méritos adquiridos aquí en la tierra; nos ayudan en muchas de las necesidades diarias, "y especialmente a los que estuvieron unidos a ellos durante esta vida"15, a quienes más les ayudaron a alcanzar la salvación, a quienes tenían especialmente encomendados. No dejemos de acudir a ellas..., y seamos generosos en los sufragios a los que la liturgia nos mueve en este mes de modo muy particular.

1 Cfr. M. Schmaus, Teología dogmática, Rialp, Madrid 1965, vol. II, Los novísimos, p. 503. — 2 Cfr. Liturgia de las Horas. Primera lectura. 1 Mac 9, 1-22. — 3 Conc Vat II, Const. Lumen gentium, 50. — 4 San Efrén, Testamentum, 78. — 5 Misal Romano, Plegarias I y II. — 6 Cfr. F. Suárez, El sacrificio del altar, Rialp, Madrid 1989, p. 208. — 7 II Conc. de Lyon, Profesión de fe de Miguel Paleólogo. Dz 464 (858). — 8 Sal 52, 1. — 9 Sal 41, 3. — 10 Conc. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 13. — 11 Juan Pablo II, Exhort. Apost. Reconciliatio et paenitentia, 2-XII-1984, 16 — 12 S. C. para la Doctrina de la Fe, Carta a los Obispos sobre algunas cuestiones referentes a la escatología, 17-V-1979, 7. — 13 Apoc 21, 27. — 14 Cfr. Santo Tomás, Suma Teológica, 1, q. 89. — 15 M. Schmaus, o. c., p. 507.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

SAN CARLOS BORROMEO
Obispo

San Carlos cuyo nombre significa "hombre prudente" ha sido uno de los santos extraordinariamente activos a favor de la Iglesia y del pueblo que sobresale admirablemente. San Carlos Borromeo, un santo que tomó muy en serio aquella frase de Jesús: "Quien ahorra su vida, la pierde, pero el que gasta su vida por Mí, la ganará", murió relativamente joven porque desgastó totalmente su vida y sus energías por hacer progresar la religión y por ayudar a los más necesitados. Decía que un obispo demasiado cuidadoso de su salud no consigue llegar a ser santo y que a todo sacerdote y a todo apóstol deben sobrarle trabajos para hacer, en vez de tener tiempo de sobra para perder.

Nació en Arjona (Italia) en 1538. Desde joven dio señales de ser muy consagrado a los estudios y exacto cumplidor de sus deberes de cada día. A los 21 años obtuvo el doctorado en derecho en la Universidad de Milán. Un hermano de su madre, el Cardenal Médicis, fue nombrado Papa con el nombre de Pío IV, y éste admirado de sus cualidades nombró a Carlos como secretario de Estado. Más tarde, renunció a sus riquezas, se ordenó de sacerdote, y luego de obispo y se dedicó por completo a la labor de salvar almas.

San Carlos fundó 740 escuelas de catecismo con 3,000 catequistas y 40,000 alumnos.

Fundó además 6 seminarios para formar sacerdotes bien preparados, y redactó para esos institutos unos reglamentos tan sabios, que muchos obispos los copiaron para organizar según ellos sus propios seminarios. Fue amigo de San Pío V, San Francisco de Borja, San Felipe Neri, San Félix de Cantalicio y San Andrés Avelino y de varios santos más.

Murió cuando tenía apenas 46 años, el 4 de noviembre de 1584. En Arona, su pueblo natal, le fue levantada una inmensa estatua que todavía existe.

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Fuente: Fratefrancesco.org
Elena Enselmini, Beata Virgen Clarisa, Noviembre 4  

Elena Enselmini, Beata

Virgen Clarisa

Martirologio Romano: En Padua, en la región de Venecia, beata Elena Enselmini, virgen de la Orden de las Clarisas, que sufrió con admirable paciencia multitud de dolores y hasta la pérdida del habla (1242).

Etimología: Elena = Aquella que brilla como una antorcha, de la lengua griega


La suerte viene en nuestra ayuda con un documento de importancia excepcional, conservado en la Biblioteca Antoniana, el Códice 559, que describe las vidas de san Antonio, del beato Antonio Manzoni y de la beata Elena Enselmini. Las compuso entre los años 1433 y 1437 el notario Sicco Polentone, archivero municipal, filósofo, astrólogo, literario y escritor de numerosas obras, una de las personalidades más destacadas de la Padua humanista del siglo XV.

El código, copiado con elegante escritura en 1439 por el conventual fray Giacomo, "era considerado -dice el padre Ruggero Lotto- un "best seller" del siglo XV y, aunque no es obra de alto nivel, no deja de ser un interesante documento de sociología religiosa, del que emana la mansa luz de una simpática joven santa, a la que nos sentimos afectuosamente cercanos, incluso después de tanto rechinar de siglos".

En un latín elegante, Polentone inicia así: "Mi querido hijo Lázaro, hace mucho que me solicitas e incitas a escribir las memorias del beato Antonio Pellegrino y de la beata Elena, monja de la orden franciscana. Siempre me ha parecido justa y loable esta petición tuya. Pues, si bien el culto de ninguno de los dos ha sido aprobado por el sumo pontífice, uno y otra son conocidos, sin embargo, por sus milagros, y venerados como beatos por la opinión del pueblo. Además, son de buena raza paduana: Antonio era originario de los Manzoni. Elena, de los Enselmini, a cuya estirpe pertenece también su madre".

La jovencita Elena se hizo monja para servir al Señor en el monasterio que hospedaba, en dos moradas distintas, a las monjas y a los frailes de la Orden de san Francisco, en una zona llamada "la Celda vieja" (la actual Arcella), monasterio destruido en 1509, para realizar la "explanada".

Añade el historiador: "Ninguna más diligente que ella en la oración litúrgica, ninguna más obediente a la abadesa, ninguna más observante de la regla, ninguna más solícita en realizar las tareas domésticas. Su vida estaba tejida de penitencias y ayunos, colmada de santidad y austeridad. Tan áspera fue su existencia, que, agotada, con frecuencia caía enferma, víctima de la fiebre".

Más allá del intento hagiográfico y enaltecedor, Sicco, autor de indudable probidad, realizó cuidadosas investigaciones sobre ella, disponiendo de excelentes fuentes en el antiguo monasterio de la Arcella, antes de incendiarse el archivo.

De complexión grácil y enfermiza, padeció en los últimos quince meses de vida repetidas fiebres, y permaneció durante tres meses sin comer, ni beber, ni pronunciar palabra.

El historiador se detiene ampliamente en describir las visiones celestiales de las que gozó Elena, como indicio de su unión con el Señor, visiones que ella, de palabra, daba a conocer a las hermanas, y cuyos contenidos sabían también a admonición.

El 4 de octubre de 1231, arrebatada en éxtasis, vio a los santos Francisco y Antonio en actitud de cantar las alabanzas del Señor. En definitiva, "el cielo en la celda", hasta el 4 de noviembre, cuando expiró, a los 24 años. Polentone concluye así: "Desde el día de su tránsito hasta hoy, su cuerpo se conserva tan bien, que no puede verse sin admirarse, y eso por un privilegio divino que testifica la santidad de Elena". Y añade un halo de misterio: "A menudo, especialmente cuando cae algún desastre sobre la ciudad, ha ocurrido que el cuerpo de Elena se agitó con estrépito, casi como si quisiera prever el futuro".


Podemos decir que su cuerpo sufrió en la muerte un proceso natural de momificación y quedó intacto, y las manifestaciones de temblor son exageradas, pero revelan la espontaneidad de una devoción popular hacia esta ilustre clarisa.

Su cuerpo, por una circunstancia fortuita, fue colocado en una urna y conservado en la pequeña iglesia del monasterio, hasta el año 1509, en que fue trasladado a la iglesia de Santa María de los Armenios, luego llamada de la Beata Elena. Y, desde 1810, fue trasladado a la de Santa Sofía, donde permaneció hasta el 23 de mayo de 1958, en que fue devuelto a la iglesia de La Arcella.

El 29 de octubre de 1695, el papa Inocencio XII la inscribió en el Catálogo de los beatos, reconociendo su culto secular, y en 1956 se iniciaron los trámites para su canonización.

La caja de madera de la beata, en la capilla del beato Lucas

Cuando las clarisas de la Arcella se trasladaron en 1509 al monasterio de Santa Elena, y luego al de San Bernardino, se llevaron consigo el cuerpo de la beata. Pero, al ser suprimidos dichos monasterios en el año 1810, ofrecieron su tesoro a la Basílica [de San Antonio]. De modo que, el 20 de mayo, el cuerpo de Elena Enselmini fue llevado a la sacristía del templo antoniano, y allí guardado. Mientras tanto, los presidentes del Arca pidieron al obispo Dondi dell´Orologio que lo dejara en la iglesia, pero el 6 de junio siguiente, "muy airado por la donación de las monjas, y más aún por la sustracción nocturna, había mandado colocar los sellos, ordenando que fuera entregado a la iglesia de Santa Sofía, para ser venerado junto a la beata Beatriz de Este".

La caja que guardó los huesos de Elena hasta el 1810 fue primero colocada en la urna que había sido de san Antonio, debajo del altar del
beato Lucas Belludi, y luego, en 1985, en la urna empotrada en la pared.

Presencia de Elena en el arte y en las reliquias

La reliquia de un brazo fue donada a la iglesia de Santa Sofía, mientras que su cuerpo se conserva aún bajo el altar del templo de la Arcella.

Para encontrar un relicario de la beata Elena hay que trasladarse a la sacristía de la Basílica. Firmado por el artista Pinton, es de las primeras décadas del siglo pasado, de tipo arquitectónico, en plata labrada y repujada, cuyo nudo y receptáculo representa la fachada de la iglesia de la Arcella. En lo más alto de la pequeña cúpula preside una estatua de Elena.

Una bella imagen de ella la encontramos en la puerta de bronce norte de la Basílica, llamada "de los beatos Lucas y Elena". Antes era la entrada más utilizada. Fundida en 1904 por el paduano Giuseppe Michieli, la donó el doctor Giovanni Guolo, y una inscripción la recuerda como "virgen paduana".

Entrando en el claustro del Noviciado se puede admirar una bonita pintura de ella, dentro de una monófora, en el lado occidental. Es una reproducción del 1994, de una pintura que realizó el artista de Bérgamo Giuseppe Amadio Riva, en 1923. El actual fue realizado, curiosamente, no en base al bronce original, sino a una copia suya firmada por Giovanni Zabai en 1932. La beata sostiene un lirio y un libro, claro indicio de la pureza de vida llevada por ella, en la secuela de la Palabra del Señor.

En la iglesia de la Arcella hay más recuerdos de Elena. En primer lugar, en la estatua del pequeña hornacina derecha de la fachada, obra de Pedro Bertocco. Luego, en la capilla de los "Santos franciscanos", donde está representada en un lienzo de Pedro Pajetta (1905), y en otras pinturas.

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Amancio, Santo Obispo de Rodez, Noviembre 4  

Amancio, Santo

Obispo4

Martirologio Romano: En Rodez, de Aquitania, san Amancio, obispo, a quien se tiene por el primero de esta ciudad (s. V).

Etimología: Amancio = amante, amoroso. Viene de la lengua latina.


El joven Amancio fue un amante auténtico de esta verdad de san Agustín.

Venancio de Poitiers es quien nos ha proporcionado más noticias acerca de su vida. Nació en la ciudad de Rodez, Francia.

Cuando llegó a su juventud, pensó que lo mejor para su vida era dejarlo todo por amor a Jesús. Estamos en el siglo V.

Dadas sus buenas cualidades y sus virtudes, lo nombraron obispo de Narbona (año 401). Eran tiempos malos porque la ciudad estaba todavía, en gran parte, bajo el dominio de los paganos.

Una vez que hizo su trabajo apostólico en este lugar, se fue a Rodez para hacer obras de conversión al cristianismo.

Un día, uno de los jefes de la ciudad, le dijo que no dejaría de ser pagano mientras no viese un milagro con sus propios ojos.

Le propuso que el río Laterne se subiese por las murallas. El obispo aceptó la idea o apuesta.

Amancio invocó a Dios. El milagro se llevó a cabo. Y todos cuantos lo veían, comentaban que lo mejor era convertirse al Dios que anunciaba el bueno de Amancio.

En otra ocasión, comenta su biógrafo, supo ser tan generoso que perdonó la vida a un condenado a muerte.

Estaba lleno de Dios y, por tanto, le era fácil hacer todo aquello que tuviera una repercusión en la obra evangelizadora.

Pero, a pesar de cuanto hizo, la autoridad no lo quería. Mientras estaba rezando, el gobernador fue herido de muerte. A cada insulto que le hacían a Amancio, él respondía con amabilidad.
Murió ya anciano en el año 445.

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Fuente: Carmelnet.org
Francisca de Amboise, Beata Religiosa Carmelita, Noviembre 4  

Francisca de Amboise, Beata

Religiosa Carmelita

Martirologio Romano: En el convento de Nuestra Señora des Cöts, de Nantes, en Francia, beata Francisca de Amboise, que, siendo duquesa de Bretaña, fundó en Vannes el primer Carmelo femenino francés, donde se retiró como sierva de Cristo al quedar viuda (1475).

Nació en Thouars (Francia) el 28 de Septiembre de 1427, hija del vizconde Luis y de la baronesa María de Rieux.

A los cuatro años fue prometida esposa de Pedro, hijo del duque de Bretaña. Su futura suegra, Juana, hermana del rey Carlos VII de Francia, imprimió en su alma un espíritu profundamente cristiano.

El 1450, en lacatedralde Reims, era coronada como Duquesa de Bretaña juntamente con su esposo, Pedro. De común acuerdo con él, decidieron conservarse castos y ofrecer a la alta sociedad un modelo de hogar cristiano con la práctica asidua de excelsas virtudes Juntos se consagraron a la Virgen María en su santuario de Folgoët, donde dejaron fundada una misa para ser celebrada todos los sábados.

Francisca supo frenar los excesos de la moda femenina en la corte y se dedicó particularmente a obras de piedad y caridad.

Todos los miércoles sentaba a su mesa a 11 doncellas pobres, el día de Navidad escogía a un niño pobre, lo vestía con traje nuevo ylo hospedaba como representante del Niño Jesús, el jueves santo lavaba los pies a doce pobres y les ofrecía un traje nuevo.

Trabajó tanto en favor de la religión catolica que, según dice un historiador, "Dios se sirvió de esta joven para realizar una reforma general en la Bretaña y para hacer reflorecer, después de tantas desgracias y misenas, un siglo de Oro"

Muerto su esposo y conocedora a fondo de las miserias de la corte, resolvió hacerse monja de clausura. Mil dificultades le salieron al paso; Luis Xl, rey de Francia, puso en juego todos los medios para que desistiera, pero todo fue en vano, y el monarca acabó de desengañarse cuando ella en el acto de recibir la comunión, hizo en alta voz el voto de castidad.

Después de un providencial encuentro con el beato Juan Soreth (+1471), a la sazón Prior General de los carmelitas, se decidió a ingresar entre las monjas carmelitas de clausura que habían sido instituidas poco antes canónicamente por la Bula de Nicolás V "Cum nula", del 7 de Octubre de 1452.

El mismo Beato le impuso con toda solemnidad el hábito una vez resueltos todos sus compromisos ducales.

Junto con un grupo de carmelitas venidas de Bélgica, inició Francisca su vida religiosa en el convento de Bondón, fundado por ella misma.

Renunció a sus títulos y no quiso trato ni distinción especial, sino ser considerada como Humilde sierva de Cristo".

Desde entonces su gran empeño fue la de hacer efectiva su total entrega a Dios.

Nombrada priora por la comunidad, tuvo que dirigirse más tarde con el mismo título a un nuevo convento, fundado también por ella cerca de Nantes.

En el ejercicio de este cargo alimentaba el espíritu de sus religiosas con sabias "Exhortaciones", que fueron publicadas más tarde. Ella era ejemplar en todas las virtudes, descollando por su espíritu de oración y penítencia.

Insistió siempre en la práctica del silencio, la obediencia y la pobreza. Introdujo la comunión frecuente y una estricta clausura. Fueron sus últimas palabras:

"¡Adiós, hijas mías! Voy a probarlo que es amar a Dios sobre todas las cosas".

Bien puede ser llamada como la "Madre" de las carmelitas, ya que es la primera santa desde que el Carmelo femenino tuvo existencia canónica.

El 4.11.1485 expiró santamente.

Su culto fue reconocido por el papa Pío IX el 16 de julio de 1867.

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Emerico de Hungría, Beato Principe, Noviembre 4  

Emerico de Hungría, Beato

Principe

Martirologio Romano: Junto a Alba Real (Székesfehérvár), en Panonia (hoy Hungría), san Emerico o Enrique, hijo de san Esteban, rey de los húngaros, sorprendido por una muerte imprevista (1031).

Etimología: Emerico = patria potente, es de origen germánico


En 1931, se celebró con gran solemnidad en Hungría el noveno centenario de la muerte del Beato Emerico.

Desgraciadamente, no tenemos muchos datos fidedignos sobre su vida. Fue el único hijo de San Esteban, rey de Hungría.

Nació en 1007, y San Gerardo de Sagredo se encargó de su educación. Cuando el emperador Conrado II proyectaba apoderarse de las rentas de la diócesis de Bamberga, le propuso al joven Emerico que participase en la expoliación, pero el rey San Esteban lo impidió.

Las "instrucciones" de San Esteban a su hijo no son auténticas. Es cierto que el monarca tenía la intención de compartir sus responsabilidades con con Emerico (aunque es falso que haya renunciado a la corona en favor de él), pero antes de que tuviese tiempo de hacerlo, Emerico murió en una cacería.

Cuando le llegó la noticia, San Esteban exclamó: "Dios le amaba, por eso me lo quitó tan pronto". El príncipe fue sepultado en la iglesia de Szckesfehervar y, en su sepulcro se obraron numerosos milagros.

El padre y el hijo fueron elevados al honor de los altares al mismo tiempo, en 1083. Comúnmente se atribuye a Emerico el título de santo pero el Martirologio Romano le llama "Beatus".

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Fuente: ar.geocities.com/misa_tridentina01
Vidal y Agrícola, Santos Protomártires boloñeses, Noviembre 4  

Vidal y Agrícola, Santos

Protomártires Boloñeses

Martirologio Romano: En Bolonia, de la Emilia, santos Vidal y Agrícola, mártires, que, según nos refiere san Ambrosio, el primero de ellos fue antes siervo del segundo y luego compañero y colega en el martirio. Vidal padeció tantos tormentos que no le quedó parte de su cuerpo sin heridas y Agrícola, a su vez, sin asustarse por el suplicio de su antiguo criado, le imitó en el mismo martirio, siendo crucificado (304).

Etimología: Vidal = aquel que está lleno de vida, viene del latín.

Agrícola = aquel que viene del campo, viene del latín.


Los Santos Mártires Vidal y Agrícola, en Bolonia. El primero siendo esclavo del segundo, llegó después a ser compañero suyo en el martirio: atormentáronle los perseguidores con tal crueldad, que en todo su cuerpo no se encontraba parte sana; lo cual sufrió con la mayor constancia, y puesto en oración entregó su alma a Dios.

A Agrícola le dieron muerte enclavado en una cruz con muchísimos clavos. San Ambrosio, que se halló presente a la traslación de estos Santos, refiere que recogió los clavos, la sangre vencedora y la cruz, y lo colocó todo debajo del sagrado altar. El citado San Ambrosio nos informa de que Agrícola era un caballero de Bolonia, y que Vidal, su esclavo, aprendió del él la religión cristiana, y recibió primero la corona, porque para Cristo no hay diferencias en la condición de siervo ni de señor. Ambos fueron presos probablemente el año 304. El castigo de Agrícola fue dilatado por una cruel compasión por ver si la vista de los tormentos del siervo le hacía mudar de resolución; pero lejos de ello quedó más animado con el ejemplo.

Entonces toda la compasión del pueblo y de los jueces se convirtió en furor, y el cuerpo del Mártir enclavado en una cruz fue tan herido y penetrado de innumerables clavos, que el número de sus heridas excedió en mucho al de sus miembros. Los Cuerpos de los Mártires fueron colocados en lugar de la sepultura de los judíos. Huyendo San Ambrosio de las manos del tirano Eugenio, entró en Bolonia el año 393, y allí descubrió estas reliquias. Juliana, devota viuda de Florencia, le convidó a dedicar una Iglesia que había fundado en aquella ciudad, y le pidió este tesoro: el que no tuvo arbitrio de negarle una parte de ellas, y cuyo valor ponderó mucho él mismo a las tres hijas de Juliana, mandándolas que le recibiesen con respeto, como presente de salvación.

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Fuente: ACI Prensa
Felix de Valois, Santo Trinitario, Noviembre 4  

Felix de Valois, Santo

Fundador

Martirologio Romano: En Cerfroid, en el territorio de Meaux, en Francia, san Félix de Valois, que, después de una larga vida de solitario, se le considera compañero de san Juan de Mata en la fundación de la Orden de la Santísima Trinidad, para la redención de los cautivos (1212).

Etimología: Felix = Aquel que es feliz. De la lengua latina.


Algunos escritos de la "Orden de la Santísima Trinidad", afirman que San Félix llevaba el apellido de Valois porque pertenecía a la familia real de Francia, pero en realidad el nombre proviene de la provincia de Valois donde habitó originalmente.

Según se dice, vivió como ermitaño en el bosque de Gandelu, en la diócesis de Soissons, en un pueblo llamado Cerfroid. Tenía el propósito de pasar su vida en la oscuridad pero Dios lo dispuso de otro modo.

En efecto, San Juan de Mata, discípulo de San Félix, le propuso que fundase una orden para el rescate de los cautivos. Aunque el santo tenía ya setenta años, se ofreció a hacer y sufrir cuanto Dios quisiera por un fin tan noble. Así, los dos santos partieron juntos a Roma en el invierno de 1197 para solicitar la aprobación de la Santa Sede.

San Félix propaga la orden en Italia y Francia. En París fundó el convento de San Maturino y cuando San Juan volvió a Roma, San Félix a pesar de su avanzada edad, administró la provinica francesa y la casa madre de la orden en Cerfroid. Ahí murió a los ochenta y seis años de edad en 1212.

Según la tradición de los trinitarios, los dos santos fueron canonizados por el Papa Urbano IV en 1262. Alejandro VII confirmó el culto de los dos fundadores en 1666.

El 4 de noviembre recordamos su ingreso al Reino, y el 20 del mismo mes se celebra su fiesta litúrgica.

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Fuente: Santiebeati.it
Teresa Manganiello, Beata Terciaria Franciscana, 4 de noviembre  

Teresa Manganiello, Beata

Terciaria Franciscana

En Montefusco, Italia, beata Teresa Manganiello, laica, de la Tercera Orden de San Francisco ( 1876)

Fecha de beatificación: 22 de mayo de 2010 durante el pontificado de S.S. Benedicto XVI

 

Es "la analfabeta Sabia" de Montefusco en la provincia de Avelino (Italia); Teresa Manganiello nació cerca de Montefusco el 1 de enero de 1849, undécima de doce hijos de aquella familia presidida por sus padres campesinos. Hacia los siete años recibe la Primera Comunión en la iglesia de San Egidio, anexa al homónimo convento Capuchino.

Como muchos niños campesinos del sur de Italia de aquella época, no asistió a ninguna escuela y siempre creció a la sombra de la casa colonial edificada en los campo de aquella zona del país. Ya adolescente manifestó el deseo de consagrar su vida a Dios; cuando tuvo 18 años, llegó al convento de San Egidio el padre Ludovico Acernese quien, ante el despertar en la vida cristiana de aquella zona, instituyó en Montefusco la Tercera Orden Franciscana.

Teresa se sintió fuertemente atraída por el ideal franciscano y corrió enseguida a registrarse, convirtiéndose en la primera terciaria de Montefusco, eligió al padre Acernese como a su guía y confesor. El 15 de mayo de 1870 a los 21 años, vistió el hábito terciario y al año siguiente hizo la profesión de los votos tomando el nombre de hermana María Luisa.

El padre Ludovico Acernese supo reconocer en ella todas cualidades más profundas de su alma, por lo que la nombró primera concejera y luego, por la perfección de su ideal franciscano, maestra de las novicias.

La familia nunca apoyó su deseo de hacerse monja, principalmente para no privarse de la gran ayuda que era tener a Teresa viviendo en casa, ella llevó un estilo de vida monacal; fue llamada popularmente "monachella1 santa"; estaba siempre presente en la Misa diaria en la iglesia de San Egidio, además vivía intensamente la oración, que junto a ásperas mortificaciones corporales, las ofrecía por la reparación de los escándalos; a pesar de eso siempre y dondequiera tenía una encantadora sonrisa que atraía a todos.

Aunque era analfabeta, contestaba con sabiduría incluso a personas de vasta cultura; fue la artífice de la extensión, en Irpina y en Sannio, del Movimiento Terciario Franciscano, que conducía junto al padre Acernese, quien ante la insistencia de Teresa Manganiello de su ideal religioso y hablando de aquello con otras terciarias, planeó la fundación de una Comunidad por ellas.

Para tener una aprobación especial, la mandó en 1873 a una audiencia con el Papa Pío IX, para que le presente su intención; el beato pontífice la bendijo y la animó a ir adelante; y cuando ya era considerada como la primera superiora de la naciente Congregación de Monjas Terciarias Franciscanas, su salud empezó pero a declinar.

El 14 de febrero de 1874, mientras oraba en la iglesia tuvo la primer hemoptisis2 acompañada de una grave artritis; en aquella época fue una enfermedad maliciosa que atacó a personas de toda edad y condición social. Siguió adelante, entre los altos y bajos de la enfermedad, hasta que en el verano del 1876 el mal la postró; a los muchos sacerdotes y fieles que fueron a visitarla les regaló siempre su maravillosa sonrisa; totalmente entregada a las manos de Dios la Virgen a quienes oraba fervorosamente.

Murió el 4 de noviembre de 1876 con tan sólo 27años y fue enterrada en el cementerio de Montefusco; cinco años después de su muerte, el padre Ludovico Acernese, confiando en su espiritual protección, fundó en Pietradefusi la Congregación de las ´Monjas Franciscanas Immaculatinas´ de las que Teresa es "Piedra angular" y "Madre espiritual." En su patrimonio espiritual cada monja encuentra ricos ejemplos y enseñanzas, por una vida de total consagración al servicio de Dios y la Iglesia.

A 100 años de su muerte, en 1976, las Monjas Franciscanas Immaculatinas, iniciaron la causa por su beatificación, reconociendo en ella, el papel fundamental en la fundación de la Congregación. El proceso se cerró en el archidiócesis de Benevento el 29 de septiembre de 1991 y las actas fueron aprobados por el Santa Sede el 12 de diciembre1992.

Continúan siendo frecuentes las señales de gracias, curaciones y favores de orden moral y espiritual, conseguidos por su intercesión.

1Pequeña ave, de la misma familia de la collalba rubia.
2 La hemoptisis incluye la emisión de flema hemóptica o de sangre fresca procedente del aparato respiratorio.

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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santos y Beatos Completando el santoral de este día, Noviembre 4  

Otros Santos y Beatos

San Pierio, presbítero

Conmemoración de san Pierio, presbítero de Alejandría, ilustrado en los temas filosóficos, pero más esclarecido aún por la integridad de su vida y su voluntaria pobreza. Mientras Teonas regía la Iglesia alejandrina, explicó con profundidad al pueblo las divinas Escrituras, y en Roma, después de la persecución, descansó en paz (s. IV).

San Amancio, obispo

En Rodez, de Aquitania, san Amancio, obispo, a quien se tiene por el primero de esta ciudad (s. V).

San Perpetuo, obispo

En Maastrich, junto al Mossa, en Brabante, de Austrasia, san Perpetuo, obispo (c. 620).

Santa Modesta, abadesa

En Tréveris, de Austrasia, santa Modesta, abadesa, que, consagrada a Dios desde la infancia, fue la primera que presidió la comunidad de monjas del cenobio "ad Horreum" (Öhren) en la ciudad, y estuvo unida con santa Gertrudis de Nivelles en total familiaridad, basada en Dios (680).

San Nicandro,obispo, y Hermas, presbítero, mártires

En Mira, de Licia, santos mártires Nicandro, obispo, y Hermas, presbítero (c. s. IV).

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com

 

Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/

 

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