JMJ
Pax
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (5, 33-36)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz.
Pero yo tengo un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado del Padre".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/
Explicación: http://www.youtube.com/watch?
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
Ven, Señor, y concédenos tu paz
Feria de Adviento: viernes de la 3a. semana
Señor, concédenos tu paz
Antífona de Entrada
He aquí que el Señor vendrá con esplendor a visitar a su pueblo, para traerle la paz y la vida eterna.
Oración Colecta
Oremos:
Que tu gracia, Señor, nos disponga y nos acompañe siempre a fin de que la venida de tu Hijo, que esperamos con ardiente deseo, nos ayude para la vida presente y la vida futura.
Por nuestro Señor Jesucristo…
Amén.
Primera Lectura
Lectura del libro del profeta Isaías (56, 1-3. 6-8)
Esto dice el Señor: "Velen por los derechos de los demás, practiquen la justicia, porque mi salvación está a punto de llegar. Dichoso el hombre que hace esto y en ello persevera, el que se abstiene de profanar el sábado, el que aparta su mano de todo mal. No diga el extranjero que ha dado su adhesión al Señor:
'Sin duda que el Señor me excluirá de su pueblo'.
A los extranjeros que se han adherido al Señor para servirlo, amarlo y darle culto, a los que guardan el sábado sin profanarlo y se mantienen fieles a mi alianza, los conduciré a mi monte santo y los llenaré de alegría en mi casa de oración.
Sus holocaustos y sacrificios serán gratos a mi altar, porque mi casa será la casa de oración para todos los pueblos". Esto dice el Señor Dios, que reúne a los dispersos de Israel: "A los ya reunidos, todavía añadiré otros".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo Responsorial Salmo 66
Bendigamos a Dios, nuestro Señor.
Ten piedad de nosotros y bendícenos; vuelve, Señor, tus ojos a nosotros. Que conozca la tierra tu bondad y los pueblos tu obra salvadora.
Bendigamos a Dios, nuestro Señor.
Las naciones con júbilo te canten, porque juzgas al mundo con justicia; con equidad tú juzgas a los pueblos y riges en la tierra a las naciones.
Bendigamos a Dios, nuestro Señor.
La tierra ha producido ya sus frutos, Dios nos ha bendecido. Que nos bendiga Dios y que le rinda honor el mundo entero.
Bendigamos a Dios, nuestro Señor.
Aclamación antes del Evangelio
Aleluya, aleluya.
Ven, Señor, y concédenos tu paz para que nuestro corazón se alegre en ti con alegría perfecta.
Aleluya.
Evangelio
† Lectura del santo Evangelio según san Juan (5, 33-36)
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: "Ustedes enviaron mensajeros a Juan el Bautista y él dio testimonio de la verdad. No es que yo quiera apoyarme en el testimonio de un hombre. Si digo esto, es para que ustedes se salven. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y ustedes quisieron alegrarse un instante con su luz.
Pero yo tengo un testimonio mejor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido realizar y que son las que yo hago, dan testimonio de mí y me acreditan como enviado del Padre".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Oración sobre las Ofrendas
Que te sean agradables, Señor, nuestras humildes ofrendas y oraciones, y que tu misericordia supla la extrema pobreza de nuestros méritos.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
Prefacio de Adviento I
Las dos venidas de Cristo
El Señor esté con ustedes.
Y con tu espíritu.
Levantemos el corazón.
Lo tenemos levantado hacia el Señor.
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
Es justo y necesario.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo nuestro Señor.
El cual, al venir por vez primera en la humildad de nuestra carne, realizó el plan de redención trazado desde antiguo y nos abrió el camino de la salvación, para que cuando venga de nuevo, en la majestad de su gloria, revelando así la plenitud de su obra, podamos recibir los bienes prometidos que ahora, en vigilante espera, confiamos alcanzar.
Por eso, con los ángeles y los arcángeles y con todos los coros celestiales, cantamos sin cesar el himno de tu gloria:
Santo, Santo, Santo...
Antífona de la Comunión
Esperamos como salvador a nuestro Señor Jesucristo, el cual transformará nuestro cuerpo frágil en cuerpo glorioso como el suyo.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Como fruto de nuestra participación en este sacramento de vida eterna, enséñanos, Señor, a no sobrevalorar las cosas terrenales y a estimar las del cielo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
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† Meditación diaria
Adviento. 3ª semana. Viernes
LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR
— Todos los hombres se dirigirán hacia Cristo triunfante. Señales que acompañarán la segunda venida del Señor. La señal de la Cruz.
— El juicio universal. Jesús nuestro Amigo.
— Preparar nuestro propio juicio. El examen de conciencia. La práctica de la Confesión frecuente.
I. Aguardamos un Salvador: el Señor Jesucristo. Él transformará nuestra condición humilde según el modelo de su condición gloriosa1.
El tiempo de Adviento prepara también nuestras almas a la expectación de la segunda venida de Cristo al final de los tiempos, entonces el mundo verá al Hijo del hombre venir sobre una nube con gran poder y majestad2 para juzgar a vivos y muertos en un juicio universal, antes de que lleguen los cielos nuevos y la tierra nueva donde mora toda justicia3. Y mientras tanto, "la Iglesia peregrina lleva en sus Sacramentos e instituciones la imagen de este siglo que pasa, y ella misma vive entre las criaturas que gimen con dolores de parto al presente, en espera de la manifestación de los hijos de Dios (Cfr. Rom 8, 19-22)"4.
Vendrá Jesucristo como el Redentor del mundo, como Rey, Juez y Señor de todo el Universo. Y sorprenderá a los hombres ocupados en sus negocios, sin advertir la inminencia de su llegada: como el relámpago sale del Oriente y brilla hasta el Occidente, así será la venida del Hijo del hombre5.
Se reunirán a su alrededor buenos y malos, vivos y difuntos: todos los hombres se dirigirán irresistiblemente hacia Cristo triunfante, atraídos los unos por el amor, forzados los otros por la justicia6.
Aparecerá en el cielo la señal del Hijo del hombre7, la Santa Cruz. Esa Cruz tantas veces despreciada, tantas abandonada, escándalo para los judíos, necedad para los gentiles8, que había sido considerada como algo sin sentido; esa Cruz aparecerá ante la mirada asombrada de los hombres como signo de salvación.
Jesucristo, con toda su gloria, se mostrará ante aquellos que –en Él o en su Iglesia– le negaron; ante los que, no contentos con esto, le persiguieron; ante los que vivieron ignorándole. También se mostrará a quienes le amaron con obras. La humanidad entera se dará cuenta de que Dios le ensalzó y le dio un nombre superior a todo nombre, a fin de que al nombre de Jesús, se doble toda rodilla en el cielo, en la tierra y en el infierno y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor para la gloria de Dios Padre9.
Entonces daremos por bien empleados todos nuestros esfuerzos, todas aquellas obras que hicimos por Dios, aunque quizá nadie en este mundo se diera cuenta de ellas. Y sentiremos una gran alegría al ver esa Cruz que procuramos buscar a lo largo de nuestra vida, que quisimos poner en la cima de las actividades de los hombres. Y tendremos la alegría de haber colaborado como siervos fieles en el reinado de aquel Rey, Jesucristo, que aparece ahora lleno de majestad en su gloria.
II. El Señor enviará a sus ángeles que, con trompeta clamorosa, reunirán a sus elegidos desde los cuatro vientos, de un extremo al otro de los cielos10. Allí estarán todos los hombres desde Adán. Y todos comprenderán con entera claridad el valor de la abnegación, del sacrificio, de la entrega a Dios y a los demás. En la segunda venida de Cristo se manifestará públicamente el honor y la gloria de los santos, porque muchos de ellos murieron ignorados, despreciados, incomprendidos, y serán ahora glorificados a la vista de todos.
Los propagadores de herejías recibirán el castigo que acumularon a lo largo de los siglos, cuando sus errores pasaban de unos a otros, siendo un obstáculo para que muchos encontraran el camino de la salvación. De la misma manera, quienes llevaron la fe a otras almas y encendieron a otros en el amor de Dios recibirán el premio por el fruto que su oración y sacrificio produjo a lo largo de los tiempos. Verán los resultados en el bien que tuvieron cada una de sus oraciones, de sus sacrificios, de sus desvelos.
Se verá el verdadero valor de hombres tenidos por sabios, pero maestros del error, que muchas generaciones rodearon de alabanza y consideración, mientras que otros eran relegados al olvido, cuando debieron ser considerados y llenos de honor. Estos recibirán entonces la paga de sus trabajos, que el mundo les negó.
El juicio del mundo servirá para glorificación de Dios11, pues hará patente Su Sabiduría en el gobierno del mundo, Su bondad y Su paciencia con los pecadores y, sobre todo, Su justicia retributiva. La glorificación del Dios-Hombre, Jesucristo, alcanzará su punto culminante en el ejercicio de Su potestad judicial sobre el Universo.
Los juicios particulares no serán ni revisados ni corregidos en el juicio universal, sino confirmados y dados a conocer públicamente. En el juicio universal cada hombre será juzgado ante toda la humanidad y como miembro de la sociedad humana. Entonces se complementarán el premio y el castigo al hacerlos extensivos al cuerpo resucitado12.
III. Antes de la segunda venida gloriosa de Nuestro Señor tendrá lugar el propio juicio particular, inmediatamente después de la muerte.
"El máximo enigma de la vida humana es la muerte. El hombre sufre con el dolor y con la disolución progresiva de su cuerpo. Pero su máximo tormento es el temor por la desaparición perpetua. Juzga con instinto certero cuando se resiste a aceptar la perspectiva de la ruina total y del adiós definitivo. La semilla de eternidad que en sí lleva, por ser irreductible a la sola materia, se levanta contra la muerte"13. La Revelación nos enseña que la muerte es un paso, un trámite hasta la vida eterna. Y entre la vida aquí en la tierra y la vida eterna, tendrá lugar el juicio particular de cada uno, que hará Jesucristo mismo, donde cada uno será juzgado según sus obras. Es forzoso que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba el pago debido a las buenas o malas acciones que habrá hecho mientras ha estado revestido de su cuerpo14.
Nada dejará de pasar por el tribunal divino: pensamientos, deseos, palabras, acciones y omisiones. Cada acto humano adquirirá entonces su verdadera dimensión: la que tiene ante Dios, no la que tuvo ante los hombres.
Allí estarán todos los pensamientos, imaginaciones y deseos...; todas esas debilidades internas que quizá ahora cueste trabajo conocer. Jesucristo sacará a plena luz lo que está en los escondrijos de las tinieblas y descubrirá en aquel día las intenciones de los corazones15. También las palabras que hayamos empleado unas veces al servicio de la propia excelencia; otras, como instrumento de mentira; en ocasiones, faltas de comprensión, de caridad o de justicia. Y nuestras obras. También se nos juzgará por ellas, porque tuve hambre y me disteis de comer...16. Cristo mirará nuestras vidas buscando cómo nos hemos comportado con Él, o con sus hermanos los hombres.
También aparecerán de modo claro todas las oportunidades que tuvimos de hacer algo por los demás. Cada día nuestro está lleno de posibilidades de hacer el bien, en cualquier circunstancia en la que nos encontremos. Sería triste que nuestra vida fuera como una gran avenida de ocasiones perdidas, de oportunidades desperdiciadas. Y todo por haber dejado que penetraran en nosotros la negligencia, la pereza, la comodidad, el egoísmo, la falta de amor.
Pero para quienes le tratamos a lo largo de la vida, Jesucristo no será un juez desconocido, porque procuramos servirle cada día de nuestra existencia terrena. Podemos ser amigos íntimos del que ha de juzgarnos, y cada día debe ser más grande esa amistad. ""Me hizo gracia que hable usted de la 'cuenta' que le pedirá Nuestro Señor. No, para ustedes no será Juez –en el sentido austero de la palabra– sino simplemente Jesús". —Esta frase, escrita por un Obispo santo, que ha consolado más de un corazón atribulado, bien puede consolar el tuyo"17.
Nos conviene meditar con alguna frecuencia sobre el propio juicio al que nos encaminamos. Cada vez nos encontramos más cerca. Y veremos la mirada de Cristo –juez y amigo– sobre nuestra vida, y nos animará a ir llenándola de pequeñas cosas que no pasan inadvertidas para Él, aunque los hombres muchas veces no las perciban ni las valoren.
El examen de conciencia diario y la práctica de la Confesión frecuente son medios muy importantes para preparar cada día ese encuentro definitivo con el Señor, que tendrá lugar dentro de un tiempo quizá no muy largo. Son también unos medios excelentes para preparar el encuentro nuevo con el Señor en la Nochebuena, que ya se acerca: Ven, Señor Jesús, y no tardes, para que tu venida consuele y fortalezca a los que esperan todo de tu amor18.
1 Antífona de la Comunión. Flp 3, 20-21. — 2 Lc 21, 27. — 3 2 Pedr 3, 13. — 4 Conc. Vat. II, Const. Lumen gentium, 43. — 5 Mt 24, 27. — 6 Cfr. Santos Evangelios, EUNSA, Pamplona 1985, nota a Mt 24, 23-28. — 7 Mt 24, 30. — 8 1 Cor 1, 23. — 9 Flp 2, 9-11. — 10 Mt 24, 31. — 11 Cfr. Tes 1, 10. — 12 Cfr. Santo Tomás, Suma Teológica, Supl. 88, 1. — 13 Conc. Vat. II, Const. Gaudium et spes, 18. — 14 2 Cor 5, 10. — 15 1 Cor 4, 5. — 16 Cfr. Mt 25, 35. — 17 San Josemaría Escrivá, Camino, n. 168. — 18 Oración del día 24.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Hoy comienza la Novena de Navidad ¡Regálatela! Dios no se deja ganar en generosidad.
Para una novena basta ofrecer alguna oración u obra de misericordia, por más pequeña que sea, durante 9 días.
En video (se agregará uno para cada día del 16 al 24 de Diciembre):
www.youtube.com/
Para imprimir, se puede buscar en internet: "novena de Navidad"
Por ejemplo, sale,
Novena breve
http://www.devocionario.com/
Novena
http://es.catholic.net/op/
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Santa Adelaida
Viuda
Año 999
Que el Espíritu Santo siga enviando sabios directores espirituales
que aconsejen a los gobernadores de las naciones y los
lleven hacia la verdadera sabiduría y hacia la santidad.
¡Que hermoso fuera que esto se hiciera realidad!.
Hallar un buen amigo es como encontrar un tesoro (S. Biblia).
Adela o Adelaida, es un nombre alemán que significa: "de noble familia". A esta santa le decían también Alicia.
Santa Adelaida fue la esposa del Emperador Otón el Grande.
Era hija del rey Rodolfo de Borgoña, el cual murió cuando ella tenía 6 años. Muy joven contrajo matrimonio con Lotario, rey de Italia. Su hija Emma llegó a ser reina de Francia.
Su primer esposo, Lotario, murió también muy joven, parece que envenenado por los que deseaban quitarle su reino, quedando Adelaida viuda de sólo 19 años, con su hijita Emma todavía muy pequeñita. El usurpador Berengario la encerró en una prisión y le quitó todos sus poderes y títulos, porque ella no quiso casarse con el hijo del tal Berengario. Su capellán se quedaba admirado porque Adelaida no se quejaba ni protestaba y seguía tratando a todos los carceleros con exquisita amabilidad y dulzura. Todo lo que sucedía lo aceptaba como venido de las manos de Dios y para su bien. Le robaron sus vestidos de reina y todas sus alhajas y joyas y le dieron unos harapos como de pordiosera. En su oscura prisión pasó varios meses dedicada a la oración. Los carceleros exclamaban: "Cuánto heroísmo tiene esta reina. ¡No grita, no se desespera, no insulta. Sólo reza y sonríe en medio de sus lágrimas!".
Y mientras tanto su capellán, el Padre Martín, consiguió un plano del castillo donde ella estaba prisionera, abrió un túnel y llegando hasta su celda la sacó hacia el lago cercano donde la esperaba una barca, en la cual se la llevó hacia le libertad haciéndola llegar hasta el Castillo de Canossa, donde se refugió. Pero Berengario atacó aquel castillo y Adelaida envió unos embajadores a Otón de Alemania pidiéndole su ayuda. Otón llegó con su ejército, derrotó e hizo prisionero a Berengario y concedió la libertad a la santa reina.
Otón se enamoró de Adelaida y le pidió que fuera su esposa. Ella aconsejada por el Padre Martín, acepto este matrimonio y así llegó a ser la mujer del más importante mandatario de su tiempo. Los dos se fueron a Roma y allá el Sumo Pontífice Juan XII coronó a Otón como emperador y a Adelaida como emperatriz.
Otón el grande reinó durante 36 años. Mientras tanto su santa esposa se dedicaba a socorrer a los pobres, a edificar templos y a ayudar a misioneros, religiosos y predicadores.
Al morir su esposo Otón I, le sucedió en el trono el hijo de Adelaida, Otón II, pero este se casó con una princesa de Constantinopla, la cual era dominante y orgullosa y le exigió que tenía que alejar del palacio a Adelaida. Otón aceptó semejante infamia y echó de su casa a su propia madre. Ella se fue a un castillo pero pidió la ayuda de San Mayolo, abad de Cluny, el cual habló de tal manera a Otón que lo convenció que nadie mejor lo podía aconsejar y acompañar que su santa madre. Y así el emperador llamó otra vez a Adelaida y le pidió perdón y la recibió de nuevo en el palacio imperial.
Otón II murió en una guerra y su viuda la princesa de Constantinopla se apoderó del mando y trató duramente a Adelaida. Ella decía: "Solo en la religión puedo encontrar consuelo para tantas pérdidas y desventuras". En medio de sus penas encontraba fuerzas y paz en la oración. A quienes le trataban mal les correspondía tratándoles con bondad y mansedumbre.
Una extraña enfermedad acabó con la vida de la princesa de Constantinopla y Adelaida quedó como regente, encargada del gobierno de la nación, mientras su nieto Otón III llegaba a la mayoría de edad. Fue para sus súbditos una madre bondadosa. Ignoraba el odio y no guardaba resentimientos con nadie. Supo dirigir el gobierno del país alemán con bondad y mucha compresión, ganándose el cariño de las gentes.
Fundó varios monasterios de religiosos y se preocupó por la evangelización de los que todavía no conocían la religión católica. Se esforzaba mucho por reconciliar a los que estaban peleados.
Su director espiritual en ese tiempo fue San Odilón, el cual dejó escrito: "La vida de esta reina es una maravilla de gracia y de bondad". Santa Adelaida tuvo una gran suerte, y fue que durante toda su vida se encontró con formidables directores espirituales que la guiaron sabiamente hacia la santidad: el Padre Martín, San Adalberto, San Mayolo y San Odilón. En la vida de nuestra santa sí que se cumplió lo que dice la S. Biblia: "Encontrar un buen amigo es mejor que encontrarse un buen tesoro. Quien pide un consejo a los que son verdaderamente sabios, llegan con mucha mayor facilidad al éxito".
Cuando su hijo Otón III se posesionó como emperador, ella se retiró a un monasterio, y allí pasó sus últimos días dedicada a la oración y a meditar en las verdades eternas.
Murió el 16 de diciembre del año 999 y aunque las ingratitudes y persecuciones le hicieron sufrir mucho durante toda su vida, al morir se había ganado la estima y el amor de toda su nación.
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Fuente: Osanet.org
Querubin Testa de Avigliana, Beato Sacerdote Agustino, 16 de diciembre
Perteneciente a la noble familia Prueba, Querubín nació en Avigliana, provincia de Turín (Italia), el año 1451. Abrazó en edad temprana la vida religiosa y vistió el hábito de los Ermitaños de S. Agustín en el convento local de la Orden, fundado por el beato Adriano Berzetti de Buronzo. Allí llevó, hasta al final de su breve existencia, una austera vida de mortificación y santidad, marcada siempre por un profundo espíritu de obediencia y una inmensa piedad. Se distinguió, además, por su pureza y por una particular profunda devoción a la Pasión de Cristo, hasta el extremo de pasar gran parte del día llorando, en extática contemplación de Jesús crucificado. |
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María de los Angeles (Marianna) Fontanella, Beata Virgen Carmelita, 16 Diciembre
Nació en Turín (Italia) el 7 de enero de 1661. Fue la última de los once hijos de los condes Juan y María. A los 14 años quedó huérfana de padre y, a disgusto de su madre, vistió el hábito en el Carmelo de su ciudad el 19 de noviembre de 1675, cambiando su nombre de Mariana por el de María de los Angeles. Hizo su profesión el 26 de diciembre de 1676. |
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Fuente: Franciscanos.org
Honorato Kozminski de Biala, Beato Capuchino, 16 Diciembre
Honorato (de seglar, Wenceslao Kozminski) nació en Biala Podlaska (Polonia), el 16 de octubre de 1829. La muerte de su padre le produjo una crisis de fe y se declaró ateo. Sospechoso de participar en un complot contra el régimen ruso invasor, fue encarcelado y en la prisión enfermó de tifus: estas nuevas pruebas le hicieron recuperar la fe. Fue liberado por insuficiencia de pruebas y se hizo capuchino. Recibió la ordenación sacerdotal el 27 de diciembre de 1852. Se dedicó a la predicación y a la dirección de almas, ejerciendo al mismo tiempo varios cargos en su Orden. Su gran actividad estaba sostenida por una intensa vida interior. Se sirvió del confesonario y de la correspondencia para dirigir a personas y orientarlas en su vocación; fundó comunidades religiosas, de las que salieron numerosas congregaciones: todavía hoy existen 17. Fue un precursor de los institutos seculares. Debido a la supresión de los conventos, se iba trasladando de uno a otro, hasta llegar al de Nowe Miasto, en el que vivió los últimos 24 años de su vida, dedicado a la oración y al apostolado epistolar; la sordera le había obligado a dejar el confesonario. Como sus congregaciones habían pasado a la jurisdicción de los obispos, se dedicó a escribir numerosas obras y cartas a sus hijos espirituales. Falleció a la edad de 87 años, el 16 de diciembre de 1916. Lo beatificó Juan Pablo II el 16 de octubre de 1988. |
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Fuente: clairval.com
Clemente Marchisio, Beato Sacerdote, 16 Diciembre
Clemente Marchisio nace el 1 de marzo de 1833 en Raconnigi, pequeña ciudad de la región de Turín, donde su familia es apreciada tanto por su fe como por su ardor en el trabajo. Una fuerza de conversión
Las dos caridades
La escalada a la cima
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Fuente: PrelaturaAyaviri.org
Felipe Siphong Onphitak, Beato Protomártir de Tailandia, 16 Diciembre
A lo largo de la historia de la Iglesia hay muchos hombres y mujeres que han vivido la fe en Jesucristo de una manera extraordinariamente ordinaria. Personas como tú o como yo, que en nuestro trabajo, centro de estudios, como catequista o miembro de alguna parroquia o movimiento eclesial nos esforzamos en vivir el amor como Jesús nos ha enseñado. |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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