martes, 29 de julio de 2014

[ † ] Miércoles de San José. 30/07/2014. San Pedro Crisólogo ¡ruega por nosotros!

JMJ

Pax

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-46

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a la gente:
"Sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un tesoro escondido en el campo; el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
También sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un comerciante que busca perlas finas, y que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

Suplicamos su oración: Esto es gratis pero cuesta. No sería posible sin sus oraciones: al menos un Avemaría de corazón por cada email que lea. Dios te salve María, llena eres de Gracia, el Señor es contigo; bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús; Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. ¡Recuérdenos en sus intenciones y misas!

Aclaración: una relación muere sin comunicación y comunidad-comunión. Con Dios es igual: las "palabras de vida eterna" (Jn 6,68; Hc 7,37) son fuente de vida espiritual (Jn 6, 63), pero no basta charlar por teléfono (oración), es necesario visitarse, y la Misa permite ver a Jesús, que está tan presente en la Eucaristía, que Hostias han sangrado: www.therealpresence.org/eucharst/mir/span_mir.htm

Por leer la Palabra, no se debe dejar de ir a Misa, donde ofrecemos TODO (Dios) a Dios: al actualizarse el sacrificio de la Cruz, a) co-reparamos el daño que hacen nuestros pecados al Cuerpo de Cristo que incluye los Corazones de Jesús y de María, a Su Iglesia y nosotros mismos, b) adoramos, c) agradecemos y d) pedimos y obtenemos Gracias por nuestras necesidades y para la salvación del mundo entero… ¿Que pasa en CADA Misa? 5 minutos: http://www.youtube.com/watch?v=v82JVdXAUUs

Lo que no ven tus ojos (2 minutos): http://www.gloria.tv/?media=200354

Película completa (1 hora): http://www.gloria.tv/?media=417295

Explicación: http://www.youtube.com/watch?v=eFObozxcTUg#!

Si Jesús se apareciera, ¿no correríamos a verlo, tocarlo, adorarlo? Jesús está aquí y lo ignoramos. Jesús nos espera (Mc 14,22-24) en la Eucaristía: "si no coméis la carne del Hijo del hombre, y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros" (Jn 6,53; 1 Jn 5,12). Si comulgamos en estado de Gracia y con amor, nos hacemos uno (común-unión) con el Amor y renovamos la Nueva Alianza de Amor. Si faltamos a las bodas del Cordero (Ap.19,7-10) con su Iglesia (nosotros), sabiendo que rechazamos el Amor de Dios, que está derramando toda su Sangre por nuestros pecados personales, nos auto-condenamos a estar eternamente sin Amor: si una novia falta a su boda, es ella la que se aparta del amor del Novio para siempre, sabiendo que Él da la Vida por ella en el altar. Idolatramos aquello que preferimos a Él (descanso, comida, trabajo, compañía, flojera). Por eso, es pecado mortal faltar sin causa grave a la Misa dominical y fiestas (Catecismo 2181; Mt 16, 18-19; Ex 20,8-10; Tb 1,6; Hch 20,7; 2 Ts 2,15). "Te amo, pero quiero verte todos los días, y menos los de descanso". ¿Qué pensaríamos si un cónyuge le dice eso a otro? ¿Le ama realmente? Estamos en el mundo para ser felices para siempre, santos. Para lograr la santidad, la perfección del amor, es necesaria la Misa y comunión, si es posible, diaria, como pide la Cátedra de Pedro, el representante de Cristo en la tierra (Canon 904). Antes de comulgar debemos confesar todos los pecados mortales: "quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propia condenación" (1 Cor 11,29; Rm 14,23). ¿Otros pecados mortales? no confesarse con el Sacerdote al menos una vez al año (CDC 989), no comulgar al menos en tiempo pascual (920), abortar (todos los métodos anticonceptivos no barrera son abortivos), promover el aborto (derecho a decidir, derechos (i)reproductivos, fecundación artificial), planificación natural sin causa grave, deseo o actividad sexual fuera del matrimonio por iglesia, demorar en bautizar a los niños, privar de Misa a niños en uso de razón, borrachera, drogas, comer a reventar, envidia, calumnia, odio o deseo de venganza, ver pornografía, robo importante, chiste o burla de lo sagrado, etc. Si no ponemos los medios para confesamos lo antes posible y nos sorprende la muerte sin arrepentirnos, nos auto-condenamos al infierno eterno (Catecismo 1033-41; Mt. 5,22; 10, 28; 13,41-50; 25, 31-46; Mc 9,43-48, etc.). Estos son pecados mortales objetivamente, pero subjetivamente, pueden ser menos graves, si hay atenuantes como la ignorancia. Pero ahora que lo sabes, ya no hay excusa.

 

Misal

 

mie 17a. Ordinario año Par

Antífona de Entrada

Que se postre ante ti, Señor, la tierra entera; que todos canten himnos en tu honor y alabanzas a tu nombre.

 

Oración Colecta

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, que con amor gobiernas los cielos y la tierra; escucha paternalmente las súplicas de tu pueblo y haz que los días de nuestra vida transcurran en tu paz.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

¿Por qué mi dolor no acaba nunca? Si te vuelves a mí, seguirás a mi servicio

Lectura del libro del profeta Jeremías 15, 10.16-21

¡Ay de mí, madre mía, que me engendraste hombre de pleitos y controversias con todo el mundo! No he prestado, ni he pedido préstamos, y sin embargo todos me maldicen.
Cuando encontraba tus palabras, yo las devoraba; tus palabras eran mi delicia y la alegría de mi corazón, porque he sido consagrado a tu nombre, Señor, Dios todopoderoso. No me he sentado a disfrutar con los que se divertían; forzado por tu mano me senté solitario, pues tú me llenaste de indignación. ¿Por qué es continuo mi dolor, y mi herida incurable y sin remedio? Te me has vuelto arroyo engañoso, de aguas inconstantes.
Entonces el Señor me respondió así:
"Si regresas a mí, yo te haré regresar y estarás a mi servicio; si separas lo precioso de lo despreciable, tú serás mi portavoz; que sean ellos quienes te den la razón, y no tú a ellos. Te pondré frente a este pueblo como sólida muralla de bronce: lucharán contra ti, pero no te vencerán, pues yo estaré contigo para salvarte y librarte, palabra del Señor. Te libraré de la mano de los malvados, te rescataré del poder de los violentos".
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Sal 58, 2-3.4-5a.10-11.17.18

Dios es mi refugio en el peligro.

Dios mío, líbrame de mis enemigos, protégeme de mis agresores; líbrame de los malhechores, sálvame de los hombres sanguinarios.
Dios es mi refugio en el peligro.

Mira cómo me están acechando, los poderosos conspiran contra mí, sin que haya en mí, Señor, crimen ni pecado; sin que yo tenga culpa, corren y se preparan para atacarme.
Dios es mi refugio en el peligro.

Fuerza mía, en ti espero, porque tú, Dios mío, eres mi fortaleza. El Dios fiel vendrá a mi encuentro, y me hará ver la derrota de mis adversarios.
Dios es mi refugio en el peligro.

Yo, en cambio, alabo tu fuerza, desde la mañana celebro tu amor, porque tú has sido mi fortaleza, mi refugio cuando estaba angustiado.
Dios es mi refugio en el peligro.

Para ti fuerza mía, tocaré, porque tú eres mi fortaleza, Dios fiel.
Dios es mi refugio en el peligro.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya.
A ustedes los llamo amigos, dice el Señor, porque les he dado a conocer todo lo que le he oído a mi Padre.
Aleluya.

Evangelio

El que encuentra un tesoro en un campo, vende cuanto tiene y compra aquel campo

† Lectura del santo Evangelio según san Mateo 13, 44-46

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo dijo Jesús a la gente:
"Sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un tesoro escondido en el campo; el que lo encuentra lo deja oculto y, lleno de alegría, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo.
También sucede con el Reino de los cielos lo mismo que con un comerciante que busca perlas finas, y que, al encontrar una de gran valor, se va a vender todo lo que tiene y la compra".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

La salvación por Cristo

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, que por amor creaste al hombre, y, aunque condenado justamente, lo redimiste por tu misericordia, por Cristo, Señor nuestro.
Por él,
los ángeles y arcángeles y todos los coros celestiales celebran tu gloria, unidos en común alegría. Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:

Antífona de la Comunión

Para mí, Señor, has preparado la mesa y has llenado la copa hasta los bordes.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Infúndenos, Señor, el espíritu de tu caridad para que, alimentados del mismo pan del cielo, permanezcamos siempre unidos por el mismo amor.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén


Dia 30/07 San Pedro Crisólogo (obispo y doctor de la Iglesia, blanco)

Antífona de Entrada

Yo elegiré para mi pueblo un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.

 

Oración Colecta

Oremos:
Señor y Dios nuestro, tú que concediste a tu obispo Pedro Crisólogo ser agregado al número de los santos pastores, por su ardiente caridad y su fe insigne; concédenos, por su intercesión, perseverar en el amor y en la fe, para poder así, participar del premio de tu gloria.
Por nuestro Señor Jesucristo...
Amén.

 

Primera Lectura

Se me ha concedido la gracia de anunciar a los paganos la riqueza insondable, que es Cristo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 8-12

Hermanos: A mí, el más insignificante de todos los fieles, se me ha dado la gracia de anunciar a los paganos la incalculable riqueza que hay en Cristo, y dar a conocer a todos cómo va cumpliéndose este designio de salvación, oculto desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo.
El lo dispuso así, para que la multiforme sabiduría de Dios, sea dada a conocer ahora, por medio de la Iglesia, a los espíritus celestiales, según el designio eterno realizado en Cristo Jesús, nuestro Señor, por quien podemos acercarnos libre y confiadamente a Dios, por medio de la fe en Cristo.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.

Salmo Responsorial

Del salmo 118

Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Sólo cumpliendo todos tus mandatos puede un joven vivir honestamente.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Con todo el corazón te estoy buscando, de tu ley no permitas que me aleje.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Guardo tus mandamientos en mi pecho para nunca ofenderte.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Bendito eres, Señor, enséñale a tu siervo lo que ordenas.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Todos los mandamientos de tu boca mis labios enumeran.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Me gozo más cumpliendo tus preceptos, que teniendo riquezas.
Enséñame, Señor, a gustar tus mandamientos.

Aclamación antes del Evangelio

Aleluya, aleluya
Yo soy la vid y ustedes los sarmientos, el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante.
Aleluya.

Evangelio

La boca habla de lo que está lleno el corazón

† Lectura del santo Evangelio según san Lucas 6, 43-45

Gloria a ti, Señor.

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos:
"No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos.
El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón, y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón".
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.

 

Oración sobre las Ofrendas

Recibe, Señor, las ofrendas que te presentamos en la festividad del obispo san Pedro Crisólogo y concédenos obtener por ellas, como lo esperamos, el auxilio de tu misericordia.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.

 

Prefacio

Los santos pastores siguen presentes en la Iglesia

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque permites que tu Iglesia se alegre hoy con la festividad de san Pedro Crisólogo para animarnos con el ejemplo de su vida, instruirnos con su palabra y protegernos con su intercesión.
Por eso,
con los ángeles y los santos, te cantamos el himno de alabanza diciendo sin cesar:

Antífona de la Comunión

Yo vine al mundo, para que tengan vida y la tengan en abundancia, dice el Señor.

 

Oración después de la Comunión

Oremos:
Alimentados con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, te pedimos, Dios y Padre nuestro, que el memorial que hemos celebrado con piedad nos obtenga plenamente tu perdón.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
Amén.


Meditación diaria

17ª Semana. Miércoles

EL TESORO Y LA PERLA PRECIOSA

— La vocación, algo de inmenso valor, una muestra muy particular del amor de Dios.

— Dios pasa por la vida de cada persona en circunstancias bien determinadas de edad, trabajo, etc. Pasa y llama.

— Generosidad ante la llamada del Señor.

I. El Reino de los Cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo que, al encontrarlo un hombre, lo oculta y, gozoso del hallazgo, va y vende cuanto tiene y compra aquel campo. También es semejante a un comerciante que busca perlas finas y, cuando encuentra una perla de gran valor, va y vende todo cuanto tiene y la compra1.

Con estas dos parábolas descubre Jesús en el Evangelio de la Misa el valor supremo del Reino de Dios y la actitud del hombre para alcanzarlo. El tesoro y la perla han sido imágenes empleadas para expresar tradicionalmente la grandeza de la propia vocación, el camino para alcanzar a Cristo en esta vida y después, para siempre, en el Cielo.

El tesoro significa la abundancia de dones que se reciben con la vocación: gracias para vencer los obstáculos, para crecer en fidelidad día a día, para el apostolado...; la perla indica la belleza y la maravilla de la llamada: no solamente es algo de altísimo valor, sino también el ideal más bello y perfecto que el hombre puede conseguir.

Hay una novedad en esta segunda parábola con respecto a la del tesoro: el hallazgo de la perla supone una búsqueda esforzada, el tesoro se presenta de improviso2. Así puede pasar con Jesús y su llamada: muchos pueden haber encontrado la vocación casi sin buscarla: un tesoro que de pronto les deslumbra; en otras personas, Dios ha puesto una inquietud íntima en su corazón que les lleva a buscar perlas de más valor, dando todo cuanto tienen al encontrarlas; Dios les pone en el alma una insatisfacción hacia las cosas que no les acaban de llenar, y les urge a seguir buscando: Quid adhuc mihi deest?, ¿Qué me falta?3, habrán preguntado tantos al Señor en la intimidad de su alma. En ambos casos –un encuentro repentino o una búsqueda larga– se trata de algo de grandísimo precio: "un honor inmenso, un orgullo grande y santo, una muestra de predilección, un cariño particularísimo, que ha manifestado Dios en un momento concreto, pero que estaba en su mente desde toda la eternidad"4.

El hombre que descubre su vocación siempre ha tenido que esforzarse para seguirla, pues el Señor llama, invita, pero no coacciona.

Una vez descubierta la perla o encontrado el tesoro, es necesario dar un paso más. La actitud que se ha de tomar es idéntica en ambas parábolas y está descrita con los mismos términos: va y vende cuanto tiene y lo compra; el desprendimiento, la generosidad, es condición indispensable para alcanzarlo. "Escribías: "(...) Este pasaje del Santo Evangelio ha caído en mi alma echando raíces. Lo había leído tantas veces, sin coger su entraña, su sabor divino".

"¡Todo..., todo se ha de vender por el hombre discreto, para conseguir el tesoro, la margarita preciosa de la Gloria!"5. ¡Nada hay que tenga tanto valor!

II. El descubrimiento de los planes divinos proporciona al alma la clave para descifrar el propio pasado. En ese momento encajan las piezas de lo que hasta ahora era como un rompecabezas: por qué conocimos a aquella determinada persona, las ayudas especiales que experimentamos en un determinado momento... La vocación también proyecta su luz sobre la vida futura, que se ve plena de sentido6.

Ni el hombre que encontró el tesoro, ni el que halló la perla, echan de menos lo que antes poseían y que vendieron. Tal es la nueva riqueza, que ninguna otra cosa dejada debe añorarse. Lo mismo sucede a aquel que se desprende de todo por amor a Cristo: lo deja todo, y lo halla todo. Su vida, en apariencia la misma, es bien distinta. El Señor subraya en la parábola el gozo con que vende sus posesiones. Cabe pensar que serían cosas a las que tendría aprecio: la casa, el mobiliario, los adornos... representaban el esfuerzo de años de trabajo. Pero lo vende todo, sin regateos, sin pensarlo demasiado, con alegría. Lo vende todo porque sabe bien el tesoro que ha encontrado. Ante este, todo lo demás carece de importancia.

Dios pasa por la vida de cada persona en unas circunstancias bien determinadas, a una edad concreta, en situaciones distintas; y exige de acuerdo con esas condiciones, que Él mismo ha previsto desde la eternidad. Jesús pasa y llama: a unos a la primera hora7, cuando aún tienen pocos años, y les pide sus ambiciones, las esperanzas y proyectos de un futuro que, a esa edad, parece lleno de promesas; a otros, en la madurez de la vida... o en su declinar. A muchos, la mayoría, el Señor los encontrará en su trabajo de hombres y mujeres corrientes en medio del mundo, y querrá que sigan siendo fieles corrientes para que santifiquen ese mundo en cuyas entrañas se encuentran, a través de su profesión, de su prestigio profesional quizá duramente adquirido, con una entrega plena y total. A otros los encuentra el Señor en el matrimonio y les pide que santifiquen su familia y se den a Él por entero, en sus peculiares circunstancias.

En cualquier edad en la que se reciba la llamada, el Señor da una juventud interior que lo renueva todo, la llena de ilusiones a estrenar y de afán apostólico. Ecce nova facio omnia8, dice el Señor; Yo puedo renovarlo todo: acabar con la rutina en la vida, enseñar a mirar más lejos y más arriba. ¿Cuál es la mejor edad para entregarse a Dios? Aquella en la que el Señor llama. Lo importante es ser generoso con Él entonces y siempre, sin confiar en que habrá otra oportunidad, que tal vez no llegue nunca; sin suponer tampoco que ya se ha pasado el tiempo de las decisiones llenas de audacia y de valentía, que es demasiado tarde..., o demasiado pronto.

III. Es semejante el Reino de los Cielos a un comerciante que anda en busca de perlas finas, y hallando una muy preciosa, vende cuanto tiene y la compra... En comparación de aquella –comenta San Gregorio Magno– nada tiene valor, y el alma abandona todo cuanto había adquirido, derrama todo cuanto había congregado y considera deforme todo lo que le parecía bello en la tierra, porque solo brilla en el alma el resplandor de aquella perla preciosa9.

Quien es llamado –cualquiera que sea su situación personal– debe entregar al Señor todo lo que le pide: con frecuencia, todo lo que esté en condiciones de darle. Las circunstancias, sin embargo, son distintas y, por tanto, darlo todo no siempre significará materialmente lo mismo: una persona casada, por ejemplo, no puede ni debe abandonar lo que, por voluntad de Dios, pertenece a los suyos: el amor a su mujer o a su marido, la dedicación a su familia, la educación de los hijos... Al contrario, para esta persona, darlo todo supone vivir la vida de un modo nuevo, cumpliendo mejor con sus deberes legítimos; supone trabajar más y mejor; vivir heroicamente sus obligaciones familiares; desvivirse para educar humana y cristianamente a sus hijos; preocuparse de otras familias amigas; hablar de Dios con la conducta y con la palabra; buscar tiempo para colaborar en tareas de apostolado...; "en la vida real de un hombre o de una mujer casados, que después descubren la significación vocacional de su matrimonio, el "descubrimiento" aparece siempre como una dimensión concreta de su vocación cristiana, que es lo radical; y su respuesta, como un aspecto –importante– de su total obediencia de fe, que comporta necesariamente otros muchos aspectos"10.

Cuando se quiere seguir al Señor más de cerca –en cualquier estado y situación–, se comprende que no pueda uno quedarse encerrado en su pequeño mundo, en el que tal vez se había instalado como si fuera definitivo. Se entiende que es preciso dar claridad a los otros, llegar más lejos, entrar más a fondo en el propio ambiente para transformarlo desde dentro, ampliando el círculo de amistades, llegando a un apostolado más intenso y extenso, dando luz a muchas almas, porque el mundo está a oscuras.

La llamada del Señor es el acontecimiento más grande que nos puede suceder, como a aquellos a quienes Jesús llamó a orillas del lago de Genesaret. Sin embargo, seguir a Cristo en una entrega plena nunca es fácil. Quien se encuentra instalado en una posición más o menos estable, el que considera que tiene su vida hecha, puede ver que peligra esa tranquilidad conquistada, en la que se supone con pleno derecho. Y eso es precisamente lo que Cristo pide: romper con la rutina, con la medianía, con la vulgaridad cómoda. La vocación siempre exige renuncia y un cambio profundo en la propia conducta. La llamada reclama para Dios todo lo que uno se había reservado para sí mismo, y pone al descubierto apagamientos, flaquezas, reductos que se suponían intocables y que, sin embargo, es preciso destruir para adquirir el tesoro sin precio, la perla incomparable. Es Jesús el que nos busca: no me elegisteis vosotros a Mí, sino que Yo os he elegido a vosotros11. Y si Él llama, también da las gracias necesarias para seguirle, en los comienzos y a lo largo de toda la vida.

San José, nuestro Padre y Señor, encontró el tesoro de su vida y la perla preciosa en el encargo de cuidar de Jesús y de María aquí en la tierra. Pidámosle hoy que nos ayude siempre a vivir con plenitud y alegría lo que Dios quiere de cada uno de nosotros, y que entendamos en todo momento que nada vale la pena tanto como el cumplimiento de la propia vocación.

1 Mt 13, 44-45. — 2 Cfr. F. M. Moschner, Las parábolas del Reino de los Cielos, Rialp, Madrid 1957, p. 11. — 3 Mt 19, 20. — 4 San Josemaría Escrivá, Forja, 18. — 5 Ibídem, 993. — 6 Cfr. F. Suárez, La Virgen Nuestra Señora, p. 88. — 7 Cfr. Mt 20, 1 ss. — 8 Apoc 2, 2-6. — 9 Cfr. San Gregorio Magno, Homilías sobre los Evangelios, 11. — 10 P. Rodríguez, Vocación, trabajo. contemplación, EUNSA, Pamplona 1986, p. 31. — 11 Jn 15, 16.

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Santoral               (si GoogleGroups corta el texto, lo encontrará en www.iesvs.org)

 

San Pedro Crisólogo
Doctor
Año 451

Crisólogo significa: el que habla muy bien.

Este santo ha sido uno de los oradores más famosos de la Iglesia Católica. Nació en Imola (Italia) y fue formado por Cornelio obispo de esa ciudad, por el cual conservó siempre una gran veneración. Este santo prelado lo convenció de que en el dominio de las propias pasiones y en el rechazar los malos deseos reside la verdadera grandeza, y que este es un medio seguro para conseguir las bendiciones de Dios.

Pedro gozó de la amistad del emperador Valentiniano y de la madre de este, Plácida, y por recomendación de ellos los dos, fue nombrado Arzobispo de Ravena (la ciudad donde vivía el emperador). También gozó de la amistad del Papa San León Magno.

Cuando empezó a ser arzobispo de Ravena, había en esta ciudad un gran número de paganos. Y trabajó con tanto entusiasmo por convertirlos, que cuando él murió ya eran poquísimos los paganos o no creyentes en esta capital.

A la gente le agradaban mucho sus sermones (y por eso le pusieron el sobrenombre de crisólogo, o sea: el que habla muy bien). Su modo de hablar era conciso, sencillo y práctico. Sabía explicar muy claramente las principales verdades de la fe. A ratos se entusiasmaba tanto mientras predicaba, que la misma emoción le impedía seguir hablando, y el público se contagiaba de su entusiasmo y empezaban muchos a llorar. En los dos meses más calurosos del verano dejaba de predicar y explicaba así jocosamente a sus oyentes el porqué de esta determinación: "en este tiempo de calores tan bochornosos no les predico, porque ustedes se apretujan mucho para escucharme y con estas temperaturas tan altas llegan los ahogos y trastornos, y después le echan toda la culpa de ello a mis sermones". La gente se admiraba de que en predicaciones bastante breves, era capaz de resumir las doctrinas más importantes de la fe. Se conservan de él, 176 sermones, muy bien preparados y cuidadosamente redactados. Por su gran sabiduría al predicar y escribir, fue nombrado Doctor de la Iglesia, por el Papa Benedicto XIII.

Recomendaba mucho la comunión frecuente y exhortaba a sus oyentes a convertir la Sagrada Eucaristía en su alimento de todas las semanas.

Murió el 30 de julio del año 451.

Quiera nuestro buen Dios concedernos que muchos predicadores y catequistas de nuestro tiempo merezcan también el apelativo de Crisólogos: los que hablan muy bien.

Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica. (Lc, 8, 21)

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Fuente: preguntasantoral.blogia.com
Godeleva, Santa Mártir, 30 de julio  

Godeleva, Santa

Mártir

Martirologio Romano: En Ghistelles, en Flandes, santa Godeleva, mártir, la cual, casada con el señor del lugar, tuvo que sufrir mucho por parte de su esposo y también de la madre de éste, siendo finalmente estrangulada por dos criados (c. 1070).>

 

Joven francesa cuyos actos de piedad y caridad con los pobres se ganaron la aprensión de su marido y suegra, que la maltrataban de continuo.

Habiendo escapado de la casa conyugal y pedido auxilio al obispo local, fue sin embargo obligada a volver con su marido, que mandó estrangularla con las sábanas de su cama y hundir su cuerpo en un lago cercano.

La veneración de esta santa comenzó con una serie de milagros acaecidos en su tumba, como fue la curación de la hija de su marido, que se había vuelto a casar en segundas nupcias. A la vista de esto su marido confesó el crimen y tomó el hábito de los penitentes.

Es patrona de costureras, tejedores, sastres y lavanderas, por lo de la sábana.

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Fuente: Vatican.va
María de Jesús Sacramentado, Santa Fundadora, 30 de julio  

María de Jesús Sacramentado, Santa

Fundadora de la
Congregación de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús

Martirologio Romano En la ciudad de Guadalajara, en México, Santa María de Jesús Sacramentado Venegas de la Torre, virgen, que pasó cincuenta y cuatro años curando enfermos pobres en una pequeña enfermería, en la que fundó la Congregación de las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús (1959).

María de Jesús Sacramentado Venegas de la Torre, nació en un poblado del municipio de Zapotlanejo, Jalisco (México) el 8 de Septiembre de 1868, la bautizaron con el nombre de María Natividad. La vida de la joven María Natividad se desarrolló en un clima de sencillez, sin hechos extraordinarios, su niñez y adolescencia con los matices que da la vida. A la edad de 19 años quedó huérfana de padre y madre quedando al cuidado de una tía paterna. María Natividad sentía fuerte atractivo hacia la vida religiosa, y el 8 de diciembre de 1898, ingresa en la floreciente Asociación de Hijas de María, en su lugar natal.

El 8 de diciembre de 1905 asistió a unos Ejercicios Espirituales y como fruto de éstos, decide formar parte del grupo de "Hijas del Sagrado Corazón de Jesús", que con ella completaban 6 para el cuidado de los enfermos en el Hospital del Sagrado Corazón, recién fundado por el Sr. Canónigo Don Atenógenes Silva y Alvarez Tostado. Se distinguió por su humildad, sencillez, trato afable conlas hermanas, enfermos y personas en general, esta inmensa caridad bebida de la fuente del Corazón Divino de Jesús, a quien amó, en quien siempre esperó y cuya devoción procuró inculcar a todas las personas de su alrededor.

Manifestó un trato especial a los obispos y sacerdotes, atendiéndolos con verdadero amor, respeto y obediencia, viendo en ellos la prolongación de Cristo Sumo y Eterno Sacerdote. En el año de 1912 fue elegida Vicaria, puesto que ocupó hasta el 25 de enero de 1921 en el que, realizadas las primeras elecciones canónicas, resultó elegida Superiora General, al poco tiempo escribe las Constituciones que regirían a las Hijas del Sagrado Corazón de Jesús, éstas fueron aprobadas en 1930, reconociéndose así el nuevo Instituto.

El 30 de Julio de 1959 entregó su alma al Creador, llena de paz, después de recibir los auxilios sacramentales. El milagro reconocido para su Canonización pertenece al Sr. Anastasio Ledezma Mora, que fue llevado al Hospital del Sagrado Corazón para someterlo a una operación quirúrgica. Después de la anestesia, se manifestó una lentitud cardíaca, que aumentó gradualmente hasta finalizar en un paro total del corazón y de las arterias. Enseguida se intentaron terapias de reanimación aunque en vano, por lo que el enfermo cayó en coma profundo.

Los médicos enfermeros que estaban en el quirófano, así como la esposa del enfermo y las hermanas (Hijas del Sagrado Corazón), invocaron la intercesión de la Beata María de Jesús Sacramentado. Después de 10 o 12 minutos, las palpitaciones se restablecieron y más allá de lo que los médicos esperaban, el enfermo no sufrió ningún daño en el cerebro; a los pocos días fue sometido a una hemicolectomía con colostomía definitiva sin complicación alguna. Se tuvo como admirable la reanudación de los latidos del corazón gravemente interrumpidos.

Fue canonizada el 21 de mayo de 2000, por S.S. Juan Pablo II.

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María Vicenta de Santa Dorotea, Beata Fundadora, 30 de julio  

María Vicenta de Santa Dorotea, Beata

Fundadora del Instituto
de las Siervas de los Pobres

Martirologio Romano: En la ciudad de Guadalajara, en México, beata María Vicenta de Santa Dorotea Chávez Orozco, virgen, fundadora del Instituto de las Siervas de los Pobres, que confiando sólo en Dios y en la ayuda de la Providencia, dio pruebas elocuentes de delicadeza y diligencia para con los desamparados y los pobres (1949).

María Vicenta de Santa Dorotea Chávez Orozco nació el 6 de febrero de 1867 en Cotija (Michoacán, México). Era la menor de los cuatro hijos de Luis Chávez y Benigna de Jesús Orozco. Recibió los sacramentos de la iniciación cristiana en la parroquia de su pueblo natal. Su familia se estableció en el barrio de Mexicaltzingo, que en esa época estaba poblado por gente necesitada y de clase media baja. Durante su infancia se destacó por su devoción al Niño Jesús; hacía altarcitos e invitaba a otros niños a rezar.

El p. Agustín Beas ejerció su ministerio en aquella parroquia con gran celo apostólico; se preocupaba de modo especial de los enfermos pobres, para los cuales fundó un sencillo hospital en la misma casa parroquial, con seis camas, dedicándolo a la Santísima Trinidad. Atendían a los enfermos las señoras de la Conferencia de San Vicente de Paúl.

El 20 de febrero de 1892 Vicenta tuvo que ingresar en el hospital a causa de una pleuresía, y allí recibió la inspiración de consagrar su vida a Dios en la persona de los pobres y enfermos. El 10 de julio del mismo año, recuperada su salud, regresó al hospital de la Santísima Trinidad para servir definitivamente a los enfermos y a los pobres, demostrando una extraordinaria caridad para con ellos.

Emitió votos privados el 25 de diciembre de 1895 con otras dos jóvenes. El 12 de mayo de 1905 fundó la congregación de Siervas de los Pobres, nombre que posteriormente cambió por el de Siervas de la Santísima Trinidad y de los Pobres. Profesó canónicamente el 3 de diciembre de 1911 y fue elegida superiora general de la congregación el 8 de septiembre de 1913, cargo que ejerció durante treinta años, siendo el alma y guía de su instituto. Por su indiscutible autoridad moral y su auténtica caridad fue un verdadero modelo de superiora y supo guiar a sus hijas a poner su vida en manos del Señor.

Era muy devota y fervorosa. Presentaba la obediencia como el camino más corto para llegar a la perfección y estaba convencida de que era el holocausto mayor que se podía ofrecer al Señor: obedecía con prontitud, sin replicar y sin hacer juicios. Vivió constante y plenamente su castidad consagrada, practicó heroicamente las virtudes teologales y morales, sobresaliendo por su humildad, sencillez y caridad. La frase paulina: "la caridad de Cristo nos urge ", constituyó el ideal de su vida, haciendo presente al Señor Jesús en donde servía.

Sufrió mucho durante las dos persecuciones religiosas que se desencadenaron en México: en 1914 las tropas revolucionarias de Carranza ocuparon Guadalajara y se instalaron en la catedral, capturando a religiosos y sacerdotes; y en 1926 el hospital de San Vicente de Zapotlán fue transformado en cuartel general militar. Las religiosas siguieron atendiendo con dedicación a los heridos, sin amedrentarse ante el peligro. En cierta ocasión, en que las religiosas de su comunidad tuvieron que refugiarse en casas de personas amigas, que las protegían, la madre Vicenta se quedó sola con una postulante asistiendo a los heridos, soportando ultrajes y amenazas de muerte. El comandante, que llegó al puesto más tarde, reprendió a los soldados su indigna conducta, y exaltó implícitamente la grandeza de la intrépida religiosa. La mayoría de los enfermos atendidos en los hospitales de las Siervas de la Santísima Trinidad y de los Pobres recibían los sacramentos.

El Señor bendijo al instituto con abundantes vocaciones y durante los años en que lo gobernó la madre Vicenta, se fundaron 17 casas en toda la República Mexicana: hospitales, clínicas y asilos.

A los 75 años comenzó a padecer de la vista, con intensos dolores. Todo lo aceptó de manos del Señor, lo sufrió con admirable paciencia y le sirvió de purificación; su semblante era siempre amable, lleno de dulzura y paz, y nunca se le oyó una queja.

El 29 de julio de 1949 su salud empeoró. El capellán don Roberto López le administró la extremaunción. Al día siguiente, mons. José Garibi Rivera, primer cardenal de México, al ver su gravedad, la confesó y mientras celebraba la eucaristía, en el momento de la elevación, la madre Vicenta entregó su alma a Dios en el hospital de la Santísima Trinidad de Guadalajara (Jalisco, México).

Fue beatificada por S.S. Juan Pablo II el 9 de noviembre de 1997.

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Fuente: www.sdb.org
Sergio Cid Pazo, Beato Sacerdote y Mártir, 30 de julio  

Sergio Cid Pazo, Beato

Mártir Salesiano

Martirologio Romano: En la ciudad de Barcelona, España, beato Sergio Cid Pazo, presbítero de la Sociedad Salesiana y mártir, víctima de la persecución contra la religión, por haber dado sin miedo testimonio de su fe cristiana (1936).

Don Segio Cid Pazo nació en Allariz (Orense) el 24 de abril de 1884.

Desde pequeño se adivinaba su vocación y siguió sus estudios sacerdotales en Sarriá para profesar en 1905.

Su vida fue ejemplar. Todos hablan de él con respeto y casi con veneración por su bondad, que dejaba translucir en todo lo que hacía. Trabajador incansable, trancurrió toda su vida ligado a la casa de Sarriá como pastoralista.

Fue expulsado del colegio de Sarriá el 22 de julio de 1936 y buscando refugio fue reconocido y delatado. En la detención el P. Sergio Cid "viajaba en un tranvía en Barcelona. Algunos milicianos, fijándose bien, tuvieron la sospecha de que era un cura. Agarrándolo por un brazo, le sacaron la mano del bolsillo: entre los dedos tenía el rosario. Lo arrojaron del tranvía en marcha. Murió destrozado contra un farol". (Testimonio jurado). Su asesinato ocurrió el 30 de julio de 1936.

Fue beatificado por S.S. Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001, junto a otros
232 mártires españoles.

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Fuente: Franciscanos.org
Leopoldo de Castelnovo (Adeodato Mandic), Santo Capuchino, 30 de julio  

Leopoldo de Castelnovo (Adeodato Mandic), Santo

Apóstol de la Confesión

Martirologio Romano En Pavía, ciudad de Italia, san Leopoldo (Bogdan) de Castelnuovo Mandic, presbítero de la Orden de los Hermanos Menores Capuchinos, que ardió de celo por la unidad de los cristianos y gastó toda su vida trabajando para la reconciliación de los mismos (1942).

El P. Leopoldo, llamado en el siglo Adeodato Mandic, nació en Castelnovo de Càttaro o Herceg-Novi (Croacia) el 12 de mayo de 1866, siendo el penúltimo de doce hijos. Todavía joven, se sintió llamado por Dios a trabajar por la unidad de los Ortodoxos a la Iglesia católica. Para ello, se trasladó a la región de Venecia y, a la edad de 16 años, ingresó en el noviciado capuchino de Udine (Italia), con la ilusión de ir más tarde a Oriente como misionero.

Ordenado de sacerdote en 1890, pidió a los superiores permiso para marchar a misiones, pero nunca se lo concedieron, entre otras razones, por su frágil constitución física y su delicado estado de salud, así como un pequeño defecto de pronunciación que le hacía penosa la predicación. No obstante, supo buscar la realización de su ideal allá donde le enviaba la obediencia. Se dedicó a las diversas tareas que le encomendaron los superiores, hasta centrarse en el ministerio de la confesión.

Durante cuarenta años, y hasta la víspera de su muerte, estuvo siempre dispuesto a acoger, escuchar, consolar y reconciliar a innumerables penitentes en una pequeña habitación aneja al convento de los Capuchinos en Padua. Murió, a la edad de 76 años, el 30 de julio de 1942: mientras se preparaba para celebrar la misa, le dio un ataque cerebral que le causó poco después la muerte, mientras sus hermanos cantaban la Salve a la Virgen.

Pablo VI lo beatificó el 2 de mayo de 1976, y Juan Pablo II lo canonizó el 16 de octubre de 1983, dentro del Año Santo de la Reconciliación y precisamente durante la VI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tenía como tema central "La reconciliación y la penitencia en la misión de la Iglesia".

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Fuente: Archivalencia.org
José María Muro Sanmiguel, Beato Mártir Dominico, 30 de julio  

José María Muro Sanmiguel, Beato

Mártir Dominico

Martirologio Romano: En el lugar de Castelserás, cerca de Teruel, en España, beatos mártires José María Muro Sanmiguel, presbítero, Joaquín Prats Baltueña, religioso, ambos de la Orden de Predicadores, y Zósimo Izquierdo Gil, presbítero, que consiguieron la corona de la gloria al morir por Cristo durante la misma persecución (1936).

Cuando en 1935 ingresó en la Orden era un joven sacerdote secular, cuyo ideal se cifraba en "ser misionero y mártir". Consta que el ambiente martirial le acompañaba especialmente durante los últimos años de su joven vida. Cuando llegaron los días de persecución, estaba en Calanda completando estudios. Comprendía la gravedad de la situación, sugiriendo la conveniencia de marchar a Zaragoza, pero siempre en manos de la Divina Providencia.

Al ser asaltado el Convento, tuvo que huir perseguido a tiros, pero la copa de un tupido olivo le ocultó de sus perseguidores. Inició su calvario en busca de refugio y en este menester se encontró con fray
Joaquín Prats, que como él buscaba acogida. La acogida que encontraron los dos fue la de Dios en el martirio. Ingenuamente levantaron sos­pechas al preguntar por la dirección hacia Alcañiz. Se les engañó y fueron a parar a un Lóbrego calabozo, en Castelserás. Poco después los sacaron junto con el Párroco del pueblo, P. Zósimo Izquierdo, para fusilarlos en las afueras del mismo.

El P. Muro era una espléndida promesa que Dios tenía reservada para sí a los 31 años de edad.

Es uno de los
233 mártires españoles beatificados por S.S. Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001.

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Fuente: www.archivalencia.org
Joaquín Prats Baltueña, Beato Mártir Dominico, 30 de julio  

Joaquín Prats Baltueña, Beato

Mártir

Martirologio Romano En el lugar de Castelserás, cerca de Teruel, en España también, beatos mártires José María Muro Sanmiguel, presbítero, Joaquín Prats Baltueña, religioso, ambos de la Orden de Predicadores, y Zósimo Izquierdo Gil, presbítero, que consiguieron la corona de la gloria al morir por Cristo durante la misma persecución (1936).

Era el más joven del grupo, pues contaba 21 años de edad y llevaba ocho meses de noviciado para clérigo. Vocación sacerdotal mantenida durante diez años y que le impulsó a ingresar en la Orden, en 1935, a raíz de unas visitas a Lourdes. Al tener que salir del Convento como los demás, pensó unirse al grupo que se dirigía a pie a Zaragoza, pero su delicada salud le desaconsejaba que emprendiese tan larga caminata. Intentó refugiarse en casa de su abuelo paterno, en un pueblo a pocos kilómetros de Calanda. De camino se encontró con el
P. José M. Muro y juntos decidieron afrontar la aventura.

Al llegar al término municipal de Castelserás, desconocedores de aquellos parajes, pidieron orientación para dirigirse a Alcañiz. Traicionados por una mujer que les orientó hacia una patrulla de milicianos, fueron detenidos y encerrados en un lóbrego calabozo. Fueron sometidos a un juicio en medio de burlas y frases sumamente ofensivas, que recibieron con la cabeza baja y en silencio. Al joven fray Joaquín se le prometió la libertad si gritaba "¡Viva el comunismo!". A lo que él contestó por tres veces "¡Viva Cristo Rey!".

Fueron fusilados en las afueras del pueblo.

Es uno de los
233 mártires españoles beatificados por S.S. Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001.

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Fuente: www.archivalencia.org
Zósimo Izquierdo Gil, Beato Presbítero y Mártir, 30 de julio  

Zósimo Izquierdo Gil, Beato

Presbítero y Mártir

Martirologio Romano: En el lugar de Castelserás, cerca de Teruel, en España también, beatos mártires José María Muro Sanmiguel, presbítero, Joaquín Prats Baltueña, religioso, ambos de la Orden de Predicadores, y Zósimo Izquierdo Gil, presbítero, que consiguieron la corona de la gloria al morir por Cristo durante la misma persecución (1936).

Presbítero diocesano de Zaragoza, llevaba dieciséis años entregado al servicio parroquial, pero en Castelserás no hacía todavía un año. Su celo pastoral se había impuesto al margen de toda actividad política. Al llegar la persecución religiosa permaneció en la casa parroquial hasta que el 28 de julio un tiro contra una imagen de la Virgen de la fachada le hizo salir crucifijo en mano. Inmediatamente le apuntaron una serie de fusiles, pero él se limitó a decirles que no con fusiles se conquistaba el mundo, sino con el amor. Un miliciano quiso apuñalarle. Pero el comandante de la plaza no permitía que se aplicase la pena capital sin juicio previo.

Detenido fue interrogado varias veces. Al preguntarle a qué se dedicaba, contestó: "A servir a Dios y a la Virgen, y hacer bien a todos". Metiéronlo en la cárcel donde coincidió con tres religiosos dominicos. Fue el consuelo de unos treinta detenidos, muchos de los cuales se confesaron, dedicando muchas horas al rezo del Rosario. Cuando los perseguidores se mofaban con burlas soeces, él correspondía con una delicada sonrisa.

Finalmente el 30 de julio a media noche, lo sacaron junto con dos religiosos dominicos y los llevaron al lugar del suplicio. Se arrodillaron, y al preguntarles qué hacían, Zósimo contestó: "Oramos para encomendamos a Dios y pedir que os perdone pues no sabéis lo que hacéis". Varios disparos acabaron con sus vidas.

Es uno de los
233 mártires españoles beatificados por S.S. Juan Pablo II el 11 de marzo de 2001.

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Fuente: www.op.org.ar
Manés de Guzmán y Aza, Beato Sacerdote Dominico, 30 de julio  

Manés de Guzmán y Aza, Beato

Hermano de Santo Domingo de Guzmán

Martirologio Romano: En Caleruega, en la región de Castilla, en España, conmemoración del beato Manes Guzmán, presbítero, hermano de santo Domingo y colaborador suyo en la propagación de la Orden de Predicadores, prudente consejero de religiosas (c. 1235).

Nace en Caleruega hacia el año 1.168. Es el segundo los hijos de Don Félix de Guzmán y de Doña Juana de Aza. Recibe las primeras enseñanzas de sus padres y de su tío Don Gonzalo de Aza en Gumiel de Izán.

Ordenado Sacerdote, ingresa en el Monasterio Cisterciense de Gumiel de Izán. Enterado del trabajo e ideales de su hermano Domingo en el Sur de Francia, se incorpora a su labor apostólica, siendo pieza importante en la realización de sus proyectos.

El 15 de agosto del 1217 sale con otros compañeros hacia París donde funda el Convento de Santiago. Era tenido como religioso ejemplar; al celo por la salvación de las almas unía un profundo espíritu de contemplación. En 1.219 es nombrado Capellán y director espiritual del convento de Dominicas contemplativas de Madrid. Hizo este encargo con prudente moderación de espíritu y con el ejemplo de sus virtudes, "sirviendo largo tiempo a Dios en la Orden" (fray Gerardo de Frachet).

En 1.234 se traslada a Caleruega para levantar una pequeña Ermita en honor de su hermano Domingo recientemente canonizado. Muere en Caleruega y su cuerpo se traslada al panteón Familiar en Gumiel de Izán.

El Papa Gregorio XVI lo declara Beato.
Su culto fue confirmado por Gregorio XVI el 2 de junio de 1834.

Es una de las figuras más queridas en la familia dominicana. Es hermano de sangre de santo Domingo y fue una gran ayuda para él en la fundación de la Orden. Era un hombre "contemplativo y santo" (fray Gerardo de Frachet); "suave, humilde, jovial y benigno" y "ardoroso predicador" (fray Rodrigo de Cerrato).

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Fuente: Enciclopedia Católica || ACIprensa.com
Abdón y Senén, Santos Mártires, 30 de julio  

Abdón y Senén, Santos

Mártires

Martirologio Romano: En Roma, en el cementerio de Ponciano, en la vía Portuense, santos Abdón y Senén, mártires (c. s. III).

(Sus nombres varían en algunos calendarios antiguos y martirologios, como Abdo, Abdus; Sennes, Sennis, Zennen).

Mártires persas en el tiempo de Decius, cerca del año 250 D. de C. y conmemorados el 30 de julio. La veneración se sigue desde tiempos del tercer siglo, aunque sus biografías fueron escritas antes del siglo noveno. Esos relatos contienen aspectos ficticios acerca de las causas y ocasiones en que los santos Abdón y Senén fueron a Roma, así como respecto a la naturaleza de sus tormentos. Se relata en esas historias que sus cuerpos fueron enterrados por un subdiácono llamado Quirino, y que fueron luego transferidos al reino de Constantinopla, al cementerio Pontiano, una localidad en la ruta a Porto, cerca de las puertas de Roma.

Un fresco encontrado en el sarcófago que se supone contiene sus restos, los representa recibiendo coronas de parte de Cristo. De acuerdo con Martigny, este fresco data del siglo séptimo. Varias ciudades indican tener los cuerpos de estos santos, notablemente Florencia y Soissons, pero los Bolandistas indican que los restos de Abdón y Senén se encuentran en Roma.

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Braulio María Corres y 70 compañeros, Beatos Mártires, 30 de julio  

Braulio María Corres y 70 compañeros, Beatos

Mártires

Martirologio Romano: En España, beatos mártires Braulio María (Pablo) Corres Díaz de Cerio y Federico (Carlos) Rubio Álvarez, presbíteros, y sesenta y nueve compañeros, miembros todos de la Orden de San Juan de Dios, que, hechos prisioneros durante la persecución desencadenada contra los religiosos, perdonaron a sus enemigos y merecieron la felicísima corona del martirio (1936).

 


El grupo fue beatificado en la plaza de San Pedro el 25 de octubre de 1992 por S.S. Juan Pablo II.

Todo este grupo de 71 mártires recibieron la palma del martirio en fechas comprendidas entre el 25 de julio y el 14 de diciembre de 1936, durante los primeros meses de la guerra civil española. Los eventos tuvieron lugar en varias poblaciones de Cataluña, Valencia, Madrid y Toledo.

Todos eran parte de distintas colectividades hospitalarias de Cataluña y de la zona central de España, compartiendo la vida comunitaria y el cuidado a los enfermos.

Braulio María Corres era presbítero, maestro de novicios y consejero provincial. Nacido en Torralba del Río (Navarra) y al momento del martirio tenía 39 años de edad. A los trece años ingresó a la Escuela Apostólica de Ciempozuelos y tuvo como director espiritual al P. Juan Jesús Adradas, también mártir. Recibió el Orden Sacerdotal en 1922. En 1931 fue trasladado a Calafell donde ejerció el cargo de maestro de novicios y donde fue testigo de la incautación del sanatorio de la localidad por los milicianos.

En 1936, viendo la gravedad de los acontecimientos que se estaban viviendo, planeó enviar a sus novicios a Marsella (Francia), pero por lo que pudiera ocurrir comenzó a prepararles con actos de desagravio, oración y visitas al Santísimo. El día 30 de julio, último día en casa, antes de repartir la comunión "les habló del amor de Dios y del martirio, y les anima a estar contentos de derramar su sangre por Cristo, también les pidió perdón por sus errores". Salieron del sanatorio dirigiéndose a la estación de Calafell, fueron interceptados y arrestados y embarcados en una camioneta, él les dijo a sus novicios "les doy la absolución ya que nos llevan a la muerte", los instaba a perdonar a sus asesinos. Fueron asesinados a tiros.

Federico Rubio, nació en Benavides de Orbigo (León). Ingresó a la Orden Hospitalaria de san Juan de Dios cuando tenía diecinueve años de edad y fue ordenado sacerdote en 1899. Fue superior en Gibraltar, Granada y San Rafael, maestro de novicios, provincial de España y director espiritual en Ciempozuelos y Talavera. En esta última localidad fue donde recibió el martirio cuando tenía setenta y cuatro años de edad.

Sobresalía su devoción a la Santísima Trinidad, la Sagrada Familia, Nuestra Señora del Sagrado Corazón y su confianza absoluta a la Divina Providencia.

Era de espíritu ingenuo, lo cual lo demostró hasta el final. Cuando fue arrestado le ordenaron que se vista de paisano, él expresó que era sacerdote y debía vestir como tal, esto irrito a sus custodios quienes le abuchearon con insultos. En el tribunal declaró: "Me llamo Federico y soy sacerdote, y como no sé el tiempo que he de estar aquí, traigo unas hostias por si puedo celebrar Misa" y sacó para mostrarles una cajita que tenía en uno de sus bolsillos. Esto soliviantó el ánimo de quienes lo rodeaban y le destrozaron la cabeza a balazos. Al exhumar sus restos aún llevaba el escapulario de la Virgen del Carmen.

A continuación la lista de quienes integran este grupo de mártires:
JUAN BAUTISTA EGOZCUEZÁBAL ALDAZ (14 de julio de 1936)
CARLOS RUBIO ÁLVAREZ (FEDERICO) (25 de julio de 1936)
PRIMO MARTÍNEZ DE SAN VICENTE CASTILLO (25 de julio de 1936)
JERÓNIMO OCHOA URDANGARÍN (25 de julio de 1936)
ELOY FRANCISCO FELIPE DELGADO PASTOR (JUAN DE LA CRUZ) (25 de julio de 1936)
PABLO CORRES DÍAZ DE CERIO (BRAULIO MARÍA) (30 de julio de 1936)
MIGUEL CARRASQUER ROS (JULIAN) (30 de julio de 1936)
ANTONI FORCADES FERRATÉ (EUSEBI) (30 de julio de 1936)
SADURNÍ ROCA HUGUET (CONSTANCI) (30 de julio de 1936)
ARSENIO MAÑOSO GONZÁLEZ (BENITO JOSÉ LABRE) (30 de julio de 1936)
VICENTE DE PAÚL CANELLES VIVES (30 de julio de 1936)
MANUEL JIMÉNEZ SALADO (30 de julio de 1936)
TOMÁS URDÁNOZ ALDAZ (30 de julio de 1936)
RAFAÉL FLAMARIQUE SALINAS (30 de julio de 1936)
ANTONI LLAURADÓ PARISI (30 de julio de 1936)
MANUEL LÓPEZ ORBARA (30 de julio de 1936)
IGNACIO TEJERO MOLINA (30 de julio de 1936)
ENRIQUE BELTRÁN LLORCA (30 de julio de 1936)
DOMINGO PITARCH GURREA (30 de julio de 1936)
ANTONIO SANCHIZ SILVESTRE (30 de julio de 1936)
GONZALO GONZALO y GONZALO (4 de agosto de 1936)
LUIS AYALA NIÑO (ARTURO) –Colombiano– (9 de agosto de 1936)
RUBÉN DE JESÚS LÓPEZ AGUILAR –Colombiano– (9 de agosto de 1936)
JOSÉ VELÁZQUEZ PELÁEZ (JUAN BAUTISTA) –Colombiano– (9 de agosto de 1936)
ALFONSO RAMÍREZ SALAZAR (EUGENIO) –Colombiano– (9 de agosto de 1936)
GABRIEL MAYA GUTIÉRREZ (ESTEBAN) –Colombiano– (9 de agosto de 1936)
RAMÓN RAMÍREZ ZULUOGA (MELQUIADES) –Colombiano– (9 de agosto de 1936)
LUIS MODESTO PÁEZ PERDOMO (GASPAR) –Colombiano– (9 de agosto de 1936)
ATILANO DIONISIO ARGÜESO GONZÁLEZ (FLAVIO) (12 de agosto de 1936)
FRANCISCO ARIAS MARTÍN (18 de agosto de 1936)
JOAQUÍN RUIZ CASCALES (PROCESO) (1 de septiembre de 1936)
GUILLERMO RUBIO ALONSO (DOSITEO) (1 de septiembre de 1936)
JOSÉ FRANCO GÓMEZ (CANUTO) (1 de septiembre de 1936)
MARIANO NIÑO PÉREZ (CESÁREO) (1 de septiembre de 1936)
NICOLÁS ARAMENDÍA GARCÍA (EUTIMIO) (1 de septiembre de 1936)
ISIDRO GIL ARANO (CARMELO) (1 de septiembre de 1936)
ALEJANDRO COBOS CELADA (BENJAMIN) (1 de septiembre de 1936)
SIMÓ ISIDRE JOAQUÍM BRUN ARARÀ (COSME) (1 de septiembre de 1936)
MIQUEL ROCA HUGUET (CRISTÍ) (1 de septiembre de 1936)
CRESCENCIO LASHERAS AIZCORBE (RUFINO) (1 de septiembre de 1936)
ENRIQUE LÓPEZ y LÓPEZ (CECILIO) (1 de septiembre de 1936)
ANTONIO VILLANUEVA IGUAL (FAUSTINO) (1 de septiembre de 1936)
LORENZO VILLANUEVA LARRAYOZ (PEDRO DE ALCÁNTARA) (11 de septiembre de 1936)
JACINTO HOYUELOS GONZALO (18 de septiembre de 1936)
FRANCESC XAVIER PONSA CASALLACH (26 de septiembre de 1936)
JOAN ANTONI BURRÓ MAS (4 de noviembre de 1936)
JOAQUÍN PIÑA PIAZUELO (ACISCLO) (10 de noviembre de 1936)
FRANCISCO BORRÁS ROMÁN (TOBÍAS) (24 de noviembre de 1936)
VICENTE ANDRÉS LLOP GAYA (GUILLERMO) (28 de noviembre de 1936)
JUAN JESÚS ADRADAS GONZALO (28 de noviembre de 1936)
CLEMENTE DÍEZ SAHAGÚN (28 de noviembre de 1936)
JUAN MARÍA MÚGICA GOIBURU (LÁZARO) (28 de noviembre de 1936)
ANTONIO MELÉNDEZ SÁNCHEZ (MARTINIANO) (28 de noviembre de 1936)
PEDRO MARÍA ALCALDE NEGREDO (28 de noviembre de 1936)
JULIÁN PLAZAOLA ARTOLA (28 de noviembre de 1936)
ANTONIO HILARIO DELGADO VÍLCHEZ (HILARIO) (28 de noviembre de 1936)
EDUARDO BAUTISTA JIMÉNEZ (28 de noviembre de 1936)
PEDRO DE ALCÁNTARA BERNALTE CALZADO (28 de noviembre de 1936)
ISIDORO MARTÍNEZ IZQUIERDO (28 de noviembre de 1936)
JUAN ALCALDE y ALCALDE (28 de noviembre de 1936)
ÁNGEL SASTRE CORPORALES (28 de noviembre de 1936)
JOSÉ MORA VELASCO (28 de noviembre de 1936)
JOSÉ RUIZ CUESTA (28 de noviembre de 1936)
SANTIAGO GARCÍA MOLINA (DIEGO DE CÁDIZ) (30 de noviembre de 1936)
RAFAEL TOUCEDA FERNÁNDEZ (ROMÁN) (30 de noviembre de 1936)
MIGUEL FRANCISCO RUEDA MEJÍAS (MIGUEL) (30 de noviembre de 1936)
ARTURO DONOSO MURILLO (30 de noviembre de 1936)
JESÚS GESTA PIQUER (30 de noviembre de 1936)
NICÉFORO SALVADOR DEL RÍO (30 de noviembre de 1936)
ANTONIO MARTÍNEZ GIL-LEONIS (30 de noviembre de 1936)
PROTASI CUBELLS MINGUELL (14 de diciembre de 1936)

La fecha indicada es la de su martirio.

bibliografía: DICCIONARIO DE LOS SANTOS, Volumen 1
ISBN: 84-285-2258-8
Editorial San Pablo

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Fuentes: IESVS.org; EWTN.com; Colección Hablar con Dios de www.FranciscoFCarvajal.org de www.edicionespalabra.es , misalpalm.com, Catholic.net

 

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