J†A
JMJ
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Jesús debía morir para congregar a los hijos de Dios, que estaban dispersos
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 11, 45-56
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, muchos judíos que habían ido a visitar a María, al ver lo que Jesús había hecho creyeron en él. Otros, en cambio, fueron a contar a los fariseos lo que había hecho. Entonces, los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron a reunión del Consejo. Se decían:
"¿Qué hacemos? Este hombre está realizando muchos signos. Si dejamos que siga actuando así, toda la gente creerá en él;
entonces las autoridades romanas tendrán que intervenir y destruirán nuestro templo y nuestra nación".
Uno de ellos, llamado Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año, les dijo:
"Están completamente equivocados. ¿No se dan cuenta de que es preferible que muera un solo hombre por el pueblo, a que toda la nación sea destruida?"
Caifás no hizo esta propuesta por su cuenta, sino que, como desempeñaba el oficio de sumo sacerdote aquel año, anunció bajo la inspiración de Dios que Jesús iba a morir por toda la nación; y no solamente por la nación judía, sino para conseguir la unión de todos los hijos de Dios que estaban dispersos.
A partir de este momento tomaron la decisión de dar muerte a Jesús. Por eso, Jesús ya no se mostraba públicamente entre los judíos; dejó la región de Judea y se fue a un pueblo, llamado Efraín, muy cerca del desierto. Y se quedó allí con sus discípulos.
Estaba muy próxima la fiesta judía de la pascua. Ya antes de la fiesta, mucha gente de las distintas regiones del país subía a Jerusalén para asistir a los ritos de purificación. Estas gentes buscaban a Jesús y, estando en el templo, se decían unos a otros:
"¿Qué les parece? ¿Vendrá a la fiesta?"
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Suplicamos tu oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin tus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que leas. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdanos en tus intenciones de Misa!
Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm
Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs
Nota: es una película protestante, por eso falta LA MADRE.
El Misterio de la Misa en 2 minutos: https://www.youtube.com/watch?v=0QCx-5Aqyrk
El que no valora una obra de arte es porque necesita cultura: https://www.youtube.com/watch?v=mTKKaT-KaKw
Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/media/y3hgYNp23xu
El Gran Milagro (película completa): http://www.gloria.tv/media/hYyhhps7cqX
Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!
San Leonardo, "El GRAN tesoro oculto de la Santa Misa": http://iteadjmj.com/LIBROSW/lpm1.doc
Audio (1/5): https://www.youtube.com/watch?v=2NjKuVnxH58
Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). La Misa es lo mínimo para salvarnos. Es como si un padre dijera "si no comes, te mueres, así que come al menos una vez por semana". Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice al otro: "Te amo, pero no quiero verte todos los días, y menos los de descanso"? ¿Le ama realmente?
Faltar a Misa viola los principales mandamientos: el primero ("Amar a Dios sobre todas las cosas") y tercero ("Santificar las fiestas"). Por nuestro propio bien y evitar el infierno eterno, Dios sólo nos pide que nos regalemos 1 de las 168 horas de vida que Él nos regala cada semana: 0,6% ¡No seamos ingratos! Idolatramos aquello que preferimos a Él: los "dioses" son el descanso, entretenimiento, comida, trabajo, compañía, flojera. Prefieren baratijas al oro. Si en la Misa repartieran 1 millón de dólares a cada uno, ¿qué no harías para asistir? ¡Pues recibes infinitamente más! "Una misa vale más que todos los tesoros del mundo"… Por todo esto, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15).
Si rechazamos la Misa, ¿cómo vamos a decir "Padre Nuestro" si rechazamos volver a la Casa del Padre? ¿cómo decir "Santificado sea Tu Nombre", "Venga a nosotros Tu Reino", "Hágase Tu Voluntad", "Danos hoy nuestro pan supersubstancial de cada día" y "no nos dejes caer en la tentación más líbranos del malo", si todo eso lo obtenemos de la Misa?
Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es imprescindible la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado… ver más en http://www.iesvs.org/p/blog-page.html
Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa (Jn 15,22).
† Misal
sab 5a. Sem cuaresma
Señor, no te quedes lejos; tú, que eres mi fuerza, ven aprisa en mi ayuda, porque ya no soy humano, sino un gusano despreciado por la gente y rechazado por el pueblo.
Oremos:
Señor, tú que nunca dejas de procurar nuestra salvación, y en estos días de Cuaresma nos otorgas gracias más abundantes; mira con amor a esta familia tuya y concede tu auxilio protector a quienes se preparan para el bautismo y a quienes hemos renacido ya a una vida nueva.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.
Haré de ellos un solo pueblo
Lectura del libro del profeta Ezequiel 37, 21-28
Esto dice el Señor:
"Yo recogeré a los israelitas de entre las naciones adonde han ido y los reuniré de todas partes para llevarlos a su tierra. Haré de ellos un solo pueblo en mi tierra, en las montañas de Israel; tendrán todos un solo rey, y ya no serán dos naciones, dos reinos divididos. No se contaminarán más con sus ídolos, con sus perversas
acciones y sus crímenes; los libraré de todos los lugares donde pecaron y los purificaré. Ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios.
Mi siervo David será su rey, y tendrán todos un solo pastor; caminarán por la senda de mis preceptos, observarán mis mandamientos y los pondrán en práctica. Vivirán en la tierra que yo di a mi siervo Jacob, donde vivieron sus antepasados. Allí vivirán ellos, sus hijos y los hijos de sus hijos para siempre; mi siervo David será su príncipe eternamente. Haré con ellos una alianza de paz, una alianza eterna, y pondré mi santuario en medio de ellos para siempre. Pondré en medio de ellos mi morada, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Y cuando mi santuario esté en medio de ellos por siempre, reconocerán las naciones que yo, el Señor, he consagrado a Israel".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Jr 31, 10.11-12ab.13
El Señor nos cuidará como pastor a su rebaño.
Escuchen, pueblos, la palabra del Señor, anúncienla en las islas remotas: "El que dispersó a Israel lo reunirá, lo cuidará como pastor a su rebaño".
El Señor nos cuidará como pastor a su rebaño.
El Señor redimió a Israel y lo rescató de las manos del poderoso. Vendrán para aclamarlo al monte Sión, acudirán a gozar de los bienes del Señor.
El Señor nos cuidará como pastor a su rebaño.
Entonces las muchachas bailarán alegremente, junto con los jóvenes y los viejos. Yo convertiré su tristeza en alegría, los llenaré de gozo y aliviaré sus penas.
El Señor nos cuidará como pastor a su rebaño.
Aclamación antes del Evangelio
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Purifíquense de todas sus iniquidades; renueven su corazón y su espíritu, dice el Señor.
Honor y gloria a ti, Señor Jesús.
Jesús debía morir para congregar a los hijos de Dios, que estaban dispersos
† Lectura del santo Evangelio según san Juan 11, 45-56
Gloria a ti, Señor.
En aquel tiempo, muchos judíos que habían ido a visitar a María, al ver lo que Jesús había hecho creyeron en él. Otros, en cambio, fueron a contar a los fariseos lo que había hecho. Entonces, los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron a reunión del Consejo. Se decían:
"¿Qué hacemos? Este hombre está realizando muchos signos. Si dejamos que siga actuando así, toda la gente creerá en él;
entonces las autoridades romanas tendrán que intervenir y destruirán nuestro templo y nuestra nación".
Uno de ellos, llamado Caifás, que era el sumo sacerdote aquel año, les dijo:
"Están completamente equivocados. ¿No se dan cuenta de que es preferible que muera un solo hombre por el pueblo, a que toda la nación sea destruida?"
Caifás no hizo esta propuesta por su cuenta, sino que, como desempeñaba el oficio de sumo sacerdote aquel año, anunció bajo la inspiración de Dios que Jesús iba a morir por toda la nación; y no solamente por la nación judía, sino para conseguir la unión de todos los hijos de Dios que estaban dispersos.
A partir de este momento tomaron la decisión de dar muerte a Jesús. Por eso, Jesús ya no se mostraba públicamente entre los judíos; dejó la región de Judea y se fue a un pueblo, llamado Efraín, muy cerca del desierto. Y se quedó allí con sus discípulos.
Estaba muy próxima la fiesta judía de la pascua. Ya antes de la fiesta, mucha gente de las distintas regiones del país subía a Jerusalén para asistir a los ritos de purificación. Estas gentes buscaban a Jesús y, estando en el templo, se decían unos a otros:
"¿Qué les parece? ¿Vendrá a la fiesta?"
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
Dios eterno y todopoderoso, que por medio del sacramento del bautismo haces renacer a quienes confiesan tu nombre; acepta nuestros dones y plegarias para que, cuantos en ti esperan, puedan ver realizados sus deseos
y perdonadas sus culpas.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.
La fuerza de la Cruz
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno.
Porque en la pasión salvadora de tu Hijo diste a los hombres una nueva comprensión de tu majestad y una nueva manera de alabarla, al poner de manifiesto, por la eficacia inefable de la cruz, el poder del Crucificado y el juicio que del mundo has hecho.
Por eso,
ahora nosotros, llenos de alegría, te aclamamos con los ángeles y los santos diciendo:
Cristo fue entregado a la muerte para congregar en la unidad a los hijos de Dios, que estaban dispersos.
Oración después de la Comunión
Oremos:
Señor, tú que nos has hecho partícipes del Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, concédenos participar también de su vida divina.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén
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† Meditación diaria
Cuaresma. 5ª semana. Sábado
Pasión de Nuestro Señor
PRENDIMIENTO DE JESÚS
— La traición de Judas. Perseverancia en el camino que Dios ha señalado a cada uno. La fidelidad diaria en lo pequeño.
— El pecado en la vida del cristiano. Volver de nuevo al Señor mediante la contrición, y con esperanza.
— La huida de los discípulos. Necesidad de la oración.
I. Terminada su oración en el Huerto de Getsemaní, se levantó el Señor del suelo y despertó una vez más a sus discípulos, adormilados de cansancio y de tristeza. Levantaos, vamos –les dice–; ya llega el que me va a entregar. Todavía estaba hablando, cuando llegó Judas, uno de los doce, acompañado de un gran gentío con espadas y palos1.
Se consuma la traición con una muestra de amistad: Se acercó a Jesús y dijo: Salve, Rabí; y le besó2. Nos parece imposible que un hombre que ha conocido tanto a Cristo pueda ser capaz de entregarlo. ¿Qué pasó en el alma de Judas? Porque él estuvo presente en muchos milagros y conoció de cerca la bondad del corazón del Señor para con todos, y se sintió atraído por su palabra y, sobre todo, experimentó la predilección de Jesús llegando a ser uno de los Doce más íntimos. Fue elegido y llamado para ser Apóstol por el mismo Señor. Después de la Ascensión, cuando fue necesario cubrir su vacante, Pedro recordará que era contado entre nosotros, habiendo tenido parte en nuestro ministerio3. También fue enviado a predicar, y vería el fruto copioso de su apostolado; quizá hizo milagros como los demás. Y mantendría diálogos íntimos y personales con el Maestro, como el resto de los Apóstoles. ¿Qué ha pasado en su alma para que ahora traicione al Señor por treinta monedas de plata?
La traición de esta noche debió tener una larga historia. Desde tiempos antes se hallaba ya distante de Cristo, aunque estuviera en su compañía. Permanecía normal en lo externo, pero su ánimo estaba lejos. La ruptura con el Maestro, el resquebrajamiento de su fe y de su vocación, debió producirse poco a poco, cediendo cada vez en cosas más importantes. Hay un momento en que protesta porque le parecen «excesivos» los detalles de cariño que otros tienen con el Señor, y encima su protesta la disfraza de «amor a los pobres». Pero San Juan nos dice la verdadera razón: era ladrón y, como tenía la bolsa, se llevaba lo que echaban en ella4.
Permitió que su amor al Señor se fuera enfriando, y ya solo quedó un mero seguimiento externo, de cara a los demás. Su vida de entrega amorosa a Dios se convirtió en una farsa; más de una vez consideraría que hubiera sido mejor no haber seguido al Señor.
Ahora ya no se acuerda de los milagros, de las curaciones, de sus momentos felices junto al Maestro, de su amistad con el resto de los Apóstoles. Ahora es un hombre desorientado, descentrado, capaz de cometer culpablemente la locura que acaba de hacer. El acto que ahora se consuma ha sido ya precedido por infidelidades y faltas de lealtad cada vez mayores. Este es el resultado último de un largo proceso interior.
Por contraste, la perseverancia es la fidelidad diaria en lo pequeño; se apoya en la humildad de recomenzar de nuevo cuando por fragilidad hubo algún descamino. «Una casa no se hunde por un impulso momentáneo. Las más de las veces es a causa de un viejo defecto de construcción. En ocasiones es la prolongada desidia de sus moradores lo que motiva la penetración del agua. Al principio se infiltra gota a gota y va insensiblemente carcomiendo el maderaje y pudriendo el armazón. Con el tiempo el pequeño orificio va tomando mayores proporciones, originándose grietas y desplomes considerables. Al final, la lluvia penetra a torrentes»5.
Perseverar en la propia vocación es responder a las sucesivas llamadas que el Señor hace a lo largo de una vida, aunque no falten obstáculos y dificultades y, a veces, errores aislados, cobardías y derrotas.
Mientras contemplamos estas escenas de la Pasión hacemos examen sobre la fidelidad en lo pequeño a la propia vocación. ¿Se insinúa en algún aspecto como una doble vida? ¿Soy fiel a los deberes del propio estado? ¿Cuido el trato sincero con el Señor? ¿Evito el aburguesamiento y el apego a los bienes materiales –a las «treinta monedas de plata»–?
II. «Tampoco perdió el Señor la ocasión para hacer el bien a quien le hacía mal. Después de haber besado sinceramente a Judas, le amonestó, no con la dureza que merecía, sino con la suavidad con que se trata a un enfermo. Le llamó por su nombre, que es señal de amistad... Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre? (Lc 22, 48). ¿Con muestras de paz me haces la guerra? Y aún, para moverle más a que reconociera su culpa, le hizo otra pregunta llena de amor:Amigo, ¿a qué has venido? (Mt 26, 50). Amigo, es mayor la injuria que me haces porque has sido amigo, más duele el daño que me haces.Porque si fuera un enemigo el que me maldijera, lo soportaría..., pero tú, amigo mío, mi amigo íntimo, con quien me unía un amigable trato... (Sal 54, 13). Amigo, que lo has sido y lo debías ser; por Mí puedes serlo de nuevo. Yo estoy dispuesto a serlo tuyo. Amigo, aunque tú no me quieres, Yo sí. Amigo, ¿por qué haces esto, a qué has venido?»6.
La traición se consuma en el cristiano por el pecado mortal. Todo pecado, incluso el venial, está relacionado íntima y misteriosamente con la Pasión del Señor. Nuestra vida es afirmación o negación de Cristo. Pero Él está dispuesto a admitirnos siempre en su amistad, aun después de las mayores infamias. Judas rechazó la mano que le tendió el Señor. Su vida, sin Jesús, quedó rota y sin sentido.
Después de entregarle, Judas debió de seguir con profundo desasosiego las incidencias del proceso contra Jesús. ¿En qué acabaría todo aquello? Pronto se enteró de que los príncipes de los sacerdotes habían dictado sentencia de muerte. Quizá nunca esperó una pena de tal gravedad, quizá vio al Maestro maltratado... Lo cierto es que viendo a Jesús sentenciado, arrepentido de lo hecho, restituyó las treinta monedas de plata. Se arrepintió de su locura, pero le faltó ejercitar la virtud de la esperanza –que podría alcanzar el perdón– y la humildad para volver a Cristo. Podía haber sido uno de los doce fundamentos de la Iglesia a pesar de la enormidad de su culpa, si hubiera pedido perdón a Dios.
El Señor nos espera, a pesar de nuestros pecados y fallos, en la oración confiada y en la Confesión. «El que antes de la culpa nos prohibió pecar, una vez aquella cometida, no cesa de esperarnos para concedernos su perdón. Ved que nos llama el mismo a quien despreciamos. Nos separamos de Él, mas Él no se separa de nosotros»7.
Por muy grandes que puedan ser nuestros pecados, el Señor nos espera siempre para perdonar, y cuenta con la flaqueza humana, los defectos y las equivocaciones. Está siempre dispuesto a volver a llamarnos amigo, a darnos las gracias necesarias para salir adelante, si hay sinceridad de vida y deseos de lucha. Ante el aparente fracaso de muchas tentativas debemos recordar que Dios no pide tanto el éxito, como la humildad de recomenzar sin dejarse llevar por el desaliento y el pesimismo, poniendo en práctica la virtud teologal de la esperanza.
III. Emociona contemplar en esta escena a Jesús pendiente de sus discípulos, cuando era Él quien corría peligro: si me buscáis a mí, dice a quienes acompañaban a Judas, dejad marchar a estos8. El Señor cuida de los suyos.
Entonces apresaron a Jesús y le condujeron a casa del Sumo Sacerdote9. San Juan dice que le ataron10. Y lo harían sin consideración alguna, con violencia. Aquella chusma le va empujando en medio de un vocerío descortés e insultante. Los discípulos, asustados y desconcertados, se olvidan de sus promesas de fidelidad en aquella memorable Cena, y abandonándole, huyeron todos11.
Jesús se queda solo. Los discípulos han ido desapareciendo uno tras otro. «El Señor fue flagelado, y nadie le ayudó; fue afeado con salivas, y nadie le amparó; fue coronado de espinas, y nadie le protegió; fue crucificado, y nadie le desclavó»12. Se encuentra solo ante todos los pecados y bajezas de todos los tiempos. Allí estaban también los nuestros.
Pedro le seguía de lejos13. Y de lejos, como comprendería pronto Pedro después de sus negaciones, no se puede seguir a Jesús. También nosotros lo sabemos. O se sigue al Señor de cerca o se le acaba negando. «Solo nos falta cambiar un pronombre en la breve frase evangélica para descubrir el origen de nuestras propias defecciones: faltas leves o caídas graves, relajamiento pasajero o largos períodos de tibieza, Sequebatur eum a longe: nosotros le seguíamos de lejos (...). La Humanidad sigue a Cristo con desesperante parsimonia, porque hay demasiados cristianos que solo siguen a Jesús de lejos, desde muy lejos»14.
Pero ahora le aseguramos que queremos seguirle de cerca; queremos permanecer con Él, no dejarle solo. También en los momentos y en los ambientes en los que no es popular declararse discípulo suyo. Queremos seguirle de cerca en medio del trabajo y del estudio, cuando vamos por la calle y cuando estamos en el templo, en la familia, en medio de una sana diversión. Pero sabemos que por nosotros mismos nada podemos; con nuestra oración diaria, sí.
Quizá alguno de los discípulos fue en busca de la Santísima Virgen y le contó que se habían llevado a su Hijo. Y Ella, a pesar de su inmenso dolor, les dio paz en aquellas horas amargas. También nosotros hallaremos refugio en ella –Refugium peccatorum–, si a pesar de nuestros buenos deseos nos ha faltado valentía para dar la cara por el Señor cuando Él contaba con nosotros. En Ella encontramos las fuerzas necesarias para permanecer junto al Señor en los momentos difíciles, con afanes de desagravio y de corredención.
1 Mt 26, 46-47. — 2 Mt 26, 49. — 3 Hech 1, 17. — 4 Jn 12, 6. — 5 Casiano,Colaciones, 6. — 6 L. de la Palma, La Pasión del Señor, pp. 59-60. — 7 San Gregorio Magno, Hom. 34 sobre los Evangelios. — 8 Jn 18, 8. — 9 Lc 22, 54. — 10 Jn 18, 12. — 11 Mc 14, 50. — 12 San Agustín, Comentario al Salmo 21, 2, 8. — 13 Lc 22, 54. — 14 G. Chevrot, Simón Pedro, Rialp, 14ª ed., Madrid 1982, pp. 242-243.
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† Santoral (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)
Fuente: Archidiócesis de Madrid
Dionisio de Corinto, Santo Obispo, Abril 8
Obispo de Corinto Martirologio Romano: Conmemoración de san Dionisio, obispo de Corinto, el cual, dotado de admirable conocimiento de la palabra de Dios, no sólo enseñó con la predicación a los fieles de su ciudad y de su provincia, sino también a los obispos de otras ciudades y provincias mediante sus cartas (180).
Los menologios griegos dan noticia de su condición episcopal cuando lo incluyen en las listas de obispos, mencionando su óbito alrededor del año 180. También Eusebio de Cesarea nos relata algo de su actividad al recogerlo en la Historia Eclesiástica como uno de los grandes hombres que contribuyeron a extender por el mundo el Evangelio. |
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María Rosa Julia Billiart, Santa Fundadora, Abril 8
Fundadora del Instituto de Santa María Martirologio Romano: En Namur, junto al Mosa, en Brabante, santa Julia Billiart, virgen, que, para asegurar la educación de las jóvenes, fundó el Instituto de Santa María y propagó la devoción al Sagrado Corazón de Jesús (1816).
(1752-1816) María Rosa Julia Billiart nació el 12 de julio de 1752 en Cuvilly (Bélgica), en el seno de una familia de agricultores acomodados propietarios también un pequeño comercio. Habiendo aprendido el catecismo de memoria, el párroco le permitió hacer la primera comunión a los nueve años. |
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Fuente: L´Osservatore romano
Augusto Czartoryski, Beato Sacerdote Salesiano, Abril 8
Sacerdote Salesiano Martirologio Romano: En Alassio, cerca de Albenga, de la Liguria, en Italia, beato Augusto Czartoryski, presbítero de la Sociedad Salesiana, cuya salud enfermiza no le impidió caminar según la llamada de Dios, mostrando eximios ejemplos de santidad (1893).
Príncipe polaco del siglo XIX, presbítero y religioso de la Sociedad Salesiana de San Juan Bosco (fecha de beatificación: 25 de abril de 2004). |
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Fuente: Franciscanos.org
Julián de San Agustín, Beato Religioso Franciscano, Abril 8
Religioso Franciscano Martirologio Romano: En Alcalá de Henares, en España, beato Julián de San Agustín, religioso de la Orden de Hermanos Menores Descalzos, que fue tomado por loco a causa de su exagerada penitencia y varias veces rechazado de la vida religiosa, predicando a Cristo más con el ejemplo que con palabras (1606).
Religioso profeso de la Primera Orden franciscana, que nació hacia 1553 y murió en 1606. Fue beatificado por León XII el 23 de mayo de 1825. |
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Fuente: OsaNet.org
Clemente de Ósimo, Beato Presbítero Agustino, Abril 8
Presbítero Agustino Martirologio Romano: En Orvieto, de la Toscana, en Italia, beato Clemente de Ósimo, presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, que dirigió y promovió la Orden con gran eficacia y adaptó sabiamente sus leyes (1291).
Nació a primeros del siglo XIII en la región italiana de las Marcas (Italia), muy proba-blemente en San Elpidio, si bien los primeros historiadores lo hacen natural de Osimo. |
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Domingo del Santísimo Sacramento (Iturrate Zubero), Beato Sacerdote Trinitario, Abril 8
Sacerdote Trinitario Martirologio Romano: En el convento de Belmonte, cerca de Cuenca, en España, beato Domingo del Santísimo Sacramento Iturrate, presbítero de la Orden de la Santísima Trinidad, que trabajó con todas sus fuerzas en la salvación de las almas y en fomentar la glorificación de la Trinidad (1927).
Nació en Dima, Vizcaya, el 26 de mayo de 1901 y murió de tuberculosis en el monasterio trinitario de Belmonte, Murcia, el 7 de abril de 1927. |
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Fuente: Martirologio Romano
Otros Santo y Beatos Completando el santoral de este día, Abril 8
San Agabo, santo del NT |
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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; hablarcondios.org, Catholic.net, misalpalm.com
Mensajes anteriores en: http://iesvs-org.blogspot.com/
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